El BPI teme ajustes «impredecibles» de mercado
Los bancos se han acostumbrado a un "exceso de reservas" y su retirada puede provocar "ajustes bruscos", como convulsiones de un "músculo atrofiado"
El Banco de Pagos Internacionales (BPI) ha alertado a los bancos de que se han acostumbrado a «un periodo prolongado de abundante exceso de reservas» y que su retirada puede provocar ajustes de mercado «bruscos e impredecibles», como convulsiones de «un músculo que se hubiera atrofiado». Así lo ha concluido en su informe trimestral de diciembre, tras analizar las tensiones actuales en el mercado de repos en dólares y el funcionamiento del mercado de repos en euros.
El término repos hace referencia a las operaciones de recompra a corto plazo en las que una entidad financiera vende a un inversor títulos de deuda pública que se usan como garantía, y éste se compromete a comprarlos en un momento determinado al mismo precio además de un interés. Los mercados de este tipo de operaciones hacen que se redistribuya la liquidez entre bancos y aseguradoras, gestores de activos, fondos del mercado monetario y otros inversores institucionales.
Las tensiones que existen actualmente en el mercado de las repos han creado preocupación porque la congelación de éstos fue uno de los problemas más dañinos en la Gran Crisis Financiera y en la crisis de endeudamiento soberano de la zona del euro en 2011 y 2012.
Además, las compras de deuda a gran escala del Banco Central Europeo (BCE) han hecho que el mercado de repos de la zona euro hayan dejado de responder a las necesidades de financiación para hacerlo a la demanda de los valores subyacentes a estas, afectando al comportamiento de los tipos de interés.
Repercusiones en el funcionamiento del mercado
Las tensiones en EE.UU tuvieron un impacto en segmentos del mercado relacionados, como el de swaps de divisas, ampliándose la diferencia en el coste de endeudarse y prestar entre diferentes monedas en los mercados al contado y de derivados. «Las razones de estas alteraciones o distorsiones aún no están del todo claras», pero pueden haber existido factores estructurales, según el informe.
Fue clave la combinación de dos fuerzas: por un lado, la fuerte demanda de financiación garantizada (mediante repos) por instituciones no financieras, como fondos de cobertura de alto riesgo; y, por otro, el hecho de que los cuatro grandes bancos que operan en EEUU no estuvieran dispuestos a proporcionar financiación, al hallarse sus reservas de liquidez en niveles bajos. Las tensiones tan solo cedieron una vez que la Fed inyectó más reservas en el sistema.
«Las alteraciones sugieren que las operaciones no convencionales que instrumentaron los bancos centrales después de la crisis han dejado profunda impronta en el funcionamiento del mercado», concluye el BPI.