El beneficio de Caixabank crece menos que el del Sabadell
El grupo arroja un saldo de 620 millones, que supone el 23% más respecto a los 503 millones de 2013; la morosidad cae por debajo del 10% y las dotaciones retroceden a la mitad; el Sabadell ganó 371 millones
Caixabank ha ganado 620 millones durante 2014. La cifra supone un 23% de crecimiento, nivel que se queda corto comparado con el principal rival de la entidad en Cataluña. El Sabadell presentó ayer una mejora del 50% hasta los 371 millones de euros, aunque debido a los extraordinarios. Según las proyecciones de los analistas, el Santander, con sus 5.800 millones de euros previstos, también ofrecerá porcentajes más suculentos.
Sin embargo, el gigante barcelonés bajo batuta de Isidro Fainé sí presenta una fuerte caída de la morosidad y de las dotaciones, aspectos donde muestra un mejor comportamiento que el grupo que preside Josep Oliu. Los impagos caen, por primera vez en cinco años, por debajo del 10% (frente al 12,7% de Oliu) y las dotaciones se contraen intensamente a la mitad.
Reformulación de cuentas
Tal y como está haciendo el resto del sector, Caixabank ha revisado las cuentas de 2013 para encajar una nueva norma contable que afecta a las aportaciones al Fondo de Garantías de Depósitos y que, en su caso, ha supuesto un impacto de 316 millones de euros. Ese importe se resta a los 503 millones de excedente del ejercicio presentado en enero pasado y deja el saldo final en 187 millones. El grupo se compara desde el nuevo nivel.
En función a éste, el crecimiento del beneficio habría sido del 96%. Reformulaciones a un lado, y analizando estrictamente las líneas del negocio, el banco catalán logra que sus ingresos financieros mejoren el 5,1% debido al menor coste del pasivo. Las comisiones ascienden por la estela de los negocios fuera de balance (como los planes de pensiones, seguros y fondos). Los ingresos agregados alcanzan los 6.940 millones ( 9%).
Menos costes
Caixabank continúa reduciendo los costes (-4,4%) y se recoge, por primera vez en la crisis, una fuerte reducción de las provisiones. El equipo de Fainé ha dotado año sobre año prácticamente la mitad (-48%). Esta mejora se debe a que no ha habido reservas extraordinarias como las que anotó en 2013 para cubrir los riesgos de los créditos refinanciados.