El BCE reconoce su error en la previsión de inflación: «No supimos anticipar los precios de la energía»
La institución europea reconoce los fallos en sus pronósticos de inflación por la subida "sin precedentes en los precios de la energía y los cuellos de botella en la oferta"
El Banco Central Europeo ha reconocido los errores de sus pronósticos de inflación por la subida «sin precedentes en los precios de la energía y los cuellos de botella en la oferta». En su boletín económico, publicado este jueves, el BCE dice que las proyecciones recientes, que son las que usa para decidir su política monetaria, han subestimado sustancialmente el repunte de la inflación.
De hecho, la subestimación del primer trimestre de 2022 ha supuesto el mayor error de inflación a un trimestre vista -una diferencia de dos puntos porcentuales entre el dato observado y la proyección de diciembre de 2021- desde que se elaboraron las primeras proyecciones en 1998. «Los participantes en el mercado apenas pudieron anticipar la subida excepcional de los precios de la energía», ha expresado la institución.
Cabe destacar que las proyecciones de la inflación medida por el índice armonizado de precios de consumo (IAPC general) para el año 2020 fueron bastante precisas pese a la irrupción de la pandemia del coronavirus. Sin embargo, ya en el primer trimestre de 2021 comenzaron a producirse ciertas subestimaciones, que se acentuaron a partir del tercer trimestre de 2021, según ha reconocido el BCE.
A partir del tercer trimestre del pasado año la inflación se disparó por la fuerte subida de los precios de la energía, los efectos de la reapertura tras el levantamiento de las restricciones relacionadas con el coronavirus y los impactos de los cuellos de botella en la oferta global. De esta manera, las proyecciones de inflación durante 2021 y el primer trimestre de 2022 se elaboraron en un entorno en el que los precios de la energía se dispararon.
El IPC se sitúa en el 8,4% en abril
La inflación sigue disparada aunque con una notable moderación en el mes de abril. El IPC se ha moderado casi un punto y medio en el cuarto mes del año por el descenso de los precios de la electricidad y los carburantes, aunque sigue registrando una elevada tasa del 8,4% en el mes de abril, tras el primer mes de vigencia del Plan de respuesta a la guerra de Ucrania aprobado por el Gobierno.
Los datos avanzados del índice de precios de consumo (IPC) publicados este jueves por el Instituto Nacional de Estadística (INE) reflejan el impacto de la guerra de Ucrania en los precios pero constatan una no table moderación, ya que el descenso de 1,4 puntos en abril es el mayor desde hace más de 35 años, en concreto, desde enero de 1987.
El BCE prevé un crecimiento más lento de la eurozona
Por otro lado, el BCE prevé que la eurozona crezca de forma más lenta. Así lo ha comunicado este jueves su vicepresidente, Luis de Guindos, la institución cree que los recientes acontecimientos apuntan a que el crecimiento económico en la eurozona se verá resentido de aquí en adelante, debido al aumento de los precios de la energía y los cuellos de botella que está generando la guerra en Ucrania.
De Guindos recordó que en marzo la inflación alcanzó un récord en décadas al subir al 7,4%, frente al 5,9% de febrero. Además, aprovechó para reiterar la idea de que la guerra «ha amplificado el impacto sobre los precios de la energía», que son ahora un 44% mayores que hace un año.
«El aumento en los precios de la energía está reduciendo la demanda y aumentando los costes de producción. La guerra también está pesando mucho sobre la confianza empresarial y de los consumidores y ha creado nuevos cuellos de botella», indicó el antiguo ministro del Partido Popular, subrayando que algunos problemas de suministro se ven «exacerbados» por las nuevas restricciones frente a la pandemia en Asia.