El BCE prevé un crecimiento más lento de la eurozona por los precios de la energía y la guerra de Ucrania

La razón es el aumento de los precios de la energía y los cuellos de botella que está generando la guerra en Ucrania

Luis de Guindos, vicepresidente del BCE /EFE

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El Banco Central Europeo (BCE) prevé que la eurozona crezca de forma más lenta. Según dijo este jueves su vicepresidente, Luis de Guindos, la institución cree que los recientes acontecimientos apuntan a que el crecimiento económico en la eurozona se verá resentido de aquí en adelante.

¿La razón? El aumento de los precios de la energía y los cuellos de botella que está generando la guerra en Ucrania.

En su primera comparecencia presencial desde el año 2019 con la comisión de Economía de la Eurocámara, De Guindos recordó que en marzo la inflación alcanzó un récord en décadas al subir al 7,4%, frente al 5,9% de febrero. Además, aprovechó para reiterar la idea de que la guerra «ha amplificado el impacto sobre los precios de la energía», que son ahora un 44% mayores que hace un año.

«El aumento en los precios de la energía está reduciendo la demanda y aumentando los costes de producción. La guerra también está pesando mucho sobre la confianza empresarial y de los consumidores y ha creado nuevos cuellos de botella», indicó el antiguo ministro del Partido Popular, subrayando que algunos problemas de suministro se ven «exacerbados» por las nuevas restricciones frente a la pandemia en Asia.

Fortaleza del mercado laboral

«Estos acontecimientos apuntan a un crecimiento más lento en el periodo por delante», añadió De Guindos, quien señaló, no obstante, que hay factores que apoyarán el crecimiento como la fortaleza del mercado laboral y la reapertura de algunos sectores.

Por otra parte, en cuanto a la inflación, el exministro de Economía español afirmó que «los aumentos de precios seguirán probablemente siendo altos en los próximos meses debido sobre todo al marcado aumento de los costes de la energía», y que «a medio plazo» la mayoría de encuestas y expectativas «indican tasas de inflación en torno a nuestro objetivo del 2%» por el que se rige el BCE.

«Las expectativas de inflación, sin embargo, han aumentado en los meses recientes y los signos iniciales de revisiones por encima del objetivo en estas mediciones justifican una vigilancia estrecha», puntualizó. De esta manera, para el BCE «hay muchos factores que complican la perspectiva de crecimiento e inflación» y una «alta incertidumbre», por lo que en este contexto su política monetaria «está guiada por los principios de opcionalidad, gradualismo y flexibilidad», afirmó.

Así, en su reunión del pasado 14 de abril, el consejo de Gobierno confirmó que sus compras de deuda concluirán en el tercer trimestre del año, en función de los datos y la evolución de las perspectivas.

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