El Banco de España pide más capital y rentabilidad a la banca
Sólo Bankia y Bankinter, de las seis que cotizan en el IBEX, están por encima de la media en capital, el 11,8%, el nivel más bajo de Europa
El Banco de España considera que “no es necesario emitir ninguna alerta o recomendación a nivel macroprudencial sobre la solvencia de los bancos españoles”, pero les aconseja “continuar reforzando su capital y mejorando su rentabilidad”. Es una de las conclusiones del Informe de Estabilidad Financiera de primavera presentado por la institución monetaria que gobierna Pablo Hernández de Cos.
A cierre del pasado año, el capital de mayor solvencia, el CET 1 “fully loaded”, se situó en el 11,8% de los activos ponderados por riesgo, una décima más que en 2017. Aunque ninguna de las entidades está advertida por el BCE, sólo Bankia (12,61%) y Bankinter (11,8%) estaban en la media o por encima de ella a cierre del primer trimestre del año en curso entre las seis entidades que actualmente cotizan en el IBEX.
Según el Banco de España, en los últimos años la ratio de solvencia “sólo ha aumentado de forma moderada”. En concreto, 42 puntos básicos (0,42%) en los últimos cinco ejercicios (2014-2018). Y todo ello coincidiendo con la recuperación de los beneficios bancarios durante el periodo más favorable de la evolución de la economía española y a pesar de la disminución del denominador, es decir, de los activos dudosos, descenso al que debe buena parte de la mejora de los resultados del pasado ejercicio.
Este indicador, añade el documento, contrasta con la evolución de los dividendos distribuidos durante ese periodo, alrededor de 25.000 millones de euros, 1,8 puntos porcentuales en relación con los activos ponderados por riesgo el pasado año. El Banco de España considera que la generación orgánica de capital (vía beneficios por la actividad bancaria sin aumentar el tamaño de la entidad) no es suficiente para poder dar una respuesta a un aumento de la demanda de crédito o a la absorción de pérdida en el caso de la materialización de alguno de los riesgos que planean sobre el sector.
El informe destaca que el comportamiento de los niveles de capital ha sido bien diferente entre las entidades financieras. La reducción de los últimos años tiene que ver con el comportamiento de los grandes bancos, toda vez que las de menor tamaño han reforzado su solvencia.
Unicaja es la entidad con mayor ratio de capital principal, un 13,3%, por encima incluso de Bankia, que ha recibido fuertes inyecciones de capital por parte del Estado. Liberbank, la entidad con la que la caja andaluza negocia una posible fusión, es la tercera más capitalizada, con un 12,5% a 31 de marzo de este año. En el primer trimestre del año ha ganado 40 puntos básicos.
Banc Sabadell es la entidad con menor nivel de capital a cierre del primer trimestre: un 11%, una décima menos que en diciembre de 2018. La entidad que preside Josep Oliu no pudo contabilizar en ese periodo la venta de Solvia, su unidad inmobiliaria, que ha elevado el capital CET 1 hasta el 11,15% en abril pasado. A continuación se sitúa Banco Santander. A pesar de las dos ampliaciones de capital realizadas por el banco que preside Ana Botín desde su llegada a las máximas responsabilidades hace casi cinco años (la segunda para sanear Banco Popular), el nivel de solvencia está en 11,25%, eso sí, 20 puntos básicos por encima del trimestre anterior. BBVA cuenta con un 11,38% y Caixabank, con un 11,6%.
A la cola de Europa
Las entidades financieras españolas ocupan el último lugar de Europa en términos de solvencia, según la clasificación elaborada por la Autoridad Bancaria Europea (ABE), por detrás incluso de Italia (siempre en el punto de mira del Banco Central Europeo), Portugal y Chipre. La clasificación está encabezada por Estonia (por encima del 30%), Luxemburgo y Letonia, ambos países por encima del 20%.
En un ejercicio similar a un test de estrés, la ABE simuló unas hipotéticas condiciones adversas en el comportamiento de algunas variables como el precio de la vivienda, una crisis internacional o un empeoramiento de los mercados de renta variable y concluyó que en el peor de los escenarios, en 2020, la ratio CET 1 podría perder hasta 2,3 puntos porcentuales.