El ajuste inmobiliario ya ha terminado en algunas zonas de España

En cuatro autonomías el stock de viviendas sin vender es prácticamente inexistente

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El ajuste en el sector inmobiliario ha terminado, por lo menos en algunas comunidades autónomas españolas, según los datos hechos públicos por el servicio de estudios de Caixa Catalunya. Efectivamente, el stock de viviendas en autonomías como Cantabria (0,2%); el País Vasco (0,5%); Asturias (0,8%) y la Rioja (0,8%).

En total, según el estudio, en España el volumen de viviendas pendientes de venta podrían haber ascendida a 645.000 unidades al cierre de 2008. La cifra antes citada supone el 2,6% del parque total y es equivalente a tres años de la demanda media prevista para 2010-2015, que son 220.000 unidades anuales.

Por comunidades autónomas, las que muestran el mayor grado de sobreoferta son la Región de Murcia (5,5%), Castilla-La Mancha (4,3%) y Andalucía (3,1%).

En la media española se sitúa Catalunya con un 2,6% de viviendas sin vender. Entre el 2% y el promedio de España están Canarias, con un 2,2%, Comunidad Valenciana (2,1%) y la Comunidad de Madrid, también con el 2,1% . En el rango del 1 al 2% están las Islas Baleares (1,5%). Extremadura (1,4%) y Aragón (1,3%), mientras que por debajo de este límite se sitúan las cuatro comunidades donde la oferta está casi al mismo nivel que la demanda.

Es precisamente en estas zonas donde Caixa de Catalunya, que tiene un importante stock de viviendas por colocar, ha decidido incrementar precios entre un 3 y un 5%, cuando las rebajas que aplicaba hasta ahora, que en algunas zonas llegaban al 30%.

El mercado inmobiliario muestra, según el estudio, un grado muy avanzado de ajuste en términos de cantidades e incluso puede pensarse que se habría llegado a un mínimo cíclico. Sin embargo, esta adecuación de la demanda y la actividad a las nuevas condiciones de mercado no ha eliminado en algunas zonas importantes desequilibrios generados en el período previo de expansión.

Además, otro de los excesos es la elevada deuda acumulada por las familias y el sector. Concretamente, el estudio indica que la deuda de las familias supondrá el 131,4% de la renta de las familias en 2009, lejos de los porcentajes cercanos al 60% de mediados de los años noventa, a los que, según el jefe de estudios de Caixa Catalunya, Josep Oliver, no volverá a registrarse.

Según el economista, «la digestión de esta deuda será lenta». En un ejercicio teórico, para la vuelta a unas ratios del 116,3% habrá que esperar hasta 2020.

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