El 60% de los indicadores alertan del principio de desaceleración
El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández, confirma el inicio de desaceleración. Pedro Sánchez prefiere aumentar la previsión de crecimimiento
La actualización de los indicadores económicos que realizó el viernes el Ministerio de Economía confirma el principio de desaceleración en la economía española: 17 de los 29 indicadores –sin contar inflación o déficit– así lo confirmaron. Entre estos indicadores figuran los más globales de crecimiento económico o creación de empleo, pero también los significativos de consumo de energía.
En concreto, el Indicador Sintético de Actividad –que tiene en cuenta la adquisición de bienes y servicios en los principales sectores como las importaciones no energéticas, el índice de producción industrial o el tráfico aéreo de pasajeros– ha registrado un descenso del 4,1%. En cuanto al CVEC –el indicador sobre ventas en grandes empresas– registra una caída del 26% en el último trimestre.
Otro dato destacado del los indicadores de actividad actualizados por el Ministerio de Economía es el indicador de confianza industrial, que refleja las perspectivas empresariales del sector industrial, y que ha crecido en cuatro puntos.
Además, España afronta este proceso de desaceleración con un informe del Fondo Monetario Internacional (FMI) –del pasado julio– que alerta de que pese a la mejora de los últimos años, persiste la debilidad de la economía española. El citado informe del FMI coloca a España como el segundo país con más deuda con el exterior tras Estados Unidos, según apunta El Mundo.
Además, cabe tener en cuenta que la guerra arancelaria entre Estados Unidos y China –que ha afectado sobre todo a países con un potente sector industrial que tiene a importantes proveedores chinos– también ha afectado a la industria española. Unos hechos que se suman a la incertidumbre política que vive estos momentos el país, a la expectativa ante una posible repetición electoral. El paisaje es sombrío y coge a España sin un rumbo claro en su política económica.
Un seguro común
El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, confirmó el «aumento de la incertidumbre» tras conocerse el dato de crecimiento español del segundo trimestre, del 0,5% –dos décimas por debajo del periodo precedente. «Algunos países, como Francia y España, que han seguido mostrando un mayor dinamismo en este período, también han registrado una desaceleración, hasta el 0,3% y 0,5%, respectivamente, en el segundo trimestre del año», sentenció.
Hernández de Cos defendió ayer que la Unión Europea emita «un activo seguro común» para que futuras crisis en los mercados no desaten lo de siempre: huida de bonos italianos o españoles hacia alemanes o franceses. La idea es que mientras España se toma su tiempo para sanearse, que cuente con más protección europea, pero eso no cuela en Berlín.
El tono del gobernador contrasta con la intención del Gobierno de elevar la previsión de crecimiento del PIB este año, actualmente en el 2,2%, incluso después de que Alemania y Reino Unido hayan entrado en crecimiento negativo, el pulso de China y Estados Unidos se haya intensificado y que Italia haya prolongado su parón.
«La debilidad del sector exterior se está propagando también hacia la inversión, de modo que los planes de gasto de las empresas ya se están viendo lastrados por la debilidad de la demanda externa», avisó el gobernador sobre el impacto en toda Europa del actual escenario de bajo PIB e inflación.
Pero la inmediatez manda y Hernández de Cos incidió que los riesgos para las perspectivas de crecimiento de la zona del euro «siguen apuntando claramente a la baja» por la presencia de las tensiones proteccionistas, la incertidumbre asociada a factores geopolíticos –como el agravamiento del «brexit» y la inestabilidad política en Italia– o las dudas sobre la intensidad del proceso de desaceleración de China.