El 60% de las empresas no prevé mejorar sus ventas este verano
Las compañías auguran un "pequeño aumento" del empleo en verano, un 20% prevé reducir inversiones y solo un 20% recurrir a fondos europeos
El avance de la vacunación y el control de la tercera ola de contagios contribuyó a ir mitigando poco a poco el impacto económico de la crisis de la Covid-19 en el segundo trimestre del año y anticipa una mejora de los indicadores económicos de cara a la campaña de verano, si bien está por determinar si se trata de un rebote o la consolidación de la esperada recuperación.
La tercera edición de la Encuesta del Banco de España sobre la Actividad Económica (EBAE), realizada en mayo a casi 5.000 empresas españolas, confirma la recuperación de la producción y del empleo en el segundo trimestre del año, vinculado a la evolución más favorable de la pandemia y ésta, a su vez, al avance de la vacunación, lo que anticipa también un «repunte adicional» en los meses de verano
No obstante, las empresas españolas apuntan que pese a la mejoría sigue estando distante el momento en que se produzca una plena normalización de la dinámica de la actividad y del empleo. De hecho, el 60% de las empresas no prevé una mejora de su facturación durante los meses de verano, frente a un 40% que augura un repunte de sus ventas.
Evolución positiva «modesta» en el segundo trimestre: un 30% mejora facturación
La encuesta del Banco de España analiza el impacto de la pandemia de la Covid sobre las compañías, y revela que en el segundo trimestre se ha producido un «aumento significativo» de la proporción de empresas que afirma haber observado un alza de su facturación, ya que un 30% constata un aumento leve o significativo de sus ventas, por encima del 13,3% del trimestre anterior.
No obstante, la mayor parte de las empresas (46,4%) indica que en el segundo trimestre su facturación se mantiene estable con respecto al primero y esta proporción es similar a la observada en la edición anterior de la encuesta.
El volumen de empleo en las empresas encuestadas habría permanecido estable en el segundo trimestre del año, frente a las expectativas declaradas en la edición anterior, que apuntaban a un modesto retroceso. La mejora del empleo es inferior a la observada en la facturación, aunque también se prevé un repunte adicional en los próximos tres meses, que es, además, generalizado por ramas de actividad.
Por tamaños, como en trimestres pasados, las empresas más pequeñas muestran una peor evolución de su actividad y del empleo, según la encuesta del Banco de España, ya que la facturación habría cedido más de un 0,2% en las empresas de menos de 10 trabajadores, al igual que el empleo. Mientras, en las empresas de entre 50 y 249 trabajadores las ventas subieron un 0,1% y el empleo un 0,3%, en línea con las de más de 240 trabajadores, que mejoraron incluso algo más su facturación.
El verano mejorará ventas del 40% y traerá un «pequeño» alza de empleo
En cuanto a las perspectivas a corto plazo, los encuestados anticipan una mejoría adicional para el tercer trimestre del año, período en el que la proporción de empresas que esperan un aumento de su actividad aumentaría en
unos 10 puntos porcentuales, hasta acercarse al 40%.
Por el contrario, un 17,6% de sociedades anticipa una disminución de su facturación en los meses de verano, 6 puntos porcentuales menos que en la anterior encuesta, en tanto que el restante 42,4% cree que sus ventas se mantendrán estables pese a la campaña estival.
Para los meses de verano, las empresas de la muestra prevén un pequeño aumento del empleo y, de hecho, esta mejoría sería de una intensidad menor que la esperada en el caso de la facturación.
Según el Banco de España, la menor magnitud de las oscilaciones del empleo respecto a la de las ventas podría estar relacionada con la percepción de que esta crisis tiene una naturaleza transitoria, por lo que las empresas habrían optado por tratar de mantener el empleo ante la caída de la demanda, lo que, a su vez, se habría visto facilitado por el
recurso a los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE).
En contrapartida, la recuperación de las ventas no está viniendo acompañada, inicialmente, de aumentos del empleo de magnitud similar.
Mejora más intensa en hostelería, comercio y transporte
Aunque la recuperación de la facturación entre abril y junio fue generalizada, la mejoría estaría siendo más intensa en algunas ramas de servicios, como la hostelería, el comercio y el transporte, en las que los descensos habían sido
también más acusados con anterioridad como consecuencia del impacto de las medidas de contención de la pandemia.
La rama cuyas empresas reportan, en el segundo trimestre, un mayor aumento de su facturación es la de información y comunicaciones, actividades cuya demanda se ha visto impulsada en la situación actual, y también encabezan el alza en el empleo.
Por ramas de actividad, el aumento de los precios de venta se ha concentrado en la industria y el comercio. Por el contrario, la mayor parte de las actividades de servicios, aún muy afectadas por el impacto de la crisis, declaran caídas adicionales en el precio de sus productos. De cara al tercer trimestre, se mitigarían los descensos de los precios en la mayor parte de estas ramas.
El 30% prevé recuperar nivel precrisis en 2022
La mejora de las perspectivas a medio plazo tiene un carácter bastante generalizado por ramas, incluida la hostelería, donde, a pesar de ello, solo un 8% de las empresas prevén recuperar el nivel de actividad precrisis antes de finalizar 2021, y casi el 30% de ellas anticipan que ello ocurrirá solamente más allá de 2022, porcentajes que contrastan con el 45% y el 11,5%, respectivamente, en el caso de las ramas industriales.
A nivel general, algo más del 30% de las empresas españolas cree que recuperará el nivel de facturación previo a la crisis este año, mientras que un 28% lo augura para 2022 y un 12% a partir de 2022, pero, en todo caso, un 25% cree que hay demasiada incertidumbre para poder concretarlo.
En todo caso, la proporción de empresas que esperan recuperar su nivel de facturación en 2022 ha crecido casi 20 puntos desde finales de 2020, hasta cerca del 30%.
La incertidumbre, el principal condicionante
Sobre los condicionantes de su actividad, los resultados apuntan a un impacto cada vez menor de factores como la incertidumbre, la evolución de la demanda o las dificultades para el cobro a los clientes, aun así la incertidumbre por la pandemia supone un condicionante para el 65% de las empresas y la relativa a la política económica para el 60%.
El acceso a la financiación o la disponibilidad de mano de obra también experimentan una cierta mejoría, aunque de menor intensidad, si bien suponen un condicionante de la actividad para el 10% de las empresas.
Además, a escala agregada, no se detectan problemas asociados a los suministros realizados por los proveedores habituales, salvo en las ramas manufactureras (24%) y de comercio, por las dificultades para el suministro de algunos componentes electrónicos. dado el exceso de demanda de estos componentes a escala global.
Un 20% planea reducir inversiones y solo un 20% acudirá a los fondos europeos
Ante este panorama general, la encuesta también consulta sobre las actuaciones que las empresas tienen intención de llevar a cabo en un horizonte de seis meses, y refleja que casi un 20% planea reducir inversiones, una proporción similar a la que declara su intención de recurrir a los nuevos créditos iCO.
Además, casi un 10% pretende ajustar a la baja las horas trabajadas o los niveles salariales y por debajo de esos niveles anuncian que solicitarán nuevos ERTE o ampliarán capital y, en el peor de los casos, se plantean cesar su actividad.
También alrededor de un 20% de empresas españolas quiere participar de las convocatorias de los fondos europeos y una cifra análoga persigue fomentar el teletrabajo. Adicionalmente, la mejora de las perspectivas económicas se refleja en que una cuarta parte de las empresas manifiestan su intención de reincorporar a la actividad productiva a trabajadores que actualmente se encuentran en situación de ERTE.