El 23J mueve el tablero financiero: De Cos (BdE) se acerca a Feijóo y Calviño dispara sus opciones en el BEI
El gobernador del Banco de España se perfila como superministro económico en un Gobierno del PP, mientras que Calviño ve facilitada su candidatura al BEI, que Sánchez frenaba, con el adelanto electoral
Las elecciones generales que se celebrarán el 23 de julio han comenzado también a agitar el tablero financiero e institucional. Quién será el todopoderoso responsable económico de un hipotético Gobierno de Alberto Núñez Feijóo es una de las grandes incertidumbres. Otra es el futuro de la todopoderosa responsable económica del Gobierno de Pedro Sánchez, la vicepresidenta económica, Nadia Calviño, que acaba de renunciar a ir en listas del PSOE. En ambos casos, las especulaciones se han disparado en las últimas 48 horas.
Una de las hipótesis que cobra más fuerza, según distintas fuerzas financieras, es que el actual gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, pueda ser el superministro económico de un Gobierno Feijóo, si el líder del PP obtiene una mayoría este verano. El máximo responsable del supervisor español, nombrado por el Ejecutivo de Mariano Rajoy días antes de la moción de censura en 2018, termina su mandato al frente de la institución en junio de 2024. Su incorporación sería factible, puesto que sería avanzar el final en unos meses, y no supone una gran diferencia respecto al planteamiento anterior, el de abandonar el regulador tres o cuatro meses antes.
Acercamiento entre Feijóo y De Cos
Las mismas fuentes relatan que ha habido ya acercamientos entre Feijóo y De Cos, en algunas reuniones, en las que se podría haber barajado la opción de incorporarse en un Gobierno del PP. La mayor ventaja del gobernador, señalan, es la buena fiscalización de la política económica del Gobierno que ha llevado a cabo desde el Banco de España, una especie de «oposición» financiera que gusta mucho en los cuarteles populares. En cambio, su ‘pero’ es que no tiene experiencia de gestión en el ámbito público o privado.
La incorporación de De Cos es una de las opciones, mientras que siguen sonando, naturalmente, la recuperación de los dos exministros de Economía con Rajoy, Luis de Guindos (BCE) y Román Escolano (Cunef). También lo sería sin menoscabo del papel de Juan Bravo, actual responsable económico en el PP, que podría asumir la cartera de Hacienda, por ejemplo, que no estaría unida a la de economía como ocurre en la actualidad o durante la época de los dos ministros populares.
Las opciones de Calviño mejoran en el BEI
El diario El Mundo publicó ya hace unas semanas que una de las opciones de futuro de la vicepresidenta económica de Sánchez, Nadia Calviño, podría pasar por la presidencia del Banco Europeo de Inversiones (BEI), el organismo prestamista con sede en Luxemburgo. Un suculento cargo con mucho poder e influencia en Europa, y con un salario estelar: entre 20.000 y 30.000 euros netos al mes. Netos.
Sin embargo, el calendario resultaba imposible: el actual presidente del BEI, Werner Hoyer, confirmaba el fin del mandato este año. El relevo debía producirse así en diciembre, y ser acordado en el Ecofin (reunión de ministros de Economía de la UE) en septiembre. Para ello, las candidaturas debían lanzarse en verano.
Una candidatura de Calviño en verano, a cinco meses de las elecciones generales previstas en diciembre, habría provocado una imagen de «abandono del barco» en el Gobierno que el presidente Sánchez no quería permitir. Por ello, frenó las aspiraciones de su ministra de Economía en Luxemburgo, y planteó el nombramiento de Elena Salgado, ministra económica de la última etapa de Zapatero.
Con el adelanto electoral, todo ha cambiado, según detallan a ECONOMÍA DIGITAL fuentes conocedoras de estas opciones. Hay margen para que la vicepresidenta, si se confirma un resultado nefasto para el PSOE el 23 de julio y ninguna opción para volver a gobernar, tenga tiempo suficiente para presentar una candidatura con los últimos coletazos del Gobierno Sánchez. Al fin y al cabo, el puesto lo decidirá Alemania, donde gobierna el también socialista Olaf Scholz. Calviño tiene competencia, porque aspiran también la socioliberal danesa Margrethe Vestager, la actual comisaria de Competencia, y el italiano Daniele Franco.
La presidencia del BEI, el brazo financiero de la UE, tiene mucho poder, influencia y remuneración, pero se sale del foco político. Y esto choca con quienes pensaban que Calviño podría tener aspiraciones políticas en España, como la sucesión de Pedro Sánchez. Una opción descartada en el momento que renunció el martes a concurrir en las listas del PSOE. Así que, en caso de derrota electoral, el BEI parece ser una buena opción, y Calviño una buena candidata española. Siempre y cuando el puesto no le apetezca al propio Sánchez como salida de la política española. Al fin y al cabo, es economista.