Las donaciones se disparan un 30% ante los planes de subida de impuestos del Gobierno
La incertidumbre política y el miedo provocado por el covid ha generado un cambio de conducta sobre las cuestiones de herencias
España lleva dos años de auténtica montaña rusa en el ámbito social que ha provocado que se remuevan todos los cimientos, principalmente en el ámbito económico. La consecuencia directa es que han cambiado los patrones de actuación. Un ejemplo se ve en el concepto de donaciones, que entre el covid y la incertidumbre política lo ha convertido en un fenómeno al alza -cuestión cíclica con periodos de inestabilidad-.
Así, cada vez son más las personas que se cuestionan entre donar en vida o dejar en herencia. Ahora, tal y como revela el último informe del Consejo General del Notariado, las donaciones destacan como una de las opciones favoritas de los españoles. Y emerge en un contexto donde el Gobierno de Pedro Sánchez explora todas las vías posibles para aumentar los ingresos. Básicamente porque la partida de gastos sigue disparada, y pese a que se ha tirado del freno de mano tras la crisis bélica de Ucrania, en los despachos de Hacienda siguen cocinando cómo tocar los impuestos.
Según estos datos del Consejo General del Notariado, en 2021 se produjeron un total de 174.866 donaciones, lo que supone, por un lado, un aumento del 30,7% respecto al año 2020; y, por otro, una cifra récord, pues hace cinco años esta transmisión a penas acumulaba 87.734 operaciones.
En cuanto a las cifras de los principales motores de la economía española, se observa una gran diferencia entre Andalucía y Madrid, gobernadas por el Partido Popular; y Cataluña, donde la presión fiscal es mayor. Al que puede tener su reflejo a nivel nacional en estas semanas cuando se habla tanto sobre cuestiones impositivas.
En este sentido, en 2020 se produjeron 30.321 en Andalucía; por 31.742 de la Comunidad de Madrid; y 1.491 en Cataluña. La situación, un año después, mantiene los mismos patrones pero referencian esas subidas. Andalucía (31.667); Madrid (34.035); y Cataluña (16.361). Es decir, se ha producido un gran incremento que conserva la tensión que existe ante la presión fiscal de cada región.
Y precisamente, en su conjunto, es lo que hace que los españoles estén tomando otras opciones en vez de dejar todo a la herencia. Así, las donaciones, tal y como explica Abel Marín, abogado y socio de Marín & Mateo Abogados y autor del libro ‘Protege tu herencia’, acostumbran a producirse entre ascendientes y descendientes, pues es especialmente ventajosa en estos casos y altamente gravosa en el resto de las relaciones.
Incertidumbre e impuestos
«En líneas generales, podemos relacionar estos números tan elevados con la creciente incertidumbre por el futuro que ha traído la pandemia, de modo que los ciudadanos ven más probable un fallecimiento inesperado en sus hogares, y la solidaridad entre familiares y allegados para superar de la mejor manera posible los tiempos de crisis económica», añade el experto en relación a las causas de este fenómeno inusual a la par que esperado.
Además, cabe destacar que «con ocasión de una herencia en muchos casos se realizan donaciones de forma simultánea, el típico caso de arreglarlo todo en vida. Por ello incremento de las herencias como consecuencia de la sobre mortalidad sufrida por la pandemia también ha sido un factor del aumento de las donaciones».
Desde el Consejo General del Notariado mantienen que, además de este efecto solidario, otro factor a tener en cuenta son las expectativas en torno a posibles subidas impositivas.
En este aspecto, Marín advierte que, más allá de estar sujeta al Impuesto de Sucesiones y Donaciones -de competencia autonómica- y al Impuesto de Plusvalía Municipal -que corre a cargo del donatario-, la donación de una vivienda «también estará gravado el donante por el IRPF como si se tratara de una transmisión onerosa, es decir, como una compraventa«, salvo que se trate de una vivienda habitual y éste sea mayor de 65 años.
Por encima de todo, el abogado hace hincapié en las diferencias fiscales existentes entre Comunidades Autónomas, pues el Impuesto de Sucesiones entre padre e hijos, por ejemplo, no es especialmente gravoso en la mayoría del territorio, y las diferencias acaban siendo sustanciales en la práctica.
«No es infrecuente que los donantes se arrepientan al cabo de un tiempo de la donación hecha a favor de hijos que posteriormente tienen un comportamiento indigno hacia sus padres. Por ello, aconsejo pensarlo detenidamente».
Miedo tras el covid
Por otra parte -y derivado del miedo que ha provocado el covid-, el número de testamentos alcanzó los 723.642 en 2021, aumentando en 92.406 frente a los otorgados en 2020, lo que constituye un incremento del 14,6%, la mayor subida interanual de la serie de testamentos desde que comenzó a registrarse en el año 2007.
El 98% de ellos (708.832) fueron testamentos unipersonales abiertos, en los que la persona que testa expresa las disposiciones del testamento en presencia de un notario. El 2% restante lo conforman otro tipo de testamentos o actos de última voluntad, como testamentos cerrados u ológrafos.
El incremento de la incertidumbre sobre el futuro, el aumento de la mortalidad y, en definitiva, la creciente preocupación de los ciudadanos por la posibilidad de un fallecimiento repentino provocado por los efectos de la pandemia ha podido motivar a muchos de éstos a dejar todos sus asuntos resueltos en materia sucesoria.