Deutsche Bank España se reestructurará para volver a ganar dinero
Deutsche Bank suspende la venta de su negocio en España y continuará en solitario, pero cerrará oficinas y planteará prejubilaciones
Deutsche Bank seguirá operando en España. Como adelantó este medio, decidió suspender la venta de su negocio minorista en el país y continuar en solitario después de que ninguna oferta cumpliera sus expectativas. La dirección del banco en España presentó un plan de continuidad a la cúpula en Alemania, el Plan España, y éste es el que se aplicará a partir de ahora, según explicaron a Economía Digital diversas fuentes conocedoras de los planes de DB.
Seguir en solitario no será gratis para el banco. Sus últimos resultados no fueron muy positivos, ya que el banco ganó el 77% menos en el primer semestre, solo 6,3 millones de euros. El margen bruto cayó el 11,2%, hasta los 238 millones de euros. Para reflotar la entidad, mejorar los márgenes y, en definitiva, ser más rentable, DB España llevará a cabo una reestructuración en los próximos meses.
Según ha podido saber este medio, el Plan España contempla el cierre de oficinas y prejubilaciones. Fuentes sindicales consultadas advirtieron que todavía es pronto para hablar de cifras, pero admitieron que estas medidas se han puesto ya sobre la mesa. Deutsche Bank no cuenta con una gran red ni una plantilla amplia (230 oficinas y 2.600 empleados), pero sí que tiene capacidad para hacerla más productiva.
Plan España: Deutsche Bank ganará eficiencia con el cierre de algunas oficinas y prejubilaciones
Como está haciendo todo el sector, la modernización del banco hará que parte de las oficinas sean prescindibles. Entidades como Caixabank han apostado por menos oficinas pero más grandes y con una relación más personal. El plan de DB pasa por modernizar la relación con los clientes y apostar por las nuevas tecnologías y la movilidad. Por ello habrá cierres de oficinas.
Por lo que a reestructuración de plantilla se refiere, lo más probable es que se lance un plan de prejubilaciones. Apuntan las fuentes consultadas que la plantilla tiene una edad media alta, y que el número de empleados potencialmente prejubilables, es decir de edades cercanas a los 60 años, es bastante elevado, por lo que se trata de una vía más que probable para reducir plantilla y ganar eficiencia.
Esta es la primera parte del plan, que tiene que concretarse y negociarse con los sindicatos. La segunda parte pasa por atacar el mercado de clientes que buscan repartir sus inversiones con alguna entidad no española, para convertirse en el banco extranjero de referencia y ocupar además el espacio dejado por Barclays. Por ello, DB podría incluso crecer en esta segunda fase, pero después de haber modernizado su estructura.
El culebrón de la venta de Deutsche Bank España
Este lunes se conoció que Deutsche Bank, tras mes negociando la venta de su negocio minorista en España, decidió dar carpetazo a la operación para seguir operando en solitario. La decisión se tomó después de constatar que ninguna oferta se acercaba a los 700 millones que quería el banco, y se precipitó en los últimos días.
La semana pasada fue clave. El banco debía responder a Abanca y BBVA, cuyas ofertas seguían vivas, pero no lo hizo, lo que generó malestar en estas dos entidades. Sus ofertas rondaban los 500 millones, por lo que no fueron consideradas por Deutsche Bank. De hecho, Abanca, que dio el martes como ultimátum, decidió el viernes retirar su oferta.
Abanca retiró su oferta el pasado viernes después de no recibir respuesta de Deutsche Bank
La venta se inició a principios de verano, y mientras los grandes bancos apenas mostraron interés, entidades como Crédit Mutuel y Abanca sí que estudiaron seriamente la compra y presentaron oferta. Entre la gran banca –con excepción de BBVA– se impuso la tesis de que la compra no era rentable, porque implicaba un alto coste de reestructuración solo para incrementar la cartera de clientes. Para entidades más pequeñas, en cambio, suponía una oportunidad para incrementar red.
Crédit Mutuel, tras romper con el Popular, se interesó por Deutsche Bank para extender su negocio en España, donde opera con Targobank, y llegó a negociar en solitario. El banco gallego Abanca, controlado por el empresario venezolano Juan Carlos Escotet, tras superar la crisis, se ha puesto en modo compra, y el banco alemán suponía una oportunidad de expansión en Madrid y Barcelona. Por ello presentó oferta y, tras descartarse Crédit Mutuel, era el principal postor, junto con BBVA. Finalmente, ninguno de ellos se llevará el gato al agua.