La deuda de las familias sube en casi 6.000 millones tras el estallido de la guerra
El crédito a las empresas disminuyó un 0,1% en marzo por el endurecimiento de condiciones de la banca por la guerra y la crisis energética, aunque subió en 5.836 millones a nivel interanual
Los hogares españoles y instituciones sin ánimo de lucro residentes en España están reclamando mayores cantidades de crédito a las entidades financieras ante la incertidumbre por el estallido de la guerra en Ucrania y el contexto de crisis energética e inflación que está mermando su poder adquisitivo en los últimos meses. Mientras, el crédito a empresas se moderó debido a que la banca está endureciendo los préstamos por la crisis energética y la guerra.
A diferencia de lo sucedido durante la pandemia por las medidas adoptadas de protección del trabajo y rentas, el crédito sube más en el caso de las familias que en el de las empresas, aunque se constata una mayor necesidad de financiación en ambos casos a nivel interanual, según los últimos datos publicados este lunes por el Banco de España.
En detalle, el crédito concedido por las entidades financieras a las familias e instituciones sin ánimo de lucro residentes en España se elevó un 0,8% interanual, con un alza de 5.836 millones de euros, y un 0,2 mensual, agregando 1.512 millones más, hasta los 699.273 millones de euros, por lo que vuelve a rozar la barrera de los 700.000 millones de euros.
A su vez, la financiación a las empresas creció un 0,3% a nivel interanual, hasta los 934.853 millones de euros, si bien disminuyó en 974 millones de euros a nivel mensual (-0,1%).
Endurecimiento de condiciones a empresas
Durante el primer trimestre de 2022 los criterios de concesión de préstamos a las empresas se endurecieron, tanto en España como en el conjunto del área del euro, en un contexto de mayor preocupación por los riesgos asociados al impacto tanto de la crisis energética como, más recientemente, de la guerra en Ucrania, de acuerdo con la Encuesta sobre Préstamos Bancarios del Banco de España.
Con todo, en España no hubo cambios significativos de los criterios de concesión en los dos segmentos de financiación a los hogares. Las peticiones de préstamos habrían seguido aumentado moderadamente en las dos áreas, de forma casi generalizada por segmentos. Para el segundo trimestre, eso sí, tanto en España como en la eurozona se anticipa una contracción de la oferta, que sería de mayor intensidad en la financiación a las empresas, en un contexto de mayor incertidumbre asociada a los efectos de la guerra en Ucrania.
En la evolución de la necesidad de financiación de los españoles se refleja el impacto de la crisis de la Covid-19 pese a haberse conseguido la contención de su endeudamiento gracias al mantenimiento de las rentas por medidas como los ERTE, mientras que las empresas siguen necesitando mayor crédito de las entidades, reflejándose el impacto de las medidas de liquidez aprobadas por el Ejecutivo, como los avales con garantías del ICO.
De cualquier forma, desde las patronales de pymes, los gestores administrativos o Pimec llevan varias semanas de un posible aumento de las quiebras y los impagos del ICO ante la finalización de la moratoria concursal y de las nuevas condiciones de la nueva línea de avales del ICO de 10.000 millones incluida en el Plan de choque contra la guerra aprobado por el Gobierno.
Crédito al consumo y a las hipotecas
El repunte del crédito de las familias se debe al aumento de los préstamos hipotecarios, que aglutinaron 515.848 millones de euros en marzo, que prácticamente no variaron a nivel mensual, con una subida de 1.082 millones,, y a nivel interanual crecen un 1,2%, con 6.140 millones más. El crédito hipotecario representa de hecho todavía el 73,7% respecto del total.
En cuanto a los créditos de las familias destinados al consumo, estos subieron un 0,7% interanual y un 0,6 mensual, hasta los 92.062 millones de euros. En este repunte puede influye que las familias podrían estar empezando a verse obligadas a recurrir a sus ahorros para hacer frente a sus gastos ante el alza de los precios. La tasa de ahorro, que el año pasado alcanzó máximos, y la demanda embalsada acumulada durante la poandemia a modo precautorio podría ir poco a poco destaponándose en los próximos meses.
De su lado se constató una disminución de la cartera crediticia destinada a «otros fines», hasta 88.469 millones desde los 88.626 del mes de febrero, con una bajada del 0,2% mensual y del 1,4% interanual.
El crédito a empresas se frena por el endurecimiento de condiciones
En cuanto a las empresas, se registra un aumento internanual pero una contención mensual por el endurecimiento de condiciones impulsado por la banca ante la incertidumbre por la guerra. El alza internaual de la financiación a las empresas provino del repunte de los préstamos del exterior y del incremento de los valores representativos de deuda, frente a la caída de los préstamos de entidades de crédito. Todo ello llevó a un alza del crédito a las empresas del 0,3%, con 2.407 millones más, hasta los 934.853 millones de euros,
Los créditos de entidades bancarias suscritos con las empresas cedieron un 2% interanual, hasta los 478.376 millones, mientras que los valores representativos de deuda se elevaron un 8,8% interanual, hasta 142.218 millones, si bien se mantuvieron a nivel mensual.
Al término del tercer mes del año los préstamos del exterior habían crecido un 0,2% interanual, hasta 314.258 millones, en línea con el dato del mes anterior.