Los inversores huyen de la banca

Sólo Bankinter cotiza por encima de su valor en libros; el resto con descuentos que van desde el 30% del Santander y BBVA hasta el 68% de Unicaja

Josep Oliu y José Ignacio Goirigolzarri, presidentes del Sabadell y Caixabank, respectivamente. EFE

Josep Oliu y José Ignacio Goirigolzarri, presidentes del Sabadell y Caixabank, respectivamente. EFE

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El pasado año, el valor de mercado de los bancos que cotizan en el IBEX bajó en 48.000 millones de euros. Empezaron el ejercicio bien, pero a medida que caían los meses, los primeros combates de la “guerra” comercial entre EE UU y China, la subida de tipos de la Reserva Federal y los malos síntomas de la economía de Alemania cambiaron radicalmente el rumbo. Los títulos bancarios acabaron perdiendo un 26,4% de su valor, casi el doble que lo que cedió el IBEX, el 14,97%.

La primera mitad del año se ha saldado con un balance mejor. La capitalización de los seis bancos del selectivo ha aumentado en 902 millones respecto a cómo cerraron 2018. Pero que nadie se engañe. Caixabank, Bankia, Bankinter y el Sabadell han caído en lo que va de año entre el 7,94% de este último y el 17,55% del primero.

Que el valor de mercado sea hoy más alto que el 31 de diciembre del pasado año se debe a que los dos grandes grupos, el Santander y BBVA, se mantienen en positivo. El drama del sector está en que sólo Bankinter cotiza por encima de su valor en libros. El resto muy por debajo. Bankia, por ejemplo, a la mitad de su valor. Unicaja, a un tercio. Y ni así atraen a los inversores.

La acción del Santander cerró este lunes en los 4,12 euros en una jornada de subidas para los valores bancarios. Pero en agosto de 2014, los títulos se pagaban a 7,77 euros. Los de BBVA han pasado de 13,11 euros en el verano de 2014 a los actuales 4,97. En enero de 2018 cotizaban a 9,54. Las acciones de Caixabank han caído de 4,40 en enero del pasado año a 2,54 y las de Bankia de 6,136 euros hace cinco años a sólo 2,106 euros.

El banco que preside Ana Botín vale en bolsa 66.880 millones de euros, unos 4.000 millones más que a cierre de 2018. La entidad que gobierna Carlos Torres, 2.776 millones más, hasta 32.786 millones. Los peores resultados se los llevan Caixabank y Bankia.

¿Por qué los inversores no confían en los bancos?

Victoria Torre, responsable de Desarrollo de Contenidos, Productos y Servicios de Self Bank lo tiene muy claro: “Con los actuales tipos de interés, las opciones para encontrar rentabilidad se reducen. Por el momento, ni los atractivos precios parecen razón suficiente como para que los inversores se decidan a entrar”. Y además temen que el BCE eternice su política de tipos cero ante la falta de reacción de la economía. “Y eso se ve en el parqué”, dice.

Alejandro Núñez, analista de XTB, cree que esta circunstancia debería ser un atractivo para los inversores, pero también reconoce que “no es buen momento para los bancos”. Para los que están más diversificados geográficamente, como BBVA y Santander, porque la devaluación de las divisas en México, Argentina y Brasil no beneficia a su actividad. El bajo nivel de bancarización de estos países puede compensar en parte la pérdida del negocio doméstico.

Para los que tienen su negocio concentrado en España, según Victoria Torre, hay un cierto sabor amargo. “España ha vivido un buen momento económico que no se ha trasladado en toda su dimensión al negocio de los bancos. La demanda doméstica no ha respondido tan bien como cabía esperar respecto al volumen de créditos”.

El efecto Cataluña en el Sabadell y Caixabank

El poco volumen de operaciones financieras no ha podido sufragar la falta de ingresos por intereses, que se encuentra en niveles mínimos debido a la política monetaria del BCE. Además, algunos valores como el Sabadell y Caixabank siguen marcados por su vinculación a Cataluña y las circunstancias políticas que rodean a la región. La pregunta es qué ocurrirá cuando la economía deje de liderar el crecimiento en Europa.

De momento, 2019 se da por perdido. Con las previsiones que se manejan en la Comisión Europea y en el BCE, 2020 no va a ser mucho mejor, toda vez que hasta el otoño de ese año no se prevé ningún movimiento en la política monetaria de Draghi y del que será su sucesor en el noviembre próximo. Y si lo hay, irá en contra de los intereses de los bancos.

Victoria Torre cree que los valores bancarios seguirán cotizando con un descuento del 30%. A todas las previsiones adversas se une en España el riesgo de la incertidumbre política, con la amenaza de los efectos de una regulación adversa.

Otro factor de presión procederá de la cartera de deuda de las entidades, que en años anteriores ha conseguido compensar parcialmente la baja rentabilidad derivada de los nulos tipos de interés. Las plusvalías de estas carteras van reduciéndose progresivamente. Una de las claves para los resultados de los próximos trimestres estará, una vez más, en el control de costes y en la eficiencia.

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