Danone despide a 2.000 trabajadores por la crisis del coronavirus
La compañía francesa de alimentación, Danone, reduce su plantilla para ahorrar 1.000 millones de euros en los próximos tres años
La crisis económica del coronavirus se ha vuelto a cobrar nuevas víctimas en el mercado laboral. La compañía francesa Danone ha anunciado un plan de reestructuración para eliminar 2.000 puestos de trabajo en sus instalaciones de todo el mundo, con el objetivo de paliar las pérdidas provocadas por la pandemia.
El gigante de la alimentación prevé ahorrar un total de 1.000 millones de euros con este movimiento a lo largo de los próximos tres ejercicios. Un momento en el que aprovechará para reestructurar su modelo de negocio, eliminando algunas de sus estructuras más centralizadas, según ha publicado Efe.
El mayor golpe de la destrucción de puestos de trabajo se lo llevará Francia, donde se encuentra la matriz de la empresa. Casi la mitad de los despidos se producirán en el país de origen, especialmente en los departamentos que llevan cuestiones administrativas y de gestión. Una negociación que todavía tiene que comenzar con los sindicatos.
Danone quiere mantener sus previsiones de crecimiento
El consejero delegado del grupo, Emmanuel Faber, ha comunicado que mantiene su objetivo de crecer entre un 3% y un 5% en el próximo año, a pesar de las consecuencias económicas de la crisis sanitaria del coronavirus. Danone ha perdido un cuarto de su valor bursátil en lo que va de año.
El mayor impacto de la crisis del coronavirus se lo han llevado algunos de los productos de alimentación que comercializa en todo el mundo, como las botellas de agua mineral de pequeños formatos, donde el margen de beneficio es mucho menor.
Danone se enfoca hacia un negocio más local
La compañía francesa aprovechará su reestructuración para modificar algunos de sus departamentos y para reorientar su sistema de trabajo hacia un entorno más local. El actual método reparto por categorías de alimentación dejará paso a un sistema de suministro por países.
Danone ya no se centrará en vender sus productos bajo la marca de lácteos, agua, nutrición o infantil, sino que tratará de explotar las particularidades de cada uno de los países para adaptar su demanda a las exigencias de los clientes.
La compañía está estudiando además un plan de robotización de las plantas de trabajo y la digitalización de algunas de las tareas que están llevando a cabo los empleados.