Crisis en el sector del aceite de oliva: la sequía y los «precios históricos» amenazan a los agricultores
El gerente de Asaja advierte sobre la falta de cosecha y el aumento de costes, mientras el presidente de ACES insta a mantener precios justos para agricultores e industria
El gerente y portavoz de la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores de Jaén (Asaja), Luis Carlos Valero, ha alertado sobre la posibilidad de que el aceite de oliva alcance «precios históricos» debido a la sequía que ha afectado a la región durante dos años consecutivos, lo que ha reducido significativamente la cosecha. Sin embargo, Valero enfatizó que este aumento de precios no es «bueno» para los productores y que «no compensa» los desafíos que enfrentan.
Valero explicó que, dada la escasez de producto, la única forma de regular el mercado es a través del precio. Esta subida también busca contrarrestar el aumento de costes en elementos como la mano de obra, los carburantes, los fertilizantes y los productos fitosanitarios, que en algunos casos han aumentado en más del 100% en los últimos tiempos.
El presidente de la Asociación de Cadenas Españolas de Supermercados (ACES), Aurelio del Pino, añadió que esta situación también ha tenido un impacto en la cotización mundial del aceite de oliva, ya que España es el principal productor a nivel mundial.
Del Pino subrayó que la ley obliga a cubrir las necesidades «tanto de los agricultores como de los productores industriales respecto al coste efectivo de producción», lo que significa que la distribución debe «garantizar precios justos para ambos grupos«, trasladando los costes a los precios finales.
No obstante, Del Pino también hizo un llamado a la «responsabilidad» del sector hacia los consumidores, asegurando que, debido al «alto nivel de competencia en el sector», se puede garantizar que el precio y la calidad del producto final serán siempre los mejores posibles.
La lluvia es la solución
La falta de lluvias es otro factor que ha contribuido a la situación actual. El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, mencionó que las precipitaciones podrían ser la solución para reducir los altos precios, pero el representante de Asaja señaló que la cosecha de este año podría ser similar a la del año pasado, cuando se recogieron aproximadamente 600.000 toneladas de aceituna, la mitad de una cosecha promedio. Valero expresó la esperanza de que las lluvias lleguen pronto para mejorar la calidad de la aceituna.
Ayudas al sector del aceite de oliva
La principal preocupación del sector, según Valero, es un posible desplazamiento de la demanda hacia grasas de origen vegetal más económicas. Recordó que en 1995, durante una sequía similar, esto condujo a una disminución de la demanda y, en consecuencia, a una caída de los precios.
Tanto Valero como la gerente de la Interprofesional del Aceite de Oliva, Teresa Pérez, hicieron un llamado a la responsabilidad de los consumidores para evitar un acaparamiento del aceite de oliva, ya que esto podría tener un impacto negativo en el mercado en un momento en que se debe analizar la comercialización del producto y la próxima campaña de otoño.
Valero concluyó que mantener las explotaciones será muy difícil y que la única forma de aliviar la situación, aunque no resolverla por completo, es a través de ayudas económicas como créditos «blandos», créditos con moratorias de pago o exenciones fiscales.