La crisis de los restaurantes: los españoles comen fuera de casa 10 veces menos que hace 3 años
El consumo fuera del hogar ha caído un 21% desde 2019 por la inflación y los cambios de hábitos generados por la pandemia
Por muy llenos que hayan estado los bares y restaurantes este verano, el sector aún le falta camino por recorrer y recuperarse del fuerte golpe que supuso la pandemia. Tras tres meses de persianas bajadas sin apenas poder facturar y un año más de aperturas a medias, la hostelería parecía que volvía a la normalidad. Sin embargo, los cambios de hábitos generados tanto por la crisis sanitaria primero como por la inflación después han provocado que los españoles coman fuera de casas 10 veces menos que hace 3 años.
Según datos de la consultora Kantar, la frecuencia con la que la población consume en bares o restaurantes se ha reducido en un 21% en comparación a fechas precovid. Si en 2019 se comía fuera de casa una media de 65 ocasiones al año, la perspectiva es que este 2022 cada español lo haga unas 54.
Esta bajada en las visitas a los establecimientos está vinculada a las costumbres asumidas a raíz de la pandemia, como el teletrabajo. Los altos precios de la alimentación tampoco han favorecido una rápida recuperación del sector.
En este sentido, el consumo fuera del hogar se ha acercado este verano a niveles de 2019, con una recuperación del 90%. Sin embargo, la consultora cuestiona si, finalmente, el sector será capaz de remontar el 10% restante. Todo dependerá de si los consumidores optan por salir o ahorrar y quedarse en casa por el alza de precios generalizada.
El índice de confianza del consumidor, que mide el grado de optimismo de los españoles, no da una previsión demasiado optimista. Los datos más recientes del CIS apuntan a una reducción de 10 puntos de este indicador entre junio y julio, cuando fue de 55,5 puntos. En comparación con los datos de hace un año, cae en picado: la confianza se ha reducido en 36,5 puntos.
Algunas de las empresas vinculadas con el consumo fuera del hogar ya temen una bajada de la facturación en el último trimestre tras un verano de éxitos. Es el caso del sector cervecero, que vive su época dorada en la época estival y recibe gran parte de sus ingresos de las ventas en restauración. Empresas como Damm o Mahou San Miguel se preparan por si tienen que apretarse el cinturón en caso de que los españoles decidan reducir su vida social y, con ella, el gasto en hostelería por la crisis inflacionaria.
Menos menús y más delivery
Por otro lado, y aunque ya son muchas las compañías que vuelven a operar desde sus oficinas; la pandemia ha flexibilizado las jornadas laborales y los permisos para trabajar desde casa. En este sentido, las personas de entre 35 y 49 años han reducido las ocasiones que comen fuera del hogar vinculadas al trabajo, impactando a la restauración independiente por las menores ventas en menús de mediodía entre semana.
Además, los confinamientos han potenciado la compra de comida a domicilio, disparando la cuota del delivery respecto a todas las ocasiones en las que se consume fuera del hogar. El 11% de las ocasiones en que los españoles comen comida que no han preparado lo hacen por servicio a domicilio, seis puntos más que el año pasado. Por el otro lado, el consumo en los establecimientos ha bajado en siete puntos, aunque sigue siendo el 73% de las ocasiones.
La restauración no ha sido el único sector afectado por los cambios en los hábitos de consumo causados por la inflación y la coyuntura económica actual. En los supermercados, los compradores ya han puesto el modo ahorro, aumentando la compra de productos de marca blanca o aprovechando ofertas y descuentos.
Otro recurso es substituir productos más caros por otros que cubren las mismas necesidades a menor precio. Por ejemplo, el sector ya ha detectado una mayor compra de pollo frente a una bajada de ventas de la ternera. Con todo esto, las familias más ahorradoras han conseguido reducir el gasto en un 10%.