Los españoles ahorran 75.000 millones por la crisis del Covid
Los expertos calculan que el ahorro precautorio realizado por las familias desde el inicio de la pandemia no se desatascará hasta al menos dentro de dos años
El estallido de la pandemia elevó el ahorro de las familia hasta niveles históricos y buena parte se corresponde al denominado ahorro embalsado, aquel referido al gasto no realizado por los hogares a modo precautorio por la incertidumbre y el temor a la crisis sanitaria y económica acaecida.
Este consumo embalsado por el sobreahorro producido por la crisis se eleva a 55.000 millones de euros desde el inicio de la pandemia, a lo que se añaden otros 20.000 millones de euros adicionales acumulados durante la primera parte del año 2021.
Son en total 75.000 millones de euros que tienen guardados las familias a expensas de ver una recuperación económica sólida, según los últimos cálculos realizados por la Fundación de Cajas de Ahorro (Funcas), que este miércoles redujo su previsión de crecimiento 1,2 puntos, hasta el 5,5%, por la crisis energética y de las materias primas.
Las últimas estimaciones dadas por el Gobierno hace unas semanas con motivo de la actualización del cuadro macroeconómico en el marco del proyecto de Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2022 apuntaban a un ahorro embalsado a raíz de la crisis sanitaria de 50.000 millones de euros, según cuantificó la vicepresidenta primera, Nadia Calviño.
Factor determinante para la recuperación
La evolución del elevado volumen de ahorro precautorio y su traducción en gasto será crucial para determinar la mejora del consumo privado, un factor determinante para hacer consistente la incipiente recuperación económica, afectada por la crisis energética y los problemas de producción por el alto coste de las materias primas y los cuellos de botella.
Según Funcas, la demanda nacional seguirá siendo el principal motor de la expansión, con una aportación de 5 puntos este año y 5,4 puntos en 2022, una décima más de lo anticipado en julio. Asimismo, ha revisado el consumo privado significativamente al alza, como consecuencia del desplazamiento a 2022 de parte del efecto demanda embalsada que se esperaba para el presente ejercicio.
El auge del consumo privado también se sustenta en el aumento esperado de la renta disponible de las familias en términos reales, del 2%, dos puntos más que en 2021, gracias al freno anticipado del brote inflacionario a partir de la primavera, fecha en la que podría ponerse fin al incremento de los precios de la electricidad y del coste de las materias primas que, en caso de perdurar, podrían elevar el IPC español en 2022 al 3% y reducir el crecimiento del PIB español en 5 décimas.
Incertidumbre: se liberará progresivamente durante dos años
Aunque los datos de BBVA Research y los indicadores monitorizados del Ministerio de Asuntos Económicos constatan un notable repunte del gasto en tarjetas de crédito, las familias españolas todavía no han liberado el gasto que habrían realizado de haberse tratado de dos años normales y no afectados por la crisis sanitaria de la Covid-19.
Algunos de los negocios que podrían verse beneficiados a medida que se vaya produciendo este sobreahorro acumulado podrían ser los restaurantes, bares y discotecas, así como los negocios de ocio, como las discotecas, salas de conciertos y exposiciones, teatros y cine o todas aquellas actividades vinculadas a los viajes y el turismo.
El Banco de España señala no obstante que existe un «nivel de incertidumbre elevado» sobre el ritmo y alcance con que los hogares gastarán el notable volumen de ahorro acumulado durante la pandemia. De acuerdo con sus estimaciones, esa bolsa de ahorro podría situarse en torno a 6 puntos porcentuales de PIB.
Los motivos que llevan al organismo a considerar que los hogares harán un uso parcial de este ahorro a medio plazo son que ha tendido a concentrarse entre los hogares cuyos niveles de renta son más elevados, que tienden a mostrar una propensión
al consumo más baja, y el hecho de que las posibilidades de consumir de modo aplazado una parte significativa del gasto que dejó de hacerse durante la pandemia son limitadas, dado que recayó, sobre todo, sobre servicios relacionados con el ocio y la hostelería.
El último informe trimestral del Banco de España apuntaba a que la recuperación del nivel de ahorro que los ciudadanos tenían previo a la pandemia no se alcanzaría hasta más allá del ejercicio 2023, es decir, que restarían aún dos años para que se liberase ese sobreahorro en forma de consumo.
Otros puntos claves para la recuperación
En cualquier caso, todo este gasto acumulado se irá liberando paulatinamente en los próximos meses, en función de la evolución de la recuperación económica pendiente ahora de la crisis energética y de materias primas y de la ejecución de los fondos europeos.
El director de Coyuntura de Funcas, Raymond Torres, explicó en la presentación de la actualización de previsiones de la fundación que el consumo embalsado es precisamente uno de los factores que sustentan la recuperación iniciada desde principios de año, junto al rebote del turismo internacional, tras haberse logrado ya aproximadamente la mitad del turismo extranjero de 2019.
De hecho, el turismo internacional, que a finales de 2022 podría alcanzar el 90% del nivel precrisis. El sector exportador también muestra gran competitividad ante el buen comportamiento de las exportaciones de bienes y servicios no turísticos, con un alza de más del 20% interanual.
De cara a la inversión y el impulso de la demanda nacional serán vitales los fondos europeos, cuyo retraso en la ejecución lleva a Funcas a estimar una ejecución de 7.000 millones este año y otros 20.000 millones en 2022, frente a los 19.000 millones que recibirá España en 2021 y los 18.000 previstos para el próximo ejercicio. Los Presupuestos consignan 27.633 millones de euros.