El coste por hora trabajada vuelve a subir en el tercer trimestre por el descenso de los ERTE
La menor incidencia de los ERTE ha provocado un alza de los costes salariales, sobre todo en el sector de información y comunicaciones y en la hostelería
Las empresas españolas tratan de solventar sus problemas financieros provocados por la crisis de la Covid-19 pero están acusando un aumento del precio de la electricidad y de los costes laborales, ya que el coste por hora trabajada volvió al terreno positivo al subir un 0,2% en el tercer trimestre, en un contexto de menor incidencia de trabajadores bajo un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE).
El dato supone la vuelta al terreno positivo del coste por hora trabajada, ya que en el segundo trimestre sufrió una caída del 3,7%, el primer descenso en tres años, provocado por un aumento de las horas trabajadas por la menor afectación de los ERTE y la reducción de las bajas por incapacidad temporal, que superó al de los costes laborales.
A pesar de que la caída del número de trabajadores en ERTE ha continuado, hasta situarse por debajo de los 125.000 en la actualidad, el aumento de los costes laborales ha sido mayor que el del número de horas trabajadas y ello explica el alza del coste por hora trabajada, según los datos provisionales del Índice de Coste Laboral Armonizado (ICLA) publicados este viernes por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Estadística explica que, en general, durante el tercer trimestre de 2021 ha habido una menor incidencia de los ERTE en todas las actividades económicas, dando lugar a un aumento de los costes salariales en la mayoría de ellas y, en menor proporción, de los otros costes, como consecuencia de las exoneraciones en las cotizaciones sociales. Por su parte, en aquellas actividades donde las horas efectivamente trabajadas aumentan más que los costes, el coste por hora trabajada disminuye.
Si se eliminan los efectos estacionales y de calendario, el coste laboral por hora trabajada subió un 0,9% en el tercer trimestre de este año en comparación con el mismo periodo de 2020, por lo que regresó al terreno positivo que había presentado durante 15 trimestres hasta la caída del segundo trimestre.
En tasa trimestral (segundo trimestre sobre primer trimestre), el coste laboral por hora trabajada menguó un 0,4% en la serie corregida de efectos estacionales y de calendario, cuando en el primer trimestre se había estancado.
Información y construcción, sectores que más acusan el alza de costes
Los datos reflejan que las secciones que registran los mayores incrementos anuales en el tercer trimestre son información y comunicaciones (3,8%), construcción (3,1%) y actividades financieras y de seguros (2,2%). Por su parte, los mayores descensos se dan en actividades inmobiliarias (–8,7%), otros servicios (–6,5%) y educación (–4%).
Eliminando los efectos estacionales y de calendario, también son las actividades de información y comunicaciones (+4,7%), construcción (+3,7%) y actividades financieras y de seguros (+2,8%) las que presentan las mayores tasas de costes laborales, frente a las caídas en actividades inmobiliarias (-8,1%), industrias extractivas (-6,2%) y otros servicios (-5,5%).
El coste salarial sube un 0,2%: las actividades inmobiliarias lo recortan un 6,8%
Dentro de los costes, el componente referido al coste salarial subió un 0,2% en relación al tercer trimestre de 2020. Las actividades que registraron los mayores descensos interanuales de salarios fueron otros servicios (-4,8%), educación (-4,2%) y actividades inmobiliarias (-6,8%).
Por el contrario, los mayores incrementos salariales entre julio y septiembre se dieron en el sector de la información y comunicaciones (+3,9%), hostelería (+2,5%) y la construcción (+2,3%).
Entre tanto, los otros costes se elevaron un 0,4%, dejando atrás la primera caída en tres años del segundo trimestre, por el alza en construcción (+4,9%) y el comercio (+2,6%), frente a los retrocesos en las industrias extractivas (-15,3%) y las actividades inmobiliarias (-13,9%).
Por último, el coste laboral, excluyendo pagos extraordinarios y atrasos, repuntó un 0,2% interanual entre julio y septiembre, al subir sobre todo en construcción (+3,3%) e información y comunicaciones (+2,9%).