Consum no vio en 2011 un problema en las preferentes que colocaron las entidades
El ex director de la agencia, Jordi Anguera, asegura que ahora cree que hubo “engaño”
La información fluye. El conocimiento ahora de la crisis económica, que tuvo su epicentro en la burbuja inmobiliaria, podría evitar un nuevo desastre económico. Es una afirmación atrevida, pero es la que repiten los responsables políticos y financieros. La Gran Depresión de 1929, es verdad, no se ha vuelto a repetir, o no de la misma manera.
En todo caso, las participaciones preferentes y deuda subordinada que se colocaba en los últimos años no suponía un problema para el ex director de la Agència Catalana de Consum, Jordi Anguera, que dio explicaciones este lunes en la comisión de investigación sobre las cajas de ahorro en el Parlament.
Primero, la deuda de las familias
Anguera, preguntado por los distintos portavoces parlamentarios de la comisión, aseguró que no fue un problema en 2011, cuando se llegaron a comercializar de forma masiva. Anguera fue director de Consum entre 2007 y 2011, y este lunes destacó que la prioridad era otra, porque el objetivo fue el de evitar el sobreendeudamiento de las familias. “En el momento de la venta de las preferentes no éramos conscientes de que eso era un problema”, aseguró.
Jordi Anguera estuvo a la defensiva, pese a que no era el día en el que los diputados de la comisión quisieron hacer sangre. Formaba parte del tripartito, y fue propuesto por Esquerra Republicana, dentro del departamento de Economía que dirigía Antoni Castells. Así que Esquerra se guardó de lanzar una dura crítica, aunque Anguera acabara abandonando ERC para fichar por la escisión Solidaritat Catalana.
Banco de España, el responsable
Pero se ha defendido de las acusaciones de pasividad ante lo que se estaba cocinando entre las entidades y sus clientes, a cuenta de las preferentes. «Quien decidió que computaran [preferentes y deuda subordinada] como recursos propios sabía que generaba un problema. Quien lo decidió podía haber tomado medidas de control», señaló.
Y es que, ciertamente, quien lo decidió fue el Banco de España, como aludió Anguera en ese caso.
Anguera ha precisado que no fue “hasta hasta que los clientes de los bancos que tenían estos productos dejaron de percibir los intereses cuando se puso de manifiesto la situación”. Por tanto, ahora sí, pero no en 2011, Anguera admite que fue un “engaño”.
El derecho de los consumidores
“En las preferentes se ha vulnerado los derechos de los consumidores, se omitió información relevante y hubo engaño a consumidores que no daban el perfil adecuado. Entiendo que sí se vulneraron sus derechos porque no se dio la información relevante”, remató.
La comisión de investigación parlamentaria, por tanto, sigue una misma tónica: nadie es responsable, fueron las circunstancias, la vida, el ciclo económico. Aunque todos los asistentes acaban apuntando en una dirección: el Banco de España.
Sin embargo, ningún ex gobernador ni el actual del Banco de España han aceptado la invitación para comparecer.