Cómo se calcula un finiquito
El finiquito es un documento en el cual se detalla las cuantías que la compañía tiene pendientes de abonar al empleado
Cuando un trabajador concluye su relación laboral con una empresa, esta le debe entregar el finiquito, un documento en el cual se detalla las cuantías que la compañía tiene pendientes de abonar al empleado. Conviene tener en cuenta que la empresa tiene la obligación de presentarlo independientemente de la causa por la que el trabajador abandona la compañía, ya sea por despido o por decisión propia.
Si bien las empresas suelen entregar el finiquito junto con la indemnización, es necesario no confundir estos dos términos. Pues, una compañía puede entregar el finiquito y ninguna indemnización.
¿Qué incluye?
En el finiquito deben constar las pagas extraordinarias generadas y no abonadas, si no están prorrateadas en la retribución mensual del trabajador. También ha de concretar el salario pendiente, correspondiente a los días trabajados durante el mes en el que ha acabado la relación laboral.
Asimismo, tiene que especificar las vacaciones generadas y no disfrutadas, que además deben ser abonadas al trabajador. Conviene tener en cuenta que, además, la empresa está obligada a cotizar por el empleado durante esos días. Por tanto, en el informe de vida laboral debería aparecer dentro de la sección ‘vacaciones retribuidas y no disfrutadas’ en el apartado de cotizaciones.
Si el preaviso a no se respeta por alguna de las dos partes también ha de quedar reflejado, de la misma manera que si la compañía ha adelantado alguna parte del salario al empleado o el trabajador ha realizado horas extraordinarias y no se le han abonado.
En cualquier caso, se recomienda leer con atención el finiquito antes de firmarlo, puesto que en algunas ocasiones se explicita la renuncia a demandar a la empresa. Además, es aconsejable pedir una copia del documento y cerciorarse que en los dos consta la misma información.
¿Cómo se calcula?
Para calcular el finiquito es necesario estimar el salario diario del trabajador. Para ello, se divide la retribución mensual entre los 30 o 31 días del mes. Después se multiplica la cantidad obtenida por los días del mes que el empleado ha trabajado antes de poner fin a la relación laboral.
Por último, se añaden el importe correspondiente a las vacaciones generadas, si las hay. En este caso es necesario multiplicar los días de vacaciones, que se pagan igual que un día ordinario de trabajo, por la retribución diaria y añadirlo a la cantidad final.