Colau destina a promoción turística solo un tercio de lo que ingresa con el impuesto del sector
El Ayuntamiento de Barcelona prevé recaudar 72 millones con el Impuesto sobre Estancias en Establecimientos Turísticos (IEET), pero destina apenas 21 millones a partidas para fomentar el turismo
Menos cruceros, una moratoria hotelera, la oposición a la ampliación del aeropuerto de El Prat, la contienda contra Airbnb y la tasa a las pernoctaciones. La guerra particular de Ada Colau contra el turismo de masas parece no tener fin. La última batalla la ha abierto el Gremio de Hoteleros de Barcelona este jueves, cuando ha reclamado más transparencia para saber en qué se gasta el Ayuntamiento de la capital catalana los recursos que ingresa con Impuesto sobre Estancias en Establecimientos Turísticos (IEET).
Los Presupuestos municipales no desglosan la distribución de los fondos en partidas tan concretas, pero si permiten hacerse una idea general de la relevancia otorgada a cada tipología de políticas. Según las cuentas del consistorio de este 2023, Colau destinará unos 21 millones de euros a políticas para fomentar y promover el turismo, un tercio de todo lo que ingresa con el IEET y el 0,6% del gasto total.
Concretamente, los presupuestos municipales del Ayuntamiento de Barcelona contemplan recaudar 52 millones de euros con el recargo municipal sobre este tributo. A esta cifra hay que sumarle los 20 millones que recibirá de la Generalitat a través de los Fondos de Foment del Turismo, que devolverá a Barcelona aproximadamente un 62% del total recaudado en Cataluña, unos 100 millones.
El recargo municipal es la parte del impuesto turístico de la Generalitat que se devuelve a los ayuntamientos, que será de 3,25 euros por noche y por turista en Barcelona a partir de abril. En el resto de la comunidad autónoma, el total depende de la categoría del hotel y se mueve entre los 0,75 y los 2,50 euros por noche y turista.
En la sección de gastos de los presupuestos aprobados con la abstención de ERC, figuran 21 millones en una partida llamada Información y promoción turística, que a su vez se disgrega en dos subcategorías. La gran mayoría, 19 millones, se dirigirá al fomento del sector, 1,3 millones más irán a parar a la promoción y el millón restante a otras iniciativas de actividad turística.
Sube respecto al 2022
Se trata de la segunda partida más voluminosa dentro de los gastos destinados a políticas de Comercio, turismo y pequeñas y medianas empresas, que copan un 4% de las cuentas anuales. En 2023 los recursos a políticas turísticas han crecido en un 43%, no por voluntad del consistorio gobernado por los Comuns y el PSC, sino por el incremento de los Fondos de Foment del Turismo, que ha pasado de aportar 9,6 millones en 2022 a estos 20 millones para 2023, tal y como explica la misma administración local en la memoria de las cuentas. El año pasado se destinaron 13 millones a promover el turismo de la capital catalana.
El objetivo de dicho impuesto es potenciar Cataluña como destino turístico “de primer orden y de referencia a nivel mundial, tanto desde el punto de vista de la competitividad y de la calidad, como de la sostenibilidad, con un sector turístico de alto valor añadido”, según define la misma Generalitat. Los ingresos obtenidos de este tributo se tienen que destinar a políticas para impulsar el turismo sostenible, para la protección y mejora de los recursos turísticos, la creación de los productos y el desarrollo de infraestructuras y servicios relacionados con su actividad.
Según ha detallado este jueves el director general del Gremio de Hoteleros de Barcelona, Manel Casals, el Govern tiene estipulada una lista de conceptos donde se gasta el dinero del impuesto, de modo que es de carácter finalista, aunque ha puntualizado que la administración «no está obligada a gastarlo en cosas concretas». En este sentido, la entidad ha pedido «transparencia» para saber donde van los recursos receptados con el impuesto turístico.
Los hoteleros piden detalles
Los hoteleros barceloneses han reclamado los detalles de las inversiones, mientras que han explicado que ya se conoce qué parte del importe se ha destinado este año a actividades turísticas como el congreso Integrated Systems Europe (ISE) o la Copa de América de vela de 2024.
Con las municipales en mayo, el gremio no ha dudado en dejar entrever su mala relación con la alcaldesa. De hecho, han lamentado explícitamente la falta de diálogo con Colau, asegurando que han tenido que presentar 100 pleitos contra el ayuntamiento: “Que lo tenga que hacer un sector que representa el 13% del PIB de la ciudad, demuestra que hay algo que no va bien”.
Los hoteles de Barcelona cerraron 2022 con una ocupación del 75%, 6,8 puntos porcentuales menos que en 2019, antes del inicio de la pandemia, y con un precio medio de 152 euros, 12 más que en 2019, el más alto de la historia, con el que se ha podido paliar en alguna medida la inflación.