Estos son los obstáculos del coche eléctrico en España, según PwC
Su informe apunta al nivel de renta y un sistema deficiente de ayudas públicas
El nivel de renta y las ayudas públicas son dos de los principales factores que explican por qué el mercado de vehículos eléctricos no acaba de arrancar en España, según el informe eReadiness 2023, elaborado por PwC y presentado en el encuentro mundial sobre movilidad sostenible Global Mobility Call, celebrado esta semana en Madrid.
Tres perfiles de usuarios del coche eléctrico
El estudio analiza el estado de la movilidad eléctrica en 18 grandes mercados, a partir de una encuesta a más de 12.500 consumidores, a los que se divide en tres grandes grupos: Propietarios de vehículos eléctricos, futuros compradores y escépticos.
Los propietarios de vehículos eléctricos – el 6% de los consumidores encuestados – son un 51% hombres y un 49% mujeres. Tienen aparcamiento privado en casa, una edad media de 43 años y, lo más relevante, un alto poder adquisitivo, con unos ingresos medios brutos anuales de 91.000 euros.
El 86% de este perfil de usuarios utiliza su vehículo privado para desplazarse al trabajo una media de 4,4 días a la semana y recorre una distancia de 23 kilómetros. Suelen cambiarse de vehículo cada 5,9 años de media y el 62% asegura haber aprovechado alguna ayuda pública para comprar su vehículo.
En general, los propietarios están satisfechos con sus vehículos eléctricos, pero reconocen que se enfrentan a tres tipos de problemas: Los largos tiempos de carga, la falta de puntos de recarga y la autonomía limitada de los coches.
Los futuros compradores de vehículos eléctricos, el 62% de los consumidores entrevistados, han declarado su intención de comprar un vehículo eléctrico en los próximos cinco años.
En este caso, su perfil responde en un 53% hombres y un 47% mujeres, de 42 años, con unos ingresos medios brutos anuales de 74.000 euros. En este caso, utilizan el vehículo para ir a trabajar 4,2 días a la semana, recorren 28 kilómetros diarios y se cambian de vehículo cada 8,1 años.
Por último, los consumidores escépticos con el vehículo privado son el 32% de los encuestados y aseguran no tener intención alguna de hacerse con un coche eléctrico en los próximos cinco años.
Son en un 44% de hombres y en un 56% mujeres, con una media de edad de 49 años, y con un poder adquisitivo sensiblemente inferior a los perfiles anteriores, y que se sitúa en los 49.000 euros brutos de media al año.
Son, lógicamente, menos propensos a cambiar de vehículo (9,8 años de media). Entre los principales motivos de su escepticismo se encuentran los tiempos de carga, el alcance limitado de los vehículos, la incertidumbre sobre el tiempo de vida de las baterías y el precio superior en comparación con los automóviles de combustión.
Para Manuel Díaz, socio responsable de automoción en PwC, “la menor renta disponible de las familias en España respecto a otros mercados es una de las principales explicaciones de la falta de empuje de las matriculaciones de vehículos electrificados en nuestro país”.
En lo que va de año, los vehículos eléctricos apenas superan el 10% del total de las ventas, muy por debajo de la media de la UE y de los principales países europeos.
Esta situación está todavía más presionada por el actual contexto inflacionista y el endurecimiento de las condiciones de financiación por las subidas de los tipos de interés, razones que “dejarán de ser relevantes en la medida que los fabricantes consigan ajustar el precio de los vehículos”, según Díaz.
Desarrollo del parque eléctrico
El informe eReadiness 2023 analiza también el desarrollo de la electromovilidad en 18 mercados –Estados Unidos, Canadá, Alemania, Reino Unido, Suiza, Francia, España, Italia, Noruega, Polonia, China, India, Australia, Tailandia, Japón, Hong Kong, Singapur y Emiratos Árabes Unidos-, a partir de 14 indicadores agrupados en cuatro grandes dimensiones: Ayudas públicas, infraestructuras y la situación de la oferta y la demanda.
España, con un índice de madurez de 2,2 puntos -siendo 1 poco preparado y 5 muy preparado-, repite en el grupo de países donde el mercado de la movilidad eléctrica está menos desarrollado, junto con Italia, Emiratos Árabes Unidos, Japón, Polonia y Australia. Por su parte, Hong Kong (4,2), Noruega (4) y China (3,6) son los mercados punteros en relación con el vehículo eléctrico.
Llama la atención la situación de España a pesar de ser uno de los mercados con mayor número de ayudas e incentivos públicos, debido a “un sistema de concesión de ayudas poco eficiente, en el que llegan mucho después de la adquisición del vehículo”, explica Díaz, que pone el ejemplo de Portugal como país que, con un nivel de renta similar al de España, duplica la penetración del vehículo eléctrico, “gracias a la aplicación directa de las ayudas al vehículo eléctrico en el momento de la compra”.
Asimismo, el informe apunta a las infraestructuras de carga como una de las áreas de mejora, a pesar de que en los últimos doce meses se han realizado algunos avances: según los datos del último Barómetro de la Electromovilidad en España elaborado por Anfac, los puntos públicos de recarga eléctrica disponibles en el país ascienden ya a 18.128, 4.632 más que el año pasado, pero lejos de los objetivos previstos.