Claudia Buch, la rival alemana de Delgado en el BCE, en contra de «cuotas poco realistas» de mujeres
A pesar de tener menos experiencia que la candidata española, la vicepresidenta del Bundesbank gana enteros para dirigir el Mecanismo Único de Supervisión del BCE
Al mismo tiempo la candidatura de la vicepresidenta y ministra de Asuntos Económicos en funciones, Nadia Calviño, se ha abierto paso para conseguir la presidencia del Banco Europeo de Inversiones (BEI), la otra española en liza para uno de los principales puestos financieros de la eurozona ve cómo se alejan sus aspiraciones. La subgobernadora del Banco de España, Margarita Delgado, recibió el apoyo unánime de los eurodiputados durante su audiencia este verano, pero el avance de Calviño y las suspicacias del resto de socios hacen que sus posibilidades para hacerse con la dirección del Consejo de Supervisión del BCE se difuminen.
Al tiempo que la candidatura de Delgado ha perdido empuje, la alemana Claudia Buch, vicepresidenta del Bundesbank -el supervisor bancario-, ha ganado enteros a pesar de tener menos experiencia en el área. Ha sido gracias, sobre todo, al complicado encaje de bolillos que han de hacer los socios europeos para que ninguno de sus miembros acumule demasiados puestos de poder, en detrimento de otros.
Buch es definida por los rotativos alemanes como «tímida ante los medios». Sus intervenciones son muy medidas y se centran, sobre todo, en su área de experiencia: la política monetaria. Su currículum es sorprendente: además de sus estudios en Economía cuenta con estudios en Administración y Dirección de Empresas, ha sido profesora universitaria y ha formado parte del conocido como ‘Comité de Sabios‘ del Ministerio de Economía alemán.
Una técnico sin afiliación partidista
Sus posibilidades parecían escasas ante el perfil técnico de Delgado y la garra que demostró durante su comparecencia ante los eurodiputados de la Comisión de Economía. Los parlamentarios apoyaron con contundencia a la ‘número dos’ del BdE frente a la alemana, justificando su experiencia en el área -la supervisión bancaria- y alegando, como detallan medios como Politico, que podría hacer frente fácilmente a las presiones provenientes del sector financiero.
Parecía jugar en su contra también la nula afiliación política que ha demostrado en su país. Su nombramiento como segunda mujer miembro del Comité de Expertos económicos del Gobierno germano vino por parte del exvicecanciller y ministro de Economía Phillip Rösler, del partido liberal alemán (FDP). Sin embargo, su llegada al Comité Ejecutivo del Bundesbank vino por parte de la Gran Coalición. En su momento se consideró un tanto a favor de la CDU que lideraba Angela Merkel, debido al perfil conservador de la economista.
Tampoco se ha mojado en cuestiones que pueden ser consideradas ideológicas como la igualdad. Su currículum, que arroja un veloz ascenso profesional, no la ha hecho partidaria de las cuotas. Así lo manifestaba en una entrevista publicada en el diario alemán Südkurier, donde, si bien defiende que el Bundesbank promueve a las mujeres «y trabaja para aumentar la proporción de mujeres en puestos directivos», a preguntas de los periodistas respondía que han de partir de objetivos realistas. «Tenemos que partir del status quo y mejorarlo», aseveró.
La presidencia del BEI se decidirá al mismo tiempo
El intercambio de cromos va a propiciar que Buch se haga con el segundo cargo más relevante del BCE. Alemania ya ha confirmado que apoyará la candidatura de Calviño al BEI, una decisión que se tomará la semana que viene en la reunión del Ecofin en Santiago de Compostela, aunque la ministra no tendrá que abandonar el Gobierno de Pedro Sánchez hasta finales de año. Sin embargo, el nombramiento de la ‘número dos’ del Ejecutivo supondría concentrar gran parte del músculo financiero de la UE en nuestro país, que ya tiene a Luis de Guindos como vicepresidente del BCE o a José Manuel Campa como líder de la Autoridad Bancaria Europea.
La semana que viene el BCE también definirá quién se convierte en la presidenta del Comité de Supervisión y, salvo sorpresa mayúscula, Berlín se hará con el puesto. Será el mayor logro para Buch, cuyo nombre ha sonado en varias ocasiones para altas responsabilidades en el BCE e incluso para liderar el Bundesbank en su país. El mandato, de cinco años, comenzaría, también, el próximo 1 de enero.