Cívica se debate entre dejarse absorber por La Caixa o caer en manos del Frob
El banco liderado por Caja Navarra tiene encima de la mesa una oferta de compra por el 66% de su valor en Bolsa. Fainé no pagará más de 700 millones al detectar más ladrillo que el reconocido por Pulido y Goñi. La alternativa es quedar a expensas del Banco de España
Antonio Pulido y Enrique Goñi tienen ante sí un fin de semana intenso. Deben decidir a quién entregar Banca Cívica: o a La Caixa o al Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (Frob). Aunque el banco capitaneado por Caja Navarra prefiere la primera alternativa, Isidro Fainé ha presentado una oferta que valora la entidad en 700 millones de euros, es decir el 66% de su valor bursátil.
Además no habrá inyección de capital. La absorción se producirá mediante el canje de acciones, cuya ecuación aún no ha trascendido. La operación, por lo tanto, no está decidida, según fuentes del consejo de administración de Cívica.
En Catalunya no romperán el umbral de precio al detectar, durante la valoración de la entidad en venta, unas necesidades de aprovisionamiento de 700 millones para protegerse de las pérdidas futuras que ocasionará el ladrillo enquistado en balance y que los técnicos de La Caixa habrían computado en los últimos días.
Ahogada por el ladrillo
A Fainé le encaja Cívica en su esquema de futuro, pero no a cualquier precio. De hecho, en la sede corporativa del banco catalán se han tomado todo el tiempo que han considerado necesario para cocinar la oferta. Las prisas de Pulido y Goñi han sido desatendidas y la propuesta de compra enviada a Navarra ha sido meditada y valorada minuciosamente.
La pelota está en el tejado de Cívica y este fin de semana deberá tomar la decisión trascendental. Si opta por entregarse a La Caixa, la entidad catalana aprobará la operación el lunes. La alternativa en Navarra y Andalucía es admitir al Banco de España que no tiene recursos para generar o inversores que aporten los 2.000 millones de capital extraordinario que el Gobierno exige a la fusión fría (SIP) de cajas tras al decreto sobre el saneamiento financiero.
Según los cálculos del ministro de Economía, Luis de Guindos, Cívica requerirá de 1.248 millones de provisión adicional y de otros 783 de buffer de capital.
Accionistas minoritarios
Sea cual sea la decisión el accionista minoritario quedará atrapado en las pérdidas inmediatas. Aunque a futuro las nuevas acciones de Caixbank tendrían la capacidad de subsanar la situación. El grupo fruto de la alianza de Caja Navarra, Cajasol, Caja Burgos y Caja Canarias, colocó 248.800.000 acciones, representativas del 47,5% del capital social de la entidad.
En su salida captó 670 millones en Bolsa, prácticamente el precio propuesto por los de Fainé. El viernes el mercado ya olió la posibilidad de que la valoración de La Caixa, cuyo negocio financiero cotiza a través de Caixabank, fuera excesivamente baja y penalizó la acción de Cívica con caídas del 6,3%.
La huída de los inversores es el escenario más posible en los próximos días. Tanto como si Goñi y Pulido se rinden a Fainé como si lo hacen al gobernador Miguel Ángel Fernández Ordóñez. Si el 1 de abril Cívica no tiene socio o el capital requerido, el Banco de España tendrá las manos libres para decidir su futuro.