Citi pone en venta el grueso del negocio español
El banco estadounidense ofrece sus 45 oficinas aunque retendrá el negocio de tarjetas y los servicios centrales
Citi ha decidido desprenderse del negocio bancario que ha desplegado en España durante los últimos años bajo la franquicia Citibank. El grupo estadounidense ha entrado en contacto con varias entidades para sondear el interés sobre la red minorista y los activos asociados. En concreto, la operación afecta a las 45 oficinas que posee distribuidas en el país. Las primeras reuniones de venta empezaron en octubre de 2013.
Al margen y, por tanto continuarán bajo el paraguas de la multinacional, restarán el negocio de tarjetas de crédito y los servicios centrales. El perímetro traspasable sí incluye el mercado vinculado a las sucursales, que a grandes rasgos está compuesto por activos totales valorados en 5.000 millones. Atienden el volumen ofertado 300 empleados.
La reconfiguración del banco
Los planes del Citi, de ejecutarse según la hoja de ruta prevista, pasan por retener las tarjetas de crédito. Esta actividad tiene vida propia al margen de la bancaria. La filial Citi Financial, a través de la que se concedían hipotecas fuera de las sucursales, tampoco está en venta.
La retirada de Citibank en España seguiría la tendencia de las entidades internacionales con presencia en el país, que están renunciando a plantar cara a los grupos oriundos. El más reciente en arriar velas fue el británico Lloyds. En este caso influyeron las limitaciones al negocio y la agenda de ventas impuestas a cambio del rescate del gobierno británico.
La concentración de la banca en España
El sector bancario español ha experimentado una profunda reestructuración que tampoco pasará de largo para Citibank. Los grandes grupos cierran oficinas y agrupan el negocio en las delegaciones más rentables. Las pequeñas redes, como la administrada por los estadounidenses, tenderán a integrarse en otros grupos, según el consenso del sector. En este sentido, el grupo parece navegar a favor de la corriente, que señala un futuro óptimo para entidades de mayor tamaño.
En los últimos meses la banca ha corregido los desequilibrios acumulados en la anterior etapa de expansión: la red agregada y el empleo se han reducido un 14% y un 13%, respectivamente, desde los niveles máximos y el censo de cajas de ahorros ha caído a menos de la tercera parte. Las pérdidas y saneamientos equivalen al 20% del PIB español.