CEOE llama a evitar una espiral inflacionista por la subida de precios y salarios
La patronal considera que gran parte del incremento de precios "obedece a factores externos a la economía española", como los problemas de suministro o la invasión de Ucrania
La Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) ha hecho un llamamiento a evitar un escenario en el que la subida de precios y salarios «se retroalimenten entre sí», para no producir efectos de segunda ronda que lleven a la economía española a una espiral inflacionista.
El encarecimiento de la energía continúa siendo el principal elemento inflacionista a causa del incremento de las materias primas en los mercados internacionales, según ha señalado la patronal a través de un comunicado. Sin embargo, ha alertado que los alimentos, tanto sin elaboración como elaborados, «también están presionando al alza la inflación».
En su opinión, el hecho de que la inflación subyacente se situara en agosto más de cuatro puntos por debajo del IPC general, en un 10,5%, refleja «el esfuerzo del tejido productivo, en una situación todavía muy delicada para muchos sectores, para no repercutir todo el aumento de costes en sus precios finales de bienes y servicios».
Y es que, según ha indicado la CEOE, gran parte del incremento de precios que se observa en muchos componentes del IPC «obedece a factores externos a la economía española, como las consecuencias del conflicto bélico y los problemas de suministro». «La debilidad del euro es un factor adicional que encarece los bienes importados», ha añadido.
La organización que dirige Antonio Garamendi ha previsto que la inflación se mantenga elevada a corto plazo, aunque vaya moderándose, debido a que la prolongación de la guerra de Ucrania y las sanciones económicas impuestas a Rusia pueden seguir condicionando la evolución de los precios de algunas materias primas.
La inflación alcanza el 10,5% en España
En el conjunto del Estado, la tasa interanual del IPC en el mes de agosto se ha situado en el 10,5%, según el dato definitivo que ha facilitado el INE, que finalmente ha revisado al alza el resultado en una décima.
A pesar de que la cifra se posiciona ligeramente por debajo de la tasa de julio, continúa siendo muy elevada y se convierte en la segunda más alta de esta crisis de precios, después del 10,8% marcado en julio.
Si bien los precios de los carburantes y lubricantes empujaron la tasa a la baja, puesto que su coste fue inferior al de agosto de 2021, la electricidad provocó que el índice alcanzase esa cifra. De la misma forma, los alimentos y bebidas no alcohólicas, con una tasa anual del 13,8%, marcaron la subida más alta desde el inicio de la serie en 1994.
Si se eliminan los productos energéticos y los alimentos frescos, se observa que la tasa anual de la inflación subyacente ha sido del 6,4%, lo que supone la mayor cifra desde enero de 1993 y una diferencia con la inflación general de más de cuatro puntos.