CCOO y UGT calientan el 1-M: amenazan con «maldición bíblica» en las calles si no se deroga la reforma laboral
Sordo critica la campaña de parte de la hostelería a Ayuso y dice que si en vez de periodistas hubiese inspectores "otro gallo cantaría"
El 1 de Mayo se acerca en el calendario y los sindicatos comienzan a preparar su cita más importante del año en las calles elevando el tono de sus críticas ante lo que consideran los incumplimientos del Gobierno por no derogar las reformas laborales de 2011 y 2012 y la de pensiones del año 2013 y no subir todavía el Salario Mínimo Interprofesional (SMI).
Así se ha evidenciado por los secretarios generales de CCOO y UGT, Unai Sordo y Pepe Álvarez, durante su participación en la tercera movilización de la serie de convocatorias que celebran el día 11 de cada mes para exigir que el Gobierno cumpla con la agenda de reformas comprometida, en esta ocasión frente a la sede del Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital, algo simbólico ante las habituales discrepancias con la titular de este departamento, Nadia Calviño, y con concentraciones en 50 ciudades y pueblos.
Los dirigentes han mostrado que tras la «tregua» de un año para salir de la pandemia dada al Gobierno «ahora toca de manera inmediata derogar las reformas laborales», rechazando los últimos pronunciamientos del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, referidos a «actualizar» la normativa laboral, eludiendo hablar de derogar, en línea con la postura de la vicepresidenta segunda, Nadia Calviño, y en contraposición a la idea de la vicepresidenta tercera y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, y la exigencia sindical.
Este mismo lunes la ministra de Hacienda y portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, ha indicado que la reforma laboral derogará elementos de la anterior reforma del Gobierno del PP pero incorporará otros nuevos, como la dualidad para reducir la temporalidad o las políticas activas de empleo.
En un acto organizado por ‘Invertia-El Español’, Calviño ha dicho que se trata de un tema “complejo”, y ha marcado que a corto plazo de forma “inmediata” se abordará un plan de choque contra el desempleo juvenil, la modernización y digitalización del SEPE, la modernización de las políticas activas de empleo, en las que hay mayor consenso con CCAA y CEOE, y la culminación de la norma sobre ‘riders’.
Ya para la segunda parte del año ha dejado abordar con los agentes sociales sobre la base del diálogo las reformas de más calado, como la modernizar la negociación colectiva, simplificar los tipos de contrato, establecer un mecanismo permanente de flexibilidad interna a las empresas.
Eso sí, ha insistido en que hay que contar con un acuerdo “amplio” y “gran apoyo político y social” para asegurar que las reformas que se ponen en marcha con eficaces y duraderas. Sobre la prórroga de los ERTE ha vuelto a insistir en que tras la primera fase de choque con apoyo a trabajadores sin actividad, se pasó a una segunda fase de impulso a la reincorporación de trabajadores y a posterioi concentrando el apoyo en sectores. A su juicio, hay que favorecer la reincorporación de trabajadores.
Llaman a la calle tras la «tregua» de un año
«El Gobierno tiene que ser consciente de que esto va a subir, de que habrá más movilizaciones, y hay una fecha especial en el calendario la del 1 de mayo«, ha enfatizado Álvarez, quien ha instado a convertir la cita en «una manifestación multitudinaria que exija al Gobierno que se pongan en marcha para acabar con los graves problemas del sistema de relaciones laborales y de protección social».
Álvarez ha indicado que tras un año de «tregua» al Ejecutivo por la pandemia, toca salir el 1 de Mayo «con plenas garantías de seguridad y columnas bien organizadas» para exigir al Gobierno que cumpla con sus compromisos respecto a la derogación de la reforma laboral, el alza del Salario Mínimo y la reforma del sistema de pensiones. «Que nadie tenga miedo», ha dicho en relación a posibles contagios.
«No pararemos, no es ninguna broma. Alguien puede pensar que es una amenaza, pero será una maldición bíblica. Cada mes nos seguiremos movilizando porque la negociación sin movilización no funciona», ha recalcado, instando a movilizarse como «demostración palpable de que queremos cambios y que se cumplan con las promesas» y par «cerrarle la boca a toco el mundo, incluida a la ultraderecha».
El líder de UGT ha avisado de que los sindicatos no aceptarán «retoques» de la reforma laboral del año 2012, sino que exigen su derogación al ser lo que se necesita para «poder abordar una negociación seria con la CEOE», puesto que lo contrario supondría una «entelequia», ya que «no hay posibilidad de negociar convenios dignos».
Salario Mínimo y pensiones
Pero más allá de la reforma laboral, tanto Álvarez como Sordo han exigido que el Gobierno aclare ya cuando subirá el SMI, tras postergar su aumento (a pesar de la postura favorable de Díaz a subirlo). El Ministerio de Trabajo encargó un análisis sobre la subida del SMI con un plazo de tres meses. En este punto Álvarez ha apelado directamente a Calviño, a las puertas de su propio ministerio, para que responda sobre las fechas para subir el SMI.
Los sindicatos también han hecho hincapié en la necesidad de la derogación de la reforma de las pensiones del año 2013 con el fin de revalorizarlas anualmente con arreglo al IPC, se suprima de forma definitiva el factor de sostenibilidad (revalorización del 0,25% aprobada por el PP) y no solo durante un año, así como asegurar la viabilidad y sostenibilidad del sistema extrayendo del mismo gastos impropios y aumentando la recaudación.
«Las pensiones son bajísimas, la media no llega a los 950 euros», ha denunciando Álvarez, avisando de que se incrementarán las movilizaciones si no se acometen medidas en beneficio de los pensionistas, al tiempo que Sordo ha marcado como «prioridad» que a lo largo de este año el SMI vuelva a subir y al final de la legislatura suponga el 60% de la media salarial, como marca la Carta Social Europea.
Sordo pide que ricos paguen y carga contra Ayuso y la campaña de hosteleros
En la línea de Álvarez, el secretario general de CCOO, Unai Sordo, ha defendido en su turno de intervención que la acción del Gobierno debe enfocarse en hacer políticas para la clase trabajadora y no estar motivada por una «especie de batalla cultural», y ha avisado de que los sindicatos «no se cansarán de reivindicar la derogación de la reforma laboral y la subida del SMI en las calles hasta que acabe en el BOE».
Sordo ha dicho que España puede tener un sistema público de pensiones «suficiente» si se pone recursos ahora y en los próximos 30 años, pero «hay que tomar medidas sobre ingresos, autónomos y bases máximas», porque «para beneficiar a la mayoría social claro que hay beneficiar a una minoría de élite económica que en este país está acostumbrada a pagar poco o nada».
En este sentido, sobre el planteamiento de la Administración de EEUU de fijar nivel mundial un tipo mínimo en el Impuesto sobre Sociedades del 21%, Sordo ha indicado que «no son socialistas ni comunistas» y si se plantease en España «le llamarían venezolano o bolchevique». En su opinión, interpretan cómo se definen las sociedades del futuro acometiendo también una política de gasto y de subida del SMI que doblaría al de España.
En su intervención ha hecho referencias directas a la crispación política y en especial a la candidata del PP a presidir de nuevo la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, al referirse a «eslóganes guerracivilistas que toman a la gente por idiota, como si estuviera en juego la libertad, dando a elegir entre libertad o comunismo». «Son idioteces que podrían hacer pensar que estamos en medio de una batalla cultural», ha dicho.
También ha criticado el «despliegue mediático» sobre el apoyo de una parte de la hostelería madrileña a la candidata ‘popular’ y presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, sobre lo que ha animado a que «hubiese menos periodistas y más inspecciones de trabajo» porque «seguramente otro gallo cantaría».
«Les ha permitido tomarse esto de la pandemia poco menos que como una broma, donde el derecho a poner cardamomo en el ‘gin tonic’ es equiparable a tener o no tener una sanidad pública», ha denunciado.