CatalunyaCaixa tiene que devolver, al menos, 20.000 millones en préstamos
De los 76.000 millones de pasivo sólo 46.000 son depósitos de clientes mientras que el resto son créditos. La situación del balance de la caja dificulta la 'solución catalana' a la privatización de la entidad
La subasta de CatalunyaCaixa ha destapado que faltan 30.000 millones en liquidez. Según el cuaderno de venta distribuido por el banco de inversiones Citi Group, el balance de la última caja catalana se distribuye, en el pasivo, entre los 46.000 millones en depósitos de clientes y en otros 30.000 millones tomados como préstamos de grandes inversores institucionales, el doble de lo aflorado durante la venta de la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM), comprada por el Sabadell.
Fuentes oficiales de la entidad catalana niegan que exista este déficit y reducen los compromisos contraídos con los mayoristas a 20.000 millones. Sus portavoces cifran los préstamos totales comprometidos en 55.000 millones, por lo que el gap que reconoce la entidad es de 9.000 millones, explican, por lo que los vencimientos para los próximos tres años están cubiertos.
CatalunyaCaixa insiste en que “tiene exceso de liquidez” y que por lo tanto puede hacer fluir el crédito hacia otras entidades. En concreto ha destinado la mitad de los préstamos tomados de grandes inversores a financiar a otras entidades y a la compra de deuda pública. Esta estrategia permite a la caja aprovechar oportunidades de negocio.
Calendario de pagos
Sin embargo, según la documentación distribuida por Citi, los créditos comprometen a CatalunyaCaixa con un calendario de vencimientos particularmente duro a partir de 2014, informa El Confidencial. De momento, y durante los próximos tres ejercicios, esa deuda se enjugará a 2.500 millones por año, aunque la cifra crecerá cumplida la primera fase de amortizaciones.
El volumen de compromisos a los que CatalunyaCaixa se ha obligado limita notablemente el número de aspirantes a pujar por la entidad. La privatización queda limitada, en la práctica, a los tres mayores actores del sector: Santander –el favorito, por ahora–, BBVA y Caixabank –que no participará debido a su elevada cuota de mercado en Catalunya–.
Estas son las franquicias con el músculo financiero lo suficientemente desarrollado como para afrontar una compra de estas características. El balance de CatalunyaCaixa descarta la opción de Banc Sabadell, según fuentes próximas al proceso, a no ser que el Gobierno cambie de idea y ofrezca ayudas directas. El ministro de Economía, Luis de Guindos, no parece estar por labor.
El grifo del BCE
La situación de CatalunyaCaixa no es muy distinta a la de sus posibles nuevos dueños. Santander, BBVA y hasta Caixabank han tenido que recurrir al Banco Central Europeo para financiarse. Emilio Botín ha pedido 35.000 millones, Francisco González 22.000 e Isidro Fainé, 18.840.