Cataluña mantiene 15 impuestos propios frente a la supresión total en Madrid
Es la región con más impuestos propios de España y el Govern recauda con ellos 677 millones al año
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha anunciado por todo lo alto la supresión de los impuestos propios en la región madrileña, decisión que convertirá a la autonomía en la primera exenta de cualquier tasa exclusivamente autonómica en toda España.
Frente a esto, la comparativa con el resto de regiones sitúa a Cataluña en el punto de mira al ser la comunidad autónoma con un mayor número de tributos propios, en total 15, ya que hasta hace pocos meses presentaba 19 tributos propios pero cuatro de ellos han sido declarados inconstitucionales, principalmente por motivos competenciales.
Se produce así un nuevo capítulo en la guerra fiscal abierta entre las comunidades del PP, defensoras de los impuestos bajos, sobre todo la región madrileña, y el Gobierno central, junto al resto de regiones, que abogan por la armonización fiscal y mantienen más altos impuestos como el de Patrimonio, Sucesiones o Donaciones.
Cataluña: impuestos a centros comerciales, casas vacías o refrescos
Entre todas ellas destaca Cataluña, que lidera el ranking de tributos propios de comunidades autónomas, con un total de 19, entre cánones e impuestos, según el Panorama de la Fiscalidad Autonómica y Foral 2021, publicado el pasado mes de marzo por el Registro de Economistas Asesores Fiscales del Consejo General de Economistas (CGE).
Los catalanes tienen que hacer frente a un canon del agua, otro sobre la deposición controlada de residuos municipales, industriales y de la construcción, así como sobre la incineración de residuos municipales y un gravamen de protección civil. Otros tributos que tienen que abonar los ciudadanos de Cataluña es el impuesto sobre grandes establecimientos comerciales, sobre las estancias en establecimientos turísticos (tasa turístico), sobre los depósitos en las entidades de crédito, sobre la emisión de óxidos de nitrógeno a la atmósfera producida por la aviación comercial y sobre la emisión de gases y partículas a la atmósfera producida por la industria.
A ellos se suman el impuestos sobre la producción de energía eléctrica de origen nuclear, otro sobre la provisión de contenidos por parte de prestadores de servicios de comunicaciones electrónicas y de fomento del sector audiovisual y la difusión de la cultura digital, sobre las viviendas vacías, y sobre el riesgo medioambiental de la producción manipulación, transporte, custodia y emisión de elementos radiotóxicos.
Los restantes impuestos propios son sobre las bebidas azucaradas envasadas, sobre las emisiones de dióxido de carbono de los vehículos de tracción mecánica, sobre los activos no productivos de las personas jurídicas y sobre las instalaciones que inciden en el medio ambiente.
Sin embargo, el TC declaró inconstitucional el tributo catalán sobre elementos radiotóxicos, sobre centrales nucleares, así como otros dos , mientras que determinó la constitucionalidad del tributo sobre las estancias en hoteles y en cruceros turísticos, que había recurrido el PP.
Madrid elimina sus tres impuestos propios
En el caso de la Comunidad de Madrid, Ayuso anunció la supresión de los tres únicos tributos que quedaban vigentes en la región. Se trata de la supresión del impuesto de instalación de las maquinas recreativas al considerar que ha quedado obsoleto como consecuencia de la creación de una nueva figura fiscal de carácter estatal sobre el juego de apuestas. Así lo señala a Economía Digital el secretario técnico del REAF-Consejo de Economistas, Luis del Amo, que recuerda que era la única región que conservaba este tributo.
Además, se suprimirá el impuesto sobre depósito de residuos, destinado a la protección del medio ambiente, ya que quedará solapado por el impuesto estatal que va a poner en marcha el Gobierno de España. En 2020, la recaudación en la Comunidad de Madrid por el tributo propio fue de 2,2 millones.
Igualmente, la Comunidad de Madrid ya había rebajado desde el año 2009 al 0% el recargo sobre el Impuesto de Actividades Económicas (IAE), ha apuntado Del Amo sobre este impuesto grava el ejercicio de actividades empresariales, profesionales o artísticas en territorio nacional, con gestión compartida entre el Estado y las comunidades.
La medida supondrá un impacto negativo de 3,4 millones de euros para las arcas públicas de la Comunidad de Madrid, aunque en términos relativos no será una caída tan drástica. Apenas se reducirá un 0,02% la recaudación de la región, lo que supone una reducción de 70 céntimos por habitante, frente a una recaudación total de 3.415 euros por contribuyente.
No obstante, desde el CGE apuntan que la Comunidad de Madrid, recibe una parte importante de recaudación a través de la tributación del juego (cedida y propia) que no aparece al tratarse de tasas. Por lo tanto, los ingresos que obtiene Madrid tanto por el agua como por una parte del juego no se consiguen a través de impuestos, pues se obtiene mediante otras figuras tributarias, lo cual distorsiona los resultados con respecto a otras autonomías que han decidido gravar estos objetos imponibles con impuestos propios.
Cataluña obtiene 677 millones con sus impuestos y Madrid apenas 7
Sin contar a las regiones de régimen propio (País Vasco y Navarra), las CCAA con un mayor número de tributos, además de Cataluña (15), son Andalucía (8), Asturias (7), Galicia y Murcia (6), Aragón , Canarias y Comunidad Valenciana (5), Baleares (4), Cantabria (3), Castilla-La Mancha y Castilla y León (2) y por último la Comunidad de Madrid, que pasará a no tener ninguno.
El último informe del REAF del Consejo General de Economistas también recoge como las novedades en materia de tributos propios en 2020 el canon sobre vertidos y la incineración de vertidos en Baleares y el impuesto sobre las viviendas vacía en la Comunidad Valenciana.Los impuestos propios subió un 2,7%, hasta los 2.428 millones entre todas las CCAA, en línea con el alza del 2,8% de los ingresos tributarios totales, que ascendieron a 114.199 millones de euros.
Las CCAA que más recaudan con impuestos propios son Cataluña (677 millones), Canarias (487millones), Comunidad Valenciana (298 millones) y Baleares (216 millones). En el lado contrario, Madrid, con apenas 6,9 millones, y Castilla-La Mancha, con 13 millones, son las regiones que menos recaudan con sus propios tributos.
Guerra fiscal: impuesto a Madrid y armonización fiscal
La guerra fiscal entre comunidades autónomas y partidos políticos parece retornar tras un muy breve descanso estival desde que el ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, apoyara la propuesta del ‘president’ de la Generalitat, Ximo Puig, de estudiar un impuesto a las rentas altas de la Comunidad de Madrid para compensar al resto de autonomías el efecto capitalidad.
La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, fue clara negando que se esté estudiando un gravamen de este tipo, pero anteriormente ya avanzó al inicio del año su intención de armonizar los impuestos de Patrimonio, Sucesiones y Donaciones y Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados acusando directamente a la Comunidad de Madrid de ‘dumping fiscal’, eso sí, una vez los expertos encargados de la reforma fiscal publiquen sus conclusiones en febrero de 2022.
Una de las regiones más beligerantes contra la pretendida armonización fiscal del Gobierno es precisamente la Comunidad de Madrid, cuya presidenta, Isabel Díaz Ayuso, ya avisó en su último encuentro con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en la Moncloa que la región acudirá al Tribunal Constitucional “y donde haga falta” para evitar dicha armonización.
Ayuso defiende que si hay presidentes autonómicos que se quejan de los bajos impuestos de Madrid, que sean ellos los que reduzcan los impuestos, y rechaza una “fiscalidad a la carta para contentar a los independentistas”.
Tras las palabras de Ayuso, Montero defendió la política fiscal pretendida por el Ejecutivo en línea con la corriente internacional, y sostuvo que la autonomía fiscal es “intrínseca” al Estado de las autonomías pero ello es compatible con “cierta armonización” que “en ningún caso supone una subida o bajada de impuestos”.
Según Montero, las CCAA mantendrán su autonomía fiscal en los impuestos fijados y, eso sí, pide “lealtad institucional” y no caer en la “incoherencia” de acometer una política de bajos impuestos pero luego exigirle al Estado más dinero y por consiguiente una subida de impuestos.
Fuentes gubernamentales señalan que será en el marco de la financiación autonómica que el Gobierno prevé acometer tras el verano donde se decidirán cuáles son las figuras fiscales que los territorios van a tener cedidas y las otras que se incluirán en un marco de armonización, como Sucesiones, Donaciones y Patrimonio. La batalla entre el Estado y la Comunidad de Madrid podría dirimirse en los tribunales.