El motivo por el que el casero puede entrar en un piso alquilado
Si el arrendador entra sin permiso del inquilino en su casa alquilada puede enfrentarse a un delito de allanamiento de morada
¿Imaginas entrar en casa y encontrar a tu casero? Aunque pagues religiosamente el alquiler de tu casa habitual, la propiedad siempre seguirá siendo del casero. Sin embargo, esto no significa que pueda campar por sus anchas por la vivienda y entrar sin el permiso del inquilino.
Ante la pregunta de si el casero puede entrar en un piso alquilado, la respuesta es: no. Es más, si el arrendador entra sin permiso del inquilino en su casa alquilada, supone un delito de allanamiento de morada, que puede conllevar penas de cárcel.
“Si se produce allanamiento de morada, la pena de prisión es de seis meses a dos años. Si este hecho se ejecuta con violencia o intimidación, la pena será de prisión de uno a cuatro años y multa de seis a 12 meses”, establece el artículo 202 del Código Penal.
Y es que, en el momento en el que existe un contrato de alquiler que indica que la vivienda está alquilada, la casa pasa a ser la morada de este. Por tanto, no se podrá entrar si el inquilino no lo permite, ya que el casero ha cedido el uso de la casa a cambio de una compensación económica mensual.
No obstante, existe un motivo concreto por el que el casero puede entrar en un piso alquilado sin enfrentarse a delitos.
Motivos por los que el casero puede entrar en un piso alquilado
Según la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU) el casero tiene derecho a entrar en la vivienda alquilada de su propiedad para verificar si se requieren reparaciones u obras de mejora para conservar las condiciones de habitabilidad.
Eso sí, el inquilino deberá dar su consentimiento para que examinen la vivienda, ya sean los técnicos como el propietario. De esta forma, hay que tener en cuenta que si el inquilino se niega y se originan daños en la vivienda por evitar una revisión, este deberá hacerse cargo de las reparaciones por haber negado la entrada al propietario o a los técnicos.
Asimismo, siempre con el consentimiento del inquilino, el propietario puede entrar en la vivienda si la tiene en venta con un arrendatario y le pide enseñar la propiedad a los interesados en comprarla mientras sigue siendo la casa habitual de este.
Importancia de firmar un contrato de alquiler
El alquiler de una vivienda requiere un seguido de trámites, tanto para el propietario como para el interesado en la casa. Aunque todos los trámites son importantes, no debes olvidar uno en especial: el contrato de alquiler, un documento clave para establecer las condiciones y especificar cláusulas.
Para formalizar correctamente un contrato de arrendamiento entre particulares, debe aparecer una serie de información que tipifiquen cómo será la relación entre propietario e inquilino, así como las condiciones. Estos son los puntos que debe incluir:
- Datos personales del propietario y del inquilino.
- Si la persona que alquila el piso es física o jurídica.
- Datos de la vivienda.
- Inventario de bienes.
- Duración del contrato de alquiler.
- Renta mensual y forma de pago.
- Fianza.
- Posibles prórrogas.
- Plazo de preaviso para abandonar la casa.
- Si puede el arrendador recuperar la vivienda y en qué casos.
- En qué casos el inquilino puede rescindir el contrato.
- Pago de suministros.
- Avalistas.
- Reparaciones.
Riesgos de vivir sin contrato de alquiler
Al no constar sobre papel, una vez los inquilinos deciden abandonar el piso, el propietario puede tener dificultades para recuperar su vivienda y tampoco existe un documento que determine el inicio del alquiler. Además, en el caso de malas praxis, el propietario tampoco podrá demostrar que se está incumpliendo el contrato, al no haber un acuerdo previo.
Además, si se producen impagos o el inquilino empieza a pagar menos de lo acordado en el contrato verbal, también es complicado de demostrar que se tiene la vivienda alquilada. Para evitar esta situación, es recomendable guardar los recibos y justificantes de ingreso.
También pueden existir problemas en el momento de la devolución de la fianza, tanto para el propietario como para el inquilino. Y es que, el propietario puede asegurar que devolvió la fianza sin hacerlo y el inquilino puede asegurar que los desperfectos ocasionados ya estaban cuando entró a vivir.
Asimismo, hay que tener en cuenta que, a pesar de que sea una práctica legal, es necesario depositar la fianza en la entidad indicado y declarar los ingresos obtenidos en la Renta para evitar posibles multas. De lo contrario, las sanciones van desde el 50 hasta el 150% de la cantidad no declarada.
Otro de los riesgos a los que se pueden enfrentar los inquilinos al vivir en una casa de alquiler sin contrato, es la dificultad de poder obtener ciertas prestaciones debido a que no se puede probar que se vive en alquiler.