Casado deja CatalunyaCaixa para dirigir una alianza de grandes empresas que pretende mejorar la imagen española en el exterior
La nueva asociación empresarial estará formada por las principales compañías del Ibex 35, el Instituto de la Empresa Familiar y sociedades no cotizadas como Planeta y El Corte Inglés, entre otras
De la presidencia de CatalunyaCaixa a Madrid por vía directa y urgente. Fernando Casado anunció ayer su dimisión como presidente de la caja de ahorros catalana en el transcurso de un consejo de administración ordinario. Tras un brevísimo periodo como máximo responsable del órgano de gobierno de la entidad financiera, frustrado por diferencias salariales insalvables y por la compleja situación del grupo bancario, Casado será el nuevo responsable ejecutivo de una asociación empresarial cuya misión será recuperar la confianza de los mercados internacionales en la economía española, según ha podido saber Economía Digital.
Firmas cotizadas como Inditex, Iberdrola, Planeta, Telefónica, ACS, Ferrovial, Acciona, BBVA y Santander e instituciones como el Instituto de la Empresa Familiar (que ya fue dirigido anteriormente por Casado) han decidido contribuir a mejorar la imagen internacional de España y de los negocios promovidos por los grupos de capital español en contra del escepticismo exterior que ha provocado problemas con la imagen del país, así como el riesgo de la deuda pública o la cerrazón de los mercados a financiar a esos grandes grupos. También participarán empresas no cotizadas pero de gran tamaño, como Planeta o El Corte Inglés, entre otras. La presidencia será rotatoria.
La nueva asociación, a medio camino entre una patronal de grandes corporaciones y un lobby, será presentada en público a final de mes, según han confirmado fuentes conocedoras del proyecto. Impulsar las relaciones de negocios entre el Ejecutivo español y otros gobiernos extranjeros es el principal objetivo de la iniciativa. Asimismo, el Consejo Empresarial para la Competitividad (nombre que ha adquirido el proyecto en su fase embrionaria) generará documentación especializada para facilitar esa colaboración y mejorar la maltrecha imagen del made in Spain.
Rosell, el sustituto
Casado comunicó ayer su decisión al consejo de administración de CatalunyaCaixa, que nombrará a Manel Rosell como nuevo presidente. Rosell es vicepresidente primero de la entidad y, de acuerdo con los estatutos, el relevo natural en un caso como el acontecido. En las últimas horas, representantes de las diputaciones de Barcelona y Tarragona pertenecientes a PSC y CiU han mantenido infructuosos contactos tendentes a buscar una solución al vacío de poder que se ha producido.
La salida de Casado de la caja catalana se produce después de un incidente a propósito de su retribución que ha precipitado los acontecimientos. El directivo pacto con PSC y CiU una retribución superior a la que percibía como director general del Instituto de la Empresa Familiar (IEF), que rondaba los 600.000 euros. Según algunas fuentes de su entorno, Casado habría apalabrado un salario de 800.000 euros anuales que fue bloqueado por la comisión de retribuciones de la entidad (especialmente por la oposición de representantes de los ayuntamientos), lo que dio lugar a buscar una solución transitoria: Casado recibiría 200.000 euros anuales y sólo tendría una dedicación parcial al grupo financiero.
Ese hecho fue el detonante que hizo recapitular al presidente de CatalunyaCaixa. Dentro del consejo de administración, su dimisión ha provocado reacciones contrapuestas. Para una parte de los consejeros, entre los que se cuentan los representantes de los trabajadores, la salida de Casado es “una mala noticia” en la medida en la que la entidad se ha visto sacudida por el debate que su salida ha generado ante la opinión pública. Otros consejeros, más próximos a los partidos políticos, consideran que el debate ha sido bien empleado si con él se conseguía paralizar una retribución que podría haber sido considerada “inmoral” en una situación de crisis económica y paro creciente como la actual.
El consejo también trató ayer de los bonus de la entidad correspondientes al segundo semestre de 2010. Además, aprobó la conversión en banco de la caja de ahorros catalana.