La Cámara de España hunde al 4,7% la previsión de crecimiento en 2021 por la crisis de suministros
La escasez de componentes, el alza de las materias primas y la lentitud de ejecución de los fondos europeos lastras la recuperación económica
La recuperación de la economía tras la crisis del coronavirus será más lenta de lo previsto. La Cámara de España ha rebajado su previsión de crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) 1,2 puntos hasta situarla en el 4,7% para el cierre del 2021. Es una de las consecuencias de la actual crisis mundial de suministros que ha golpeado con fuerza al país.
Sus pronósticos se suman así a los que ya han realizado en las últimas semanas otros organismos económicos como el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco de España, la Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas) o la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef). Todos concluyen en que la reactivación tras la pandemia será más moderada en los próximos meses.
El informe presentado por la Cámara de España supone un fuerte contraste con respecto a su anterior actualización, en la que se esperaba que la economía española creciera ya un 5,9% este año. Detrás de este recorte hay una vorágine de causas, aunque la principal se centra en la escasez de componentes que está poniendo en jaque a la actividad industrial.
El análisis de los especialistas ha advertido sobre las consecuencias de esta crisis internacional de suministros, que ya ha llegado a otros sectores como la actividad manufacturera, el comercio al por mayor, el transporte, la logística o los servicios profesionales. A este hándicap se suma el encarecimiento de las materias primas que ha ralentizado la recuperación.
La Cámara de España también se ha detenido en el impacto que está teniendo la lenta ejecución de los fondos europeos de recuperación, que se están materializando más despacio de lo planeado. Hasta la fecha se ha ejecutado el 51% de los 26.634 millones liberados ya para el transcurso del 2021.
Este cóctel de motivos ha provocado que la institución también haya recortado las previsiones de crecimiento para el 2022. Si antes estaba previsto que el Producto Interior Bruto (PIB) despegara un 6,2% en el próximo año, ahora el pronóstico se ha reducido hasta el 5,5%.
La caída de la inversión en la construcción limita la recuperación
La institución económica ha puesto un foco especial en el panorama que atraviesa la construcción, que ha invertido por completo sus previsiones. La inversión en el sector cerrará el año con un descenso del 2,8%, frente al crecimiento del 4% que se preveía en la anterior actualización.
La Cámara de España ha modificado sus pronósticos como consecuencia de la demanda de vivienda, que ha crecido por debajo de lo esperado, así como por el lento ritmo de ejecución de los proyectos vinculados a los fondos de recuperación que llegan desde Bruselas.
También perderá dinamismo el consumo público que crecerá en 2021 en el orden de un 3%, lo que supone un recorte de 1,8 puntos con respecto a la anterior actualización.
Los problemas de abastecimiento golpearán también tanto a las importaciones como a las exportaciones españolas. Aunque en ambos casos seguirán representando uno de los motores de la economía. Las ventas al extranjero se elevarán un 12,6% al cierre del año, mientras que las compras crecerán un 10,7%.
El frenazo de la recuperación no limitará la creación de empleo
Pese a esta fuerte corrección de las previsiones, desde la Cámara de España no esperan que sus efectos se traduzcan de manera inmediata en un impacto negativo sobre el mercado laboral. Sus estimaciones muestran una reducción de la tasa del paro de dos décimas ya este año hasta situarse en el 15,3%. Mientras que en 2022 caerá al 14,4%.
«A pesar de la ralentización en el ritmo de crecimiento de la economía, el mercado laboral se comportará mejor de lo esperado», han reflejado los analistas.
El informe también recoge algunos de los problemas que actualmente sacuden a la economía española como la inflación. La institución ha calculado que el incremento del Índice de Precios al Consumo (IPC) se situará en 2021 en el 2,7%, mientras que el año siguiente será del 2,6%.
Con esta realidad sobre la mesa, la Cámara de España ha insistido en la necesidad de poner en marcha medidas para reducir el déficit y la deuda pública. Los analistas han apuntado a que estas políticas pueden resultar clave para mantener los programas de estímulo del Banco Central Europeo (BCE) si la inflación se prolonga en el tiempo.