Calviño, tajante: «No es el momento de subir impuestos»
La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, mostró el lunes su intención de incluir subidas de Sociedades e impuestos a la riqueza en enero
La vicepresidenta segunda y ministra de Asuntos Económicos y para la Transformación Digital, Nadia Calviño, se ha mostrado este jueves tajante asegurando que «no es el momento de subir impuestos» y «menos a corto plazo» porque la prioridad actualmente para el Gobierno español debe ser impulsar el crecimiento económico y la creación de empleo.
«De ninguna manera estamos hablando de subir impuestos y menos a corto plazo», ha apostillado Calviño en declaraciones a la cadena SER, en la que ha insistido en que la prioridad debe ser impulsar el crecimiento económico y la creación de empleo, motivo por el que tampoco se han subido los impuestos este año tal y como «se ha demostrado» en los Presupuestos Generales del Estado, si bien las cuentas públicas sí recogían alzas impositivas del IRPF a rentas altas, Patrimonio, las primas de seguro, los planes de pensiones o la bebida de los refrescos.
En este sentido, Calviño se ha escudado para defender este planteamiento respecto a la subida fiscal recordando que «lo ha dicho el presidente Sánchez«, quien antes de ayer admitió que subirá impuestos para amoldar los distintos intereses de las CCAA, si bien ayer durante su comparecencia en el Congreso para explicar el Plan de Recuperación sostuvo que la situación actual «obliga a consolidar la recuperación económica, a trasladar certidumbre a los empresarios» y «que puedan crear empleo».
Eso sí, la vicepresidenta ha apuntado que hay que empezar a pensar en la imposición digital, en la imposición verde, en cómo hacer el Impuesto sobre Sociedades más equitativo, conforme lleguen las recomendaciones del grupo de expertos el próximo año para acometer cambios a posteriori.
Precisamente ayer la OCDE recomendó en un informe a España no subir impuestos hasta que la recuperación esté en marcha y, entonces, revisar exenciones y deducciones en IVA e IRPF, al tiempo que respaldó el alza de los refrescos y la creación de las tasas ‘Tobin’ y ‘Google’.
Montero proyectó subidas para enero
Las palabras de Calviño llegan después de que la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, presentase el pasado lunes en el Instituto de Estudios Fiscales (IEF) el comité de expertos para la elaboración del Libro Blanco sobre la reforma tributaria, para lo que dispondrán de plazo hasta el próximo 28 de febrero para elaborar las conclusiones finales.
Sin embargo, Montero precisó que el comité podrá ir trasladando algunos de los trabajos en los que avance con anterioridad a esa fecha, de forma que algunos de los cambios fiscales se adelantarán y verán la luz en enero, en el marco de los Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2022, con «especial interés» en el impuesto de Sociedades y la armonización fiscal (Sucesiones, Donaciones y Patrimonio).
Tanto Montero como el propio Sánchez han respaldado la propuesta de Estados Unidos de crear un impuesto mínimo global para las grandes empresas, que ha encontrado una rápida respuesta en varios países con gobiernos de corte progresista y ha recabado también el apoyo del Fondo Monetario Internacional (FMI), que propone gravar a los ricos para sufragar la crisis, y de la Comisión Europea.
«Empezar a trabajar» para acometer cambios «en los próximos años»
Aunque ha aclarado que no es el momento de subir impuestos, Calviño ha apuntado que hay que «empezar a pensar» en la modernización del sistema fiscal español para hacerlo «más sólido y más progresivo» y ver qué oportunidades brinda la fiscalidad verde con el fin de responder a las expectativas de la población en cuanto a los incentivos que se quieren creer en esa «transformación de futuro».
Para todo ello, ha asegurado, se ha creado un grupo de expertos que presentarán sus informes en 2022 y sobre la base de esas recomendaciones se irá afrontando esa modificación para los próximos años». «Es una actitud absolutamente responsable, es lo correcto, que empecemos a trabajar, pero de ninguna manera estamos hablando de subir impuestos y menos a corto plazo», ha sentenciado.
La vicepresidenta considera que hay que empezar a pensar en la reforma fiscal al ser un debate que «EEUU ha puesto sobre la mesa a nivel global», y en ese marco hay que tratar los asuntos para evitar la evasión fiscal, luchar contra el fraude y conseguir un sistema fiscal «adecuado a la realidad del siglo XXI y más justo». Pero, ha insistido, «en este momento hay que centrarse en lo importante que es la recuperación y la creación de empleo».
Las palabras de Montero respecto al adelanto en el tiempo de la subida de impuestos ha despertado el rechazo entre los empresarios, que consideran que no es el momento oportuno ante la delicada situación de buena parte del sector empresarial y la elevada tasa de paro y trabajadores bajo un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) y avisan de que perjudicará a la recuperación.
Discurso «compatible» con el de Gabilondo
Ante el planteamiento de aplazar las subidas de impuestos, Calviño ha remarcado que no existe ninguna incompatibilidad entre lo que está defendiendo el candidato socialista a las elecciones de la Comunidad de Madrid, Ángel Gabilondo, y el discurso del Gobierno central, que antes de las intenciones anunciadas por Montero ya había prometido a los madrileños no subir impuestos los dos próximos años si resultaba elegido presidente de la región madrileña, algo que en la oposición interpretan como una incongruencia ante el anuncio de subida pretendido por Hacienda.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, admitió que se acometerá una subida de impuestos alegando que el Ejecutivo tiene que amoldarse a los intereses de todas las CCAA, vía armonización fiscal,, aunque dijo comprender la promesa de Ángel Gabilondo “en su autonomía”.
“La tarea del Gobierno es la de amoldar todas esas sensibilidades y demandas largamente acumuladas durante estos años”, afirmó Sánchez en referencia a las acusaciones a la Comunidad de Madrid por parte de algunas CCAA y del propio Gobierno de realizar ‘dumping fiscal’ al bonificar en su práctica totalidad los impuestos de Patrimonio, Sucesiones y Donaciones.