Calviño apuesta por un marco fiscal «global» tras el traslado de Ferrovial a Países Bajos
La vicepresidenta primera del Gobierno, Nadia Calviño, defiende la imposición de un "tipo mínimo de sociedades común" para evitar la huida de compañías a otros países
La vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño, ha apostado por la implantación de un marco fiscal a nivel «global», después de la salida del país de Ferrovial, que ha anunciado recientemente el traslado de su sede social de España a Países Bajos. A su juicio, el establecimiento de un «tipo mínimo de sociedades común» evitaría la huida de compañías a otros países, así como la competencia entre distintos sistemas fiscales, algo que solo conlleva una «competencia a la baja que nos empobrece a todos».
A lo largo de su intervención en una entrevista en la emisora pública RNE, la titular de Asuntos Económicos ha ahondado en la marcha de la empresa presidida por Rafael del Pino del país. «Estamos analizando las implicaciones y todos los elementos porque las razones que se han esgrimido para explicar esta decisión no se sostienen», ha aseverado para luego insistir en que la «información disponible y los análisis técnicos arrojan serias dudas sobre la sustancia de esos argumentos».
En este sentido, ha indicado que estos datos podrían apuntar hacia «una falta de compromiso con el país». Sin embargo, tras ser preguntada sobre si el traslado de la compañía podría estar motivado por una menor presión fiscal, ha evitado pronunciarse y ha destacado: «Estamos en una fase de valoración y análisis, no quiero especular».
También ha evitado pronunciarse Calviño sobre si el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, no respondió la llamada del líder de la compañía. «No me consta», ha zanjado antes de asegurar que las relaciones del líder del Ejecutivo y los empresarios son «muy fluidas».
En relación con la subida del 0,61% de la constructora en el primer día de cotización después del anuncio del traslado, ha valorado: «El mercado no ha integrado de una manera sustantiva este cambio». Una situación que, a sus ojos, respalda el argumento del Gobierno sobre los motivos que residen tras la decisión adoptada por la empresa. «Alemania también es un país triple A, podría haberse escogido este país», ha añadido.
Salida de Ferrovial
Según anunció la constructora, una vez se fusione la matriz y Ferrovial International, tendrá lugar el traslado a Países Bajos, donde solicitará la doble admisión a negociación, cotizando también en España y Estados Unidos, según comunicó ante la Comisión Nacional del Mercado (CNMV). Con este movimiento, se propone «alinear la estructura corporativa con el perfil internacional».
En este sentido, la compañía dejó bien claro que España se mantendrá como «principal fuente de desarrollo de talento», de manera que, la «reorganización corporativa» no tendrá impacto alguno en el negocio, la estrategia, los planes de inversión, la organización o la operativa diaria.
Cabe destacar, sin embargo, que el traslado está sujeto a que los titulares de no más del 2,57% del capital de la compañía se opongan a esta operación. Y es que, los accionistas que rechacen el traslado podrán acogerse a su derecho de separación.
En concreto, consiste en la salida del accionista del capital por su disconformidad con los acuerdos adoptados en junta a cambio de una contraprestación justa, que normalmente es el precio de cotización de la compañía, en este caso de 26,7 euros por acción.
Por detrás de Rafael del Pino, que es el accionista mayoritario con el 20,4% del capital, se sitúa María del Pino, que posee el 8,2%. Por su parte, el fondo británico TCI controla el 6,4%, mientras que Leopoldo del Pino, posee el 4,1%, y los fondos BlackRock y Lazard el 3,18% y el 3%, respectivamente.