Calviño irrumpe en el diálogo social para salvar el pacto de rentas
La vicepresidenta Nadia Calviño tratará de encauzar la negociación para un acuerdo salarial ante el temor a efectos de segunda ronda si no se logra
El Gobierno quiere salvar a toda costa su pretendido Pacto de Rentas para la moderación de salarios y beneficios y dividendos empresariales. La vicepresidenta primera Nadia Calviño va a mediar entre los agentes sociales para encauzar la negociación para un acuerdo salarial, tras romperse entre las partes con el fin de evitar efectos de segunda ronda.
Fuentes gubernamentales confirman a Economía Digital que Calviño va a tratar de intermediar este lunes con la patronal y los sindicatos aprovechando la mesa de diálogo social para el Plan de Recuperación, convocada con carácter previo a la ruptura de la negociación salarial por parte de los agentes sociales el pasado jueves por las diferencias «insalvables» en sus posturas.
Aunque desde que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, reclamase este Pacto de Rentas en el Congreso a principios de marzo para evitar una espiral inflacionista en un contexto de impacto de la guerra de Ucrania y la crisis energética y repartir el coste del aumento de los costes, en el Ejecutivo han insistido en subrayar que el acuerdo salarial compete a los agentes sociales, lo cierto es que en estas semanas ha habido intervenciones de distintos miembros del Gobierno.
Calviño va a abordar con patronal y empresarios las razones que les han llevado a aparcar la negociación salarial para este año y explorará con ellos las vías para poder encauzar la negociación para evitar una espiral inflacionista. En este sentido, volverá a exigir la colaboración de los agentes sociales para evitar efectos de segunda ronda, es decir, que suban los salarios y las empresas trasladen los mayores costes a los precios.
La vicepresidenta, tal y como ha señalado en varias ocasiones, va a instar una vez más a patronal y sindicatos a respetar el «principio de moderación» tanto de salarios como de dividendos y beneficios empresariales, a pesar de que se haya echado a perder la opción de un acuerdo a nivel nacional. El objetivo es claro: salvar el Pacto de Rentas para evitar efectos de segunda ronda que pudiesen acabar en una espiral inflacionista.
En caso de no ser posible un acuerdo del AENC como así parece, la idea es tratar de convencerles para que trasladen esa subida contenida de salarios en las mesas de negociación, en las que tanto CEOE como los sindicatos CCOO y UGT se preparan para batallar bloqueando incluso las mesas y tratando de fijar sus recomendaciones salariales.
Díaz presiona a CEOE y Garamendi pide que el Gobierno no interfiera
Con todo, y previo al intento de reconducir la situación por parte de Calviño este lunes, la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ya se ha pronunciado pidiendo a patronal y sindicatos una «reflexión» sobre la necesidad de acordar una subida ante el alza del IPC, sobre el que ha advertido de que llevará a que este año los trabajadores que ganen el Salario Mínimo (1.000 euros) pierdan 840 años de poder adquisitivo, así como las rentas superiores de manera proporcional.
«Pido a los agentes que piensen en su país», manifestó Díaz en una comparecencia desde su Ministerio el viernes, en la que mostró su «respeto» por el diálogo social, pero apuntó a CEOE al referirse a los márgenes empresariales existentes que a su juicio permiten «corresponsabilizarse en tiempos de absoluta incertidumbre».
En varias ocasiones Díaz ha criticado los salarios «obscenos» de los directivos del Ibex y ha remarcado la necesidad de elevar los salarios, además de encabezar la ‘cruzada’ por aumentar el SMI en el seno del Gobierno, pidiendo a la patronal avenirse a un acuerdo para subir los salarios.
Sin embargo, el presidente de CEOE, Antonio Garamendi, se ha mostrado habitualmente molesto con las intromisiones del Gobierno en torno al acuerdo salarial con los sindicatos. De hecho, tras la ruptura de la negociación ha defendido que el Ejecutivo «no debe intervenir» en el Pacto de Rentas al ser un asunto de empresas y trabajadores.
Garamendi pide tener «mucho cuidado» y prudencia ante la propuesta de indexar los salarios a la inflación y ha reclamado responsabilidad a los sindicatos para evitar convocar huelga o movilizaciones en el actual momento «delicado» para la economía por la crisis energética y el impacto de la guerra en Ucrania, en los albores también de una subida de tipos de interés.
La ruptura de la negociación: conflicto en la negociación colectiva
Los agentes sociales dieron por cerrado el pasado jueves el proceso de negociación de la subida salarial en los convenios colectivos para este año en el marco de la negociación del V Acuerdo Interconfederal para la Negociación Colectiva (AENC), al mantener sus posiciones «muy alejadas» y principalmente por el escollo de las cláusulas de revisión salarial anual que exigían los sindicatos, frente al rechazo de CEOE.
Con la negociación en materia salarial del AENC paralizada, solo cabría la posibilidad de que se retomasen con el paso de los meses, pero la ruptura aboca a una elevada conflictividad en las más de 4.000 mesas de negociación colectiva abiertas en toda España.
CEOE formulará un documento propio de recomendaciones para la negociación colectiva para ligar las subidas a la inflación subyacente y no al IPC, recordando la posibilidad de los descuelgues de convenio.
De su lado, los sindicatos programarán movilizaciones e incluso bloqueos en los aspectos que beneficien a la empresa en los convenios, en los que exigirán subidas mayores a las que planteaban en la negociación adaptadas a casa sector y empresa.