Calviño garantiza la aprobación de la reforma laboral en plazo

La crisis interna en la coalición de Gobierno y el acuerdo alcanzado entre el PSOE y Unidas Podemos para mejorar la coordinación y aunar criterios en torno a la reforma laboral ha despertado en el Ministerio de Asuntos Económicos optimismo de cara a cumplir el hito de la reforma con Bruselas.

El Ejecutivo se comprometió en el Plan de Recuperación remitido a Bruselas a tener aprobada la reforma del mercado de trabajo antes del 31 de diciembre de este año y la vicepresidenta primera, Nadia Calviño, aspira a lograr ese objetivo tras la tutela del presidente de Gobierno, Pedro Sánchez, a las negociaciones con los agentes sociales.

Calviño ha valorado este jueves los últimos datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) como «muy positivos», con 127.100 parados menos y 359.300 empleos más en el tercer trimestre, si bien ha admitido el problema de una temporalidad «muy alta».

Por ello, confía en tener aprobado antes de que concluya el año la «mejor reforma laboral posible», cumpliendo así los plazos comprometidos con Bruselas, según ha indicado en una entrevista en La Sexta recogida por Economía Digital.

El objetivo que se marca Economía es «europeizar» el mercado de trabajo y acercar la tasa de temporalidad, el desempleo estructural y el paro juvenil a la media de los países del entorno europeo. Estos objetivos casan en buena medida con los del Ministerio de Trabajo de Yolanda Díaz, si bien ésta busca derogar la reforma laboral de 2012, algo a lo que también se ha comprometido el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, frente a la resistencia de Calviño.

Sin cambios en el calendario: reforma antes de fin de año

En la misma línea, su ‘número dos’, el secretario de Estado de Economía y Apoyo a la Empresa, Gonzalo García Andrés, ha aseverado que se entra en la «fase decisiva» de la reforma laboral y «se va a llegar a un acuerdo y va a rubricarse antes de que acabe el año», por lo que «no hay ningún cambio en el calendario».

Los trabajos en la mesa de diálogo social para la modernización de las relaciones laboral se iniciaron el pasado 17 de marzo entre el Ministerio de Trabajo, la patronal y los sindicatos, si bien ya se acumula prácticamente un año y medio de trabajo iniciados ya con la exministra Magdalena Valerio e incluso algunas conversaciones con la exministra del PP Fátima Báñez.

La semana pasada en el Congreso Confederal de CCOO la vicepresidenta Calviño sostuvo que hasta la fecha solo se habían tenido «contactos preliminares» y ahora se entraba de lleno en la fase decisiva, lo que generó malestar en Trabajo y los sindicatos.

Está por ver si la reforma laboral será consensuada y aprobada antes de finales de noviembre como exigió la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, o podría postergarse unas semanas para facilitar el acuerdo también con CEOE, como abogan Sánchez y Calviño, eso sí, con margen suficiente como para cumplir lo acordado con Bruselas.

Con todo, podría darse la circunstancia de que la reforma solo se aprobase en el Consejo. de Ministros y no pasase por el Congreso de los Diputados antes de su envío a Bruselas, como ha sucedido con algunas reformas previas comprometidas en los hitos y objetivos del Plan de Recuperación para recibir los fondos europeos. De la reforma laboral y pensiones depende el desembolso de 10.000 millones de euros previsto para el último tramo de este año.

Lograr una sola voz

Tras el acuerdo de PSOE y Unidas Podemos para la coordinación de la negociación, en la patronal acogen con satisfacción los cambios por la introducción del Ministerio de Economía y de Seguridad Social en la mesa, si bien temen, y especialmente los sindicatos, un reset de los trabajos de estos meses.

Desde el Ministerio de Nadia Calviño subrayan la necesidad de coordinar el trabajo en el seno del Gobierno para lograr «una sola voz» en todas las mesas de diálogo en las que participan distintos Ministerios y de las que resultará la reforma laboral, aunque la mesa técnica de la reforma en sí sea dirigida por el secretario de Estado de Empleo, Joaquín Pérez Rey, como en los últimos meses.

Con todo, Calviño afirma que el Ejecutivo se va a concentrar en lograr un «gran acuerdo» con el «máximo apoyo y consenso», con el fin de que perdure en el tiempo.

La nueva coordinación

Conforme al acuerdo suscrito entre el PSOE y Unidas Podemos, se fija una primera reunión el próximo 2 de noviembre, a las dos vicepresidentas y a los ministerios de Hacienda, Seguridad Social y Educación “para fijar la posición del Gobierno en la mesa de diálogo social, en los términos del acuerdo de Gobierno de coalición”. 

Así, todos los martes a las 17:00 horas, antes del encuentro con los agentes sociales de los miércoles, se celebrará la reunión en el que participarán los secretarios de Estado de Empleo, de Economía y de Seguridad Social y Pensiones (es decir, uno por Díaz, otro por Calviño y otro por Escrivá), y representantes de otros departamentos si los temas a tratar lo requieren. 

A su vez, las reuniones técnicas que se celebran todos los miércoles y en la que participaban hasta ahora sindicatos, empresarios y el Ministerio de Trabajo, se incorporan dos directores generales, uno de la vicepresidencia económica que dirige Nadia Calviño, y otro del Ministerio de Seguridad Social dirigido por José Luis Escrivá.  

En este contexto, el nuevo planteamiento negociador de la coalición echó a andar el mismo martes por la tarde, ya que el secretario de Estado de Empleo y Economía Social, Joaquín Pérez Rey, convocó a sus homólogos de otros cuatro ministerios (Asuntos Económicos, Hacienda, Seguridad Social y Educación) para celebrar la primera reunión conforme a la nueva metodología pactada por PSOE y Unidas Podemos.