Calviño fuerza la dimisión del presidente del INE
Juan Rodríguez Poo comunica su renuncia tras los choques con el Gobierno, que había puesto en duda sus cálculos del IPC y el PIB
El presidente del Instituto Nacional de Estadística, Juan Rodríguez Poo, no ha querido darle al Gobierno la oportunidad de destituirle y, antes de que ocurriera, ha comunicado su dimisión a su equipo directivo este lunes a última hora. Durante varios días han corrido rumores de que la vicepresidenta Nadia Calviño tenía intención de relevarle de su puesto por los enfrentamientos entre ambas instituciones, ya que el Ejecutivo cuestionaba algunos cálculos de la entidad, como el del IPC o el PIB. Según ha adelantado ABC, Rodríguez ha enviado una carta en la que ha anunciado su renuncia por motivos personales.
El viernes pasado El Confidencial informó de la intención del Gobierno de Pedro Sánchez de nombrar al número dos del ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, Israel Arroyo, como sucesor de Rodríguez. A lo largo del fin de semana se han producido varias reuniones para resolver este conflicto en torno a la figura del presidente del INE, e incluso este lunes la Asociación de Estadísticos Superiores del Estado (Aese) se ha rebelado contra Calviño por el pulso que le ha echado al hasta ahora líder de los estadistas.
«En las circunstancias actuales, un eventual cese del presidente del INE podría ser interpretado por la sociedad como un ataque a la independencia del instituto, motivado por el hecho de que las cifras publicadas por el INE de algunas estadísticas relevantes no están en sintonía con las previsiones económicas del Gobierno«, han detallado desde la organización.
Los estadistas se rebelan contra el Gobierno
Según han denunciado a través de un comunicado, nunca en los últimos 30 años ha habido un cese de un presidente del INE sin que haya habido antes un cambio de Gobierno. Además, si bien aseguran que los debates sobre el proceder y la metodología del INE «son legítimos» y útiles para «contrastar los posibles enfoques en la medición de un hecho social o económico», nunca un Gobierno había «cuestionado las cifras del IPC o el PIB anunciando la creación de una estadística no oficial».
En el escrito explican además que un eventual cese de su presidente podría también entenderse como un movimiento motivado por la falta de sintonía entre las previsión del INE, que aseguran que son rigurosas, públicas y avaladas por el EUROSTAT, y «las cifras previstas por el Gobierno».
Ello generaría una crisis de confianza tanto en el Gobierno como en la institución que afectaría al «buen crédito del que gozan» tanto ante los países de la Unión Europea como ante los usuarios con consultan estas cifras.