Calviño revoluciona su agenda digital con un «sorprendente» cambio de cromos
La Secretaría de Estado de Telecomunicaciones tiene importantes fechas marcadas en rojo durante el próximo año
Con un tuit de despedida, y otro de bienvenida, la ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño, ha dado a conocer al gran público el cambio en la Secretaría de Estado de Telecomunicaciones. Se marcha Roberto Sánchez, que se jubila; y llega María González Veracruz, una histórica del PSOE -pese a su edad (43 años)-. Un cambio que, dentro del sector, ha pillado por sorpresa.
Dicha sorpresa, sobre todo, llega porque la jubilación de Roberto Sánchez se anticipa al fin de la legislatura a la que restaba un año, y porque la agenda de la Secretaría de Estado tenía importantes puntos rojos en el calendario. El cargo saliente, que entró por petición expresa de Nadia Calviño, se marcha sin haber concluido la importante labor asignada en un momento clave. Y la nueva responsable llega con un cartel de ‘perfil político’ que solo se podrá sacudir con sus actos.
Dentro del sector la palabra común es la de sorpresa. Se entiende que la edad de Roberto Sánchez es propicia para la jubilación, aunque el tiempo restante -un año-, es el que provoca esa reacción de curiosidad ante el cambio.
María González Veracruz, bioquímica de formación, y sin excesiva relación con el sector de las telecomunicaciones, llega a la Secretaría de Estado con la presión de un pasado muy marcado en rojo. Hija de un histórico del socialismo murciano, y muy ligada a la estructura del partido desde la época de José Luis Rodríguez Zapatero, y que luego se sumó al proyecto de Pedro Sánchez, aunque con altibajos, ahora tiene retos muy concretos.
Una agenda muy activa
La nueva responsable de las telecos dentro del Ministerio de Asuntos Económicos tiene en el desarrollo de la banda ancha y el 5G su gran reto en menos de un año. Al menos en no perder el ritmo, algo que de momento -en una de las partes-, ya llega con retraso.
Como adelantó este verano ECONOMÍA DIGITAL, las ayudas al despliegue de 5G en las zonas rurales y con baja densidad de población han quedado desiertas. El modelo no convencía a las empresas, y nadie se presentó. Ahora toca rehacer la partida y, lo más problemático, luchar en Bruselas para que en nuevo Programa UNICO-5G redes les guste a las compañías torreras.
Sin ver la luz también siguen las ayudas las ayudas a la banda ancha. También esenciales para el despliegue de redes en las zonas rurales. En este caso las ayudas han entrado en la última fase, pero todavía no se ha ultimado por completo.
Otra patata caliente -con origen chino-, y delicada porque se adentra en el ámbito corporativo, tiene que ver con el desarrollo de la Ley de Ciberseguridad-5G. En este caso, el sector está pendiente de la publicación de cuáles son los fabricantes que se consideran un riesgo si se establecen en los ‘core’ de las infraestructuras españolas. Además, en este caso, ha surgido la polémica sobre si finalmente la lista será pública o, debido a su carácter cambiante, se irá actualizando sin conocerse de manera externa quiénes son esas compañías.
Por último, y aunque se trata de cuestiones regulatorias, a González Veracruz le dará tiempo a enfrentarse con la resolución de la fusión ente Orange y MásMóvil, donde su Ministerio puede pronunciarse, aunque no de manera vinculante. No obstante, y de cara a la competitividad del sector, serán importantes sus palabras; sobre todo, de cara a los usuarios y clientes.