Calviño se aferra al optimismo económico pese a la variante ómicron y el alza de precios
La vicepresidenta del Gobierno avanza que el número de los trabajadores en ERTE baja a 80.000 y se ha logrado la recuperación del nivel de actividad diario previo a la pandemia
«Recuperación», «aceleración» y «fuerte crecimiento» son algunos de los términos empleados por la vicepresidenta primera de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño, para mantener su discurso de optimismo económico pese a la revisión generalizada de previsiones, la nueva variante ómicron y la crisis energética y de suministros.
En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros en la que ha presentado un primer informe sobre la ejecución del Plan de Recuperación, también cuestionada por los organismos y empresarios, Calviño ha mantenido el mensaje de una intensificación de la recuperación pese a los factores de riesgo.
Sin dar muestra alguna de una eventual revisión de sus «prudentes» previsiones económicas, ha citado distintos datos para demostrar que la reactivación no es un «rebote pasajero»; sino que se trata de una «recuperación sostenida que prevén la mayoría de organismos, con un crecimiento de entorno al 5% en el periodo de 2021 a 2023».
Lo cierto es que más allá de esa media, todos los organismos, desde OCDE, FMI, la Comisión Europea, Funcas, BBVA Research o próximamente el Banco de España, han rebajado sus previsiones de crecimiento por debajo del 5% este año y en torno a ese nivel o algo más, 5,5%, el próximo año, como consecuencia de la revisión a la baja del segundo trimestre por el INE y por la crisis energética y de suministros.
El consenso de los expertos se sitúa cada vez más lejos del avance de PIB del 6,5% y el 7%, respectivamente, que mantiene el Gobierno, pero Calviño confía en que el Plan de Recuperación alcance «velocidad de crucero» en 2022 y se acelere la reactivación económica, por lo que resta importancia ante la dificultad de hacer previsiones: «no debe sorprender revisiones al alza y la baja».
Insiste, pues, en que lo relevante es que se trate de una recuperación «sostenida, sostenible y fuerte en el tiempo», algo que cree que se logrará en los dos próximos ejercicios gracias a las inversiones «sin precedentes» de los fondos europeos. Y todo ello pese al actual contexto de alta inflación y crisis de los precios de la energía, sumado a la crisis de suministros, que organismos como el Banco de España han estimado en un impacto de más de 13.000 millones el próximo año.
Mínimo de 80.000 trabajadores en ERTE y recuperación del PIB diario preCovid
La vicepresidenta ha recalcado que «todos los indicadores de recuperación se han acelerado en la segunda parte del año» y los indicadores económicos registran un «fuerte crecimiento», por lo que mantiene que se produce una «recuperación fuerte, solida y sostenida» gracias a las políticas de medida económica de salida de la crisis.
En este sentido, ha asegurado que, tal y como adelantó hace unos meses, se ha logrado recuperar los niveles de actividad diaria previos a la pandemia y la «tendencia positiva» se mantiene en el cuarto trimestre, incluso a pesar de la incertidumbre relativa a las nuevas variantes del Covid como ómicron y las tensiones derivadas de los precios de la energía y en las cadenas de suministro globales que ya «se han hecho patentes«.
En este sentido, constata una «progresiva recuperación» del consumo y que la inversión cobra impulso posicionándose como «uno de los motores diferenciales de la salida de la crisis», en paralelo a la recuperación del turismo y el aumento del comercio mundial que impulsa las exportaciones y preservando la competitividad del tejido productivo español a lo largo de la pandemia.
Hay una progresiva recuperación del consumo y la inversión cobra impulso. En empleo se ha recuperado el nivel preCovid en todas las métricas
Pero sobre todos los indicadores, ha hecho hincapié en que «no genera ningún tipo de duda la extraordinaria evolución del empleo». En este punto ha avanzado que se ha recuperado el nivel preCovid «en todas las métricas», reduciéndose la cifra de trabajadores en ERTE Covid en torno a las 80.000 personas, de ellos 40.000 a tiempo completo, lo que supone un nuevo mínimo.
A ello se suma, ha citado, que el nivel de desempleo se sitúa por debajo de 2017, con una caída récord en noviembre, y el paro juvenil ya está por debajo también de los niveles preCovid. En términos de afiliación, se da una «evolución positiva», que en términos desestacionalizados super en 300.000 trabajadores el nivel de febrero de 2020, antes de la llegada de la pandemia.
La recaudación es un 10% superior a la prevista
Igualmente, ha resaltado que la «fuerte recuperación» tiene su reflejo también en las cuentas públicas, ya que todas las categorías de ingresos presentan ya incrementos por encima de los niveles prepandemia y la recaudación se sitúa un 10% por encima de lo previsto para el conjunto del año, 3 puntos superior al nivel prepandemia.
Ello, ha afirmado, «permitirá alcanzar los objetivos fiscales para 2021», lo que supone un déficit del 8,4% del PIB y una deuda pública del 119,5% del PIB. De hecho, ha recordado que organismos como AIReF o Banco de España pronostican un déficit público inferior al calculado por el Gobierno, lo que a su juicio da muestras de la «prudencia» en el ámbito presupuestario y fiscal.
«Las perspectivas de crecimiento permitirán mantener la política fiscal de apoyo a la recuperación económica y la creación de empleo y seguir reduciendo los ratios de déficit y deuda pública para seguir reforzando las cuentas públicas», ha añadido.
La vicepresidenta del Gobierno también ha querido resaltar que el turismo nacional ha registrado ya niveles superiores a los previos a la pandemia, y se constata una recuperación «progresiva» del turismo extranjero desde febrero de 2021, al tiempo que las exportaciones de bienes se sitúan por encima de los valores de 2019, a pesar de la ralentización de las exportaciones de automóviles por la crisis de suministros.