Calviño admite complicaciones en la ejecución de los fondos europeos

España lleva todo el año trabajando en la implementación y ejecución de los fondos europeos de reconstrucción de los que recibirá 140.000 millones de euros hasta el año 2026, sin embargo esta fase es «más complicada» que la de los fondos estructurales existente desde hace 30 años que ha propiciado la transformación del país hasta la llegada de la pandemia.

Así lo ha señalado este lunes la vicepresidenta primera de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño, durante su participación en el ‘Diálogo sobre el futuro de las empresas’, organizado en Sevilla, en la que, no obstante, ha querido dejar claro que el ejemplo de España respecto a su aprovechamiento de los fondos europeos es «de éxito».

Calviño ha explicado que en la primera fase de recepción de los fondos europeos el cometido era hacer «grandes infraestructuras», algo que es «Relativamente fácil de hacer» y ha llevado a contar con grandes empresas en ese campo referentes a nivel mundial. Sin embargo, en la segunda y actual fase, la de los fondos europeos para la reconstrucción, es «más complicado», ya que se trata de innovación y hacer grandes redes empresariales y no ya grandes infraestructuras.

«España simplifica la maraña regulatoria y ejecutará plenamente los fondos»

En todo caso, ha aseverado que España «absorberá, desplegará y ejecutará plenamente los fondos europeos», ya que, tal y como se suele decir, «España es lenta pero segura». En este sentido, ha reconocido también que a lo largo de los años se ha ido dotando de procedimiento y normas «cada vez más complejas» para garantizar el buen uso de los fondos.

Ello ha supuesto el establecimiento de requisitos y una «maraña institucional y regulatoria», motivo por el que ha recordado que el pasado mes de diciembre el Gobierno aprobó el real decreto ley de reforma de la Administración para el despliegue del Plan de Recuperación con el fin de eliminar algunos cuellos de botella «sin perder el control sobre el buen uso de los fondos».

«Ahora estamos innovando, es una reforma estructural en sí misma para el despliegue de los fondos», ha dicho Calviño, apuntando que hay que digitalizar más procedimientos administrativos y de subvenciones, mejorar la coordinación entre las CCAA y los ayuntamientos mediante una nueva gobernanza.

También ha hecho hincapié en la relevancia del sistema de control financiero, «controlado por Hacienda y perfectamente supervisado por la Intervención General del Estado», que debe permitir un seguimiento «ágil» de la ejecución de los fondos, en paralelo al despliegue de los mecanismos de colaboración público-privada.

Concentrar esfuerzos y objetivos

Ante las críticas empresariales por la lentitud en el lanzamiento de convocatorias, el escaso margen en algunos procesos y la lenta ejecución, Calviño ha dicho que todo el mundo tiene «muchas granas» de ir «muy rápido» pero «hay que ser conscientes de que se están creando nuevos instrumentos y un proceso para que luego el despliegue de inversiones vaya mejor y de una manera eficiente».

Por todo ello, ha pedido «evitar dispersar los esfuerzos», ya que se trata de «un plan de país» que aconseja identirfiar prioridades comunes y una transformación conjunta. Ha puesto como ejemplo el vehículo eléctrico, que requiere que «todo el país participe» y que los agentes económicos y sociales trabajen juntos con planteamientos orientados a «concentrar el esfuerzo y no dispersarlo en múltiples proyectos, con iniciativas a lo mejor inconexas y no bien articuladas».

En el mismo acto, la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, también ha lanzado un mensaje de «tranquilidad» a las pymes respecto a la ejecución de los fondos del Plan de Recuperación, en el que ellas se sitúan «en el centro», y ha precisado que ya se están publicando convocatorias de política industrial, comercio y turismo.

Según los últimos datos estimados por el Ministerio de Hacienda y facilitados a Economía Digital, España ejecutó hasta primeros de septiembre en torno al 19% de los fondos europeos del total de 24.198 millones para la recuperación presupuestados para este año y se ha comprometido ya en torno a un 41% de los mismos, tras haberse distribuido más de 7.500 millones de euros a las comunidades autónomas.

Garamendi critica el poco plazo y pide una Ley de unidad de mercado

De su lado, el presidente de la patronal CEOE Antonio Garamendi, ha apuntado que desde CEOE y Cepyme han presentado 21 PERTEs globales y cree que hay una «confusión» respecto a los fondos porque muchos empresarios preguntan «qué les va a llegar».

Garmendi ha indicado que en la priemra parte de los fondos europeos de reconstrucción figura la reforma «intensa» e la Administración en la que se incluyen infraestructuras «de todo tipo» y conllevará concursos a los que tendrán que optar las empresas, si bien ha afeado que en agosto había algunas convocatorias solo con 10 días de plazo.

Asimismo, sobre digitalización ha indicado que irá dirigido a pymes y será importante le efecto tractor de las grandes empresas sobre las pequeñas, así como la responsabilidad social, y por último los pERTE que son «globales y transversales», porque, por ejemplo, en lo referido a un automóvil estará implicada la fabricación, la industria auxiliar, las baterías eléctricas, las electrolineras o la tecnología 5G.

En cualquier caso, ha recordado que «de cada euro de Europa, otros cuatros son privados», ya que el dinero público de Europa será un «dinerito» en comparación con las inversiones que tendrá que realizar el sector privado. «Hay que ser realistas para no darnos con una situación de frustración», ha añadido.

El problema de la baja productividad

Durante su debate tanto Calviño como Garamendi han coincidido en el problema de la baja productividad. Garamendi ha subrayado que todavía hay una situación en algunos casos «precaria y asimétrica», con sectores mejor o peor y distintas situaciones en función de los territorios por la afectación de la pandemia.

Garamendi ha pedido reforzar las pymes y lograr un aumento del tamaño empresarial, porque el 98% tiene menos de 10 trabajadores, al tiempo que ha reclamado una nueva Ley de Unidas de Mercado que simplifique la abultada burocracia y normativa, así como «estar orgullosos de ser españoles». Igualmente, ha solicitado «más concertación» en el plano político, junto a seguridad jurídica y estabilidad regulatoria para las inversiones.

El presidente de la patronal ha insistido en la necesidad de impulsar la formación profesional y de los trabajadores, especialmente en digitalización, ya que hay «un montón» de sectores punteros que no encuentran empleados formados. Este punto, el de la formación, será uno de los asuntos centrales para la prórroga de los ERTE, ha dicho.

De su lado, Calviño ha explicado que en España hay muchas microempresas y autónomos con una menor capacidad de invertir e innovar y una menor resistencia ante crisis como la sufrida por la pandemia, por lo que el principal objetivo del Gobierno es aumentar el tamaño empresarial y mejorar la productividad, mediante la formación y el Plan de Recuperación con reformas en digitalización y transformación verde.

Entre otras medidas, ha destacado como medidas a llevar al Parlamento antes de que finalice el año para su aprobación la ley ‘Crea y Crece’ para facilitar la constitución de empresas y el aumento de su tamaño, la reforma de la Ley Concursal o la Ley de ‘startuups’.

La vicepresidenta ha avanzado en «un par de semanas” habrá un encuentro con los agentes sociales para hablar de formación, digitalización y capacitación para aprovechar el Plan de Recuperación, tras haber desplegado ya la ‘Agenda España Digital 2025’, el despliegue del 5G y trabajar en las capacidades digitales mediante la FP. 

El Plan priorizará también la digitalización de la Administración y las pymes, una Estrategia nacional de Inteligencia artificial lo el plan ‘hub’ audiovisual para convertir a España referente en el campo audiovisual.