¿Calefacción de gas, eléctrica o de aerotermia?: esta es la más barata
Elegir bien el sistema de calefacción es fundamental a la hora de ahorrar en los recibos de los suministros
Un factor crucial a la hora de recortar las facturas de la energía es el tipo de calefacción. Y es que, según por que sistema se opte para calentar las estancias, el recibo de los suministros será más reducido o elevado. Por ese motivo, si se tiene la posibilidad, se recomienda elegir un sistema eficiente y económico. A continuación, te explicamos las ventajas y desventajas de los distintos tipos de calefacción.
Calefacción por gas
Uno de los sistemas más habituales es la calefacción por gas. Si bien la fuente de energía empleada es más limpia que otras, se trata de un combustible fósil que emite CO2. Conviene tener en cuenta que el precio de la calefacción está sujeto al tipo de suministro que haya contratado cada usuario en el mercado libre o en el regulado.
Mientras que el importe de una tarifa de último recurso, del mercado regulado, se sitúa en los 0.0412 €/kWh, en el caso de una tarifa RL.2, del mercado libre, puede dispararse hasta los 0,1539 €/kWh. Orientativamente, para calentar una vivienda con una superficie de unos 90 metros cuadrados, el gasto en calefacción podría situarse en los 468 euros anuales, tal y como reflejan los datos de un estudio elaborado por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU).
Calefacción por aerotermia
Los sistemas aerotermia están conformados por bombas de calor de última generación diseñadas para aportar refrigeración en verano, calefacción en invierno y, si se desea, agua caliente todo el año. Para funcionar, están dotados de un líquido refrigerante que se encuentra a una temperatura muy baja, que permiten extraer energía del ambiente y transferirla a una habitación. El coste de este tipo de sistemas se sitúa en torno a los 339 euros anuales, según el análisis de la OCU.
Calefacción de gasóleo
Este tipo de calefacción permite calentar rápidamente grandes superficies. Sin embargo, conviene tener en cuenta que se trata de una de las fuentes de energía más contaminantes. Además, requiere de un depósito de almacenaje y un mayor nivel de mantenimiento, en comparación con otros sistemas de calefacción. Asimismo, el gasto que comporta también es más elevado. Pues, según el estudio de la OCU, el coste para calentar una vivienda de 90 metros cuadrados escalaría hasta los 653 euros anuales.
Calefacción eléctrica
Entre las distintas ventajas que conlleva la calefacción eléctrica, destaca su fácil instalación y reducida inversión. Si bien depende de la fuente de energía de la que provenga la electricidad, se trata de una energía limpia y no contaminante para el medioambiente.
No obstante, uno de sus principales inconvenientes es el elevado precio. Y es que, según el análisis de la OCU, en las viviendas con este sistema de calefacción el coste se eleva hasta los 934 euros anuales, si se emplean radiadores convencionales. Pues, en el caso de los acumuladores, el precio es ligeramente más reducido y se sitúa en los 822 euros.