Estas son las calderas más eficientes
Las dimensiones de la vivienda o los hábitos de los usuarios son algunos de los factores que inciden en el consumo de una caldera
El consumo de una caldera viene determinado por distintos factores, que van desde las dimensiones de la vivienda, hasta los hábitos de las personas que la emplean. Sin embargo, uno de los elementos cruciales es el tipo, puesto que según qué sistema emplee el aparato para proporcionar calor, el consumo será más o menos elevado. Te explicamos todas las claves.
Poniendo el foco en el tipo de combustible, las calderas de condensación, que funcionan son gas natural, son las más eficientes. El motivo es que aprovechan el calor generado en la condensación, cuando el agua se convierte de gas a líquido. Por ello, tal y como remarca la entidad financiera BBVA, el consumo es un 10% más eficiente, frente al 35% de calor que pierden las calderas tradicionales.
Además, este tipo de calderas emiten, de media, un 70% menos de CO2 a la atmósfera. Asimismo, son menos ruidosas que otra clase de sistemas.
También destacan las calderas de biomasa. En lugar de obtener energía a partir de combustibles fósiles, la producen a partir de calentar el «agua del uso de pellets, huesos de aceitunas, cáscaras de huevo y residuos forestales». Por ese motivo, se trata de un sistema considerablemente sostenible, si bien es menos eficiente que las calderas de condensación
Teniendo en cuenta que las calderas de gasoil emplean gasóleo, en lugar de gas, para proporcionar calor, se pueden convertir en una opción idónea para las personas que viven en lugares en los que el suministro de esta energía no llega. No obstante, presentan un inconveniente: requieren de un espacio para almacenar el combustible.
Por su parte, las calderas eléctricas están consideradas un «sistema de calefacción limpio». Sin embargo, es necesario tener en cuenta que para evitar cortes en la electricidad, estos sistemas requieren que se contrata una potencia eléctrica elevada.