Caixabank y el Sabadell luchan en bolsa para cortar la sangría
Caixabank y el Sabadell iniciaron la sesión con rebotes pero vuelven a moverse en la zona roja, junto con la mayoría de los bancos del IBEX
Caixabank y el Sabadell cayeron este lunes más del 4%, en una jornada negra para la banca, especialmente la catalana, impactada por las incertidumbres políticas en Cataluña tras el referéndum del 1-O. Por ello, este martes todas las miradas en los mercados estaban enfocadas en ellos, para ver si la caída se acentuaba o lograban cortar la sangría. A primera hora parecía que la cortaban, pero están empezando a caer de nuevo.
Ambos bancos iniciaron la sesión con subidas, más pronunciada en el caso de Caixabank, cerca del 2%, que durante toda la jornada se mueve mejor que el Sabadell. El banco que preside Josep Oliu apenas subía tres décimas. Pero tras el rebote inicial, que vivió toda la banca española, se dio paso a la moderación, y ambos valores empezaron a perder fuelle.
Al mediodía, ya luchaban para mantenerse en números verdes. El Sabadell no lo lograba, y su descenso se iba acentuando, hasta llegar al 1,7%. Caixabank lo logró durante buena parte de la sesión, pero a las 13h ya caía tres décimas. En líneas generales, el resto de banca española también se movía en rojo, con el Santander cayendo cerca del 1% y BBVA el 0,6%. Bankia y Bankinter eran los únicos que, por los pelos, se mantenían con subidas.
Doble problema de Caixabank y el Sabadell: la crisis de la banca europea y la política en Cataluña
Toda la banca europea sufrió este lunes como consecuencia de la perspectiva de persistencia de los tipos bajos, pero la española, y más concretamente la catalana, sufrió más por las incertidumbres políticas en Cataluña y, por ende, en España. Estas caídas, junto con las de la semana pasada, han dejado a Caixabank y el Sabadell, que llevaba un muy buen año, en el peor nivel del último trimestre.
La incertidumbre política está provocando la reacción de varios bancos de inversión, como JP Morgan, que están advirtiendo de posibles impactos en caso de secesión, lo que pone en alerta a los inversores. Este martes, las informaciones sobre la preocupación en el BCE, que habría llamado a los bancos españoles para preguntar por la situación, no han ayudado a las entidades.