Caixabank estudia cubrir su ERE con un ajuste del cupo provincial
El banco presidido por Jordi Gual cuenta con varias opciones para completar las adscripciones voluntarias válidas en su ERE para 2.023 personas
Los trabajadores de Caixabank están a la espera de la decisión de la empresa sobre las 133 plazas que no se han logrado cubrir con el ERE. Pese a que se presentaron 2.971 voluntarios para 2.023 bajas, los cupos provinciales y las limitaciones por categoría suponen que solo 1.890 solicitudes sean efectivas. Ahora la empresa debe decidir si revisa estos límites para poder cubrir la cifra total de salidas.
Así, tras el cierre el miércoles del plazo de adscripciones voluntarias al Expediente de Regulación de Empleo, Caixabank tiene varias opciones. La que cuenta con más posibilidades para los sindicatos es la de ajustar los cupos provinciales en función de la demanda hasta cubrir las plazas que faltan.
«Si se supera la oferta en una provincia donde Caixabank necesita hacer ajuste y en otra no se llega, puede aumentarse el cupo y abrir plazas adicionales en las que la empresa esté más interesado en hacer recortes», explican fuentes sindicales. A una semana de que se cerrara el plazo para acogerse al ERE, regiones como Cádiz, Sevilla y Valencia ya superaban la demanda.
Los sindicatos se reúnen de nuevo con la compañía este jueves 13 de junio en una comisión de seguimiento. «Ese día esperemos que nos digan por dónde quieren ir sobre el tema de los cupos provinciales», explican fuentes de UGT.
Aumentar las salidas de 52 y 53 años
Otra de las opciones a las que se puede acoger la compañía es reducir las limitaciones por categorías y permitir que el grupo B, al que limitaron a un máximo de 100 personas, supere estas plazas. De hecho, según las cifras de los sindicatos, de esta categoría se han adscrito al ERE más de 400 trabajdores.
Sin embargo, se trata de una fórmula más costosa para la empresa, ya que engloba a los que tienen 52 o 53 años. Según lo pactado con los sindicatos, a este grupo se le abonará el 57% del salario regulador durante ocho anualidades y se les pagará el convenio especial de la Seguridad Social hasta los 63 años, al tiempo que recibirán una prima de 38.000 euros.
Los sindicatos calculan que con la indemnización del 57% del salario regulador un trabajador se iría al final con entre el 70 y el 80% de su sueldo neto, gracias a que se benefician de «altas exenciones fiscales».
El resto de colectivos (el A y el C), no cuentan con limitación. El primero agrupa a los trabajadores de 54 o más años, a los que se les abonará el 57% del salario regulador -el fijo con algunos complementos, sin incluir variables- hasta los 63 años, así como el correspondiente convenio de la Seguridad Social hasta esa edad, y una prima de entre 18.000 euros y 28.000 euros.
La mayoría de los trabajadores adscritos al ERE de Caixabank forman parte del colectivo A, los mayores de 54 años
Por su parte, el C son los menores de 52 años. En este caso recibirán una indemnización de 45 días por año trabajado con un mínimo de 36 meses y un máximo de 42, así como un prima de entre 13.000 y 23.000 euros. La mayoría de los adscritos al ERE forman parte del colectivo A.
La última opción sería la de aceptar únicamente a los trabajadores que se han adscrito al ERE y que cumplen las condiciones y los cupos, es decir, los 1.890 con solicitud efectiva, lo que dejaría 133 despidos menos del tope de 2.023 que pactaron con los sindicatos. Esta última opción parece la menos viable.
El 21 de junio la empresa publicará el listado con los trabajadores aceptados en el ERE. En un principio, se adelantó que el coste para para Caixabank de este ajuste sería de 890 millones, que el banco espera recuperar gracias al ahorro de costes y en cinco años.
En cuanto a los ahorros, la entidad calcula unos anuales de aproximadamente 190 millones antes de impuestos. La dirección de Caixabank pactó con los sindicatos (UGT, SECB, SIB, FEC y CIC) -a excepción de CCOO- que el ERE se cubriría con salidas voluntarias.