CaixaBank descarta que los tipos cambien su estrategia: ni depósitos remunerados ni morosidad relevante
La entidad duplica la concesión de préstamos inmobiliarios mientras su margen de intereses y la morosidad cae
CaixaBank avanzó en el tercer trimestre ajeno al cambio cuántico que ha experimentado el euribor. En septiembre del año pasado estaba en el –0,492% mientras el mismo mes de este año se catapultó hasta el 2,233% (y hoy ya ronda el 2,7%). Sin embargo, las cuentas arrojan un beneficio de 2.457 millones en las que el margen de intereses aún resta 15 millones y el temido efecto de la subida de los intereses contrasta con la caída de la morosidad hasta el 3% con una mejora de la cobertura hasta el 68%.
Gonzalo Gortázar, consejero delegado de CaixaBank, ha explicado que este cambio en los intereses no ha afectado a la actividad. Frente a los temores del inmobiliario, CaixaBank duplicó su cartera de créditos inmobiliarios pasando de 5.241 millones a 10.527. Por tanto, esperan continuar firmes con su estrategia donde no vislumbran ni grandes morosidades ni depósitos remunerados.
Y es que Gortázar incidió en que la subida de los intereses no se espera relevante para sus clientes. Esto se debe a que el 60% de los 125.771 millones de sus hipotecas se firmaron antes de 2012. Por tanto, CaixaBank considera que los clientes volverán a pagar lo que abonaban al principio del préstamo (por entonces el euribor superaba el 1% aunque años anteriores estuvo muy por encima de los niveles actuales).
El 33% de la cartera se firmó después de 2015 con tipos de interés de los cuales el 72% eran fijos. El restante se considera desde la entidad que, si optó por tipo variable, era porque conocía y podía asumir el riesgo ahora hecho realidad de la subida de tipos. «No tenemos casuística de clientes afectados por subida de tipos de interés y eso no significa que no ocurra en el futuro a un número limitado de clientes», ha apuntado Gortázar.
El consejero delegado de CaixaBank se extendió sobre el efecto de la subida de los tipos de interés en el crédito. «No sé cuantos clientes tendrán problemas pero sustancialmente serán menos que en la crisis anterior«, ha indicado, para después añadir: «Esta situción no va a producir en el mercado laboral la destrucción de empleo de 2008». Los datos que calculan es que el esfuerzo para pagar la hipoteca va a pasar de menos del 25% de la renta a menos del 30% dentro de sus hipotecados. En 2008, esta tasa estaba en el entorno del 50%.
Con la misma tesis de que la subida de intereses no tiene efecto en las cuentas por la parte del crédito, Gortázar descartó que lo tenga por la parte de los depósitos. De hecho, hizo casi una apología en contra del histórico producto que ahora recomienda reorientar hacia otros productos con mayor rentabilidad. CaixaBank no contempla pagar por los depósitos.
«El coste de los depósitos no incluye sólo los 50 puntos negativos (que tenía el euribor hace un año) sino que también tiene que garantizar nuestra red y a la gente que tenemos atendiendo», ha expuesto el consejero delegado de CaixaBank. El paso de euribor negativo a situarse por encima del 2% es pasar a un “escenario donde el grado de rentabilidad pasa a ser ligeramente positivo”.
En resumen, que con los costes de la banca actuales no están para pagar por los depósitos. Sobre todo, mientras no se revalorice toda la cartera hipotecaria y se dispare el margen de intereses. Cuando se llegue a ese momento, ya se verá la reacción aunque la estrategia comercial valora más los ingresos fuera del balance que el producto tradicional.
Gortázar añadió que, además, no considera el clásico producto una opción interesante mientras desligó «el depósito de la vocación de dar servicio» ya que «los grandes ahorradores tienen las inversiones distribuidas de otra manera». La propuesta comercial de CaixaBank es «MyBox Jubilación».
Caixa pide acelerar la transformación que permite los Perte
En clave valenciana, ya que CaixaBank presentó sus resultados en Valencia donde tiene la sede social en el edificio «Banco de Valencia» aunque reunió a la prensa en las antiguas instalaciones de Bancaja, y en su calidad de socio de Volkswagen en el Perte para la gigafactoría, Gortázar pidió al gobierno celeridad en la concesión de los fondos Next Generation.
«Estos fondos tiene un plan muy importante que cumplir y nos gustaría que llegara en más cuantía y más rápido y debemos seguir enfatizando porque el impacto en la economía ha sido menor de lo que nos hubiera gustado», recriminó Gortázar, en lo que fue una crítica al Gobierno tras la tibieza que mostró con la moratoria de las hipotecas que persigue el Gobierno. CaixaBank mandó un mensaje sobre una generalización de las ayudas al pago de las hipotecas: «Pondría en duda la cultura de pago del país».
También fue tibio con respecto a la manifestación de varias decenas de sindicalistas que se reunieron en la puerta de la sede social de CaixaBank, a los que ofreció diálogo, y que piden subidas salariales. Gortázar incidió en que en 2023 espera una «ralentización» de la economía que no tiene nada que ver con lo que ocurrió en la anterior crisis inmobiliaria. La concentración en la puerta del edificio Banco de Valencia tampoco tienen nada que ver ni con la época de las preferentes ni de la caída de aquel simbolo financiero valenciano.