Caixabank cambia el chip a modo ‘compra’
Gonzalo Gortázar, consejero delegado de Caixabank, cambia de discurso y abre la puerta a comprar otras entidades si hay buenas oportunidades
La música que anuncia el nuevo baile de las fusiones bancarias, el enésimo desde que se iniciara la crisis, empieza a sonar y nadie quiere bailar solo. Las operaciones de Bankia y BMN y de Santander y Popular, más la venta del negocio minorista de Deutsche Bank (DB) en España, han animado el escenario y ya nadie cierra la puerta a ir de compras. Ni Caixabank, una de las más activas en los últimos años y que, tras comprar BPI en febrero, aseguró tajantemente que no estaba por la labor de sacar la chequera.
Gonzalo Gortázar, consejero delegado del banco, ha cambiado el chip. Este viernes, en el marco de la presentación de los resultados semestrales de Caixabank, ha vuelto a abrir la puerta a participar del proceso de integración bancario que se avecina en España. Tres meses después de decir que DB era demasiado pequeño para ellos y que lo único en lo que le estaba centrada Caixabank es el crecimiento orgánico, ahora la contundencia ha desaparecido de sus palabras y de su tono.
“Nuestro foco es el crecimiento orgánico, estamos muy contentos con el crecimiento de nuestro negocio. Y nuestro otro foco es la integración de BPI”, ha respondido Gortázar a la pregunta de si tenía interés en Deutsche Bank. Pero ya no ha cerrado la puerta: “Si vienen oportunidades las estudiamos, es nuestra obligación, pero sin olvidar nuestro foco. Y si la oportunidad es buena, la aprovecharemos”.
Gortázar (Caixabank) admite que si hay una buena oportunidad de compra, la aprovecharán
Claramente, Caixabank ha entendido que la nueva oleada de fusiones, para terminar dejando un escenario de cinco entidades grandes en España, es imparable y que solo tiene que decidir si quiere participar o no. Y prefiere flexibilizar su postura y poner de nuevo la antena, atenta a oportunidades, antes que quedarse sola. La competencia en el mercado sigue siendo alta pese a la mayor concentración, y cada vez quedan menos opciones para crecer inorgánicamente.
Por otro lado, a nadie se le escapa que los focos de Caixabank, aunque importantes, no son sagrados. Los focos son los focos, pero son relativos: el crecimiento orgánico siempre es un objetivo, pero es un trabajo del día a día, en las oficinas, independiente de operaciones corporativas. Y la integración de BPI avanza rápido y ya arroja buenos resultados. Las urgencias de hace cuatro meses han desaparecido.
Además, el banco tiene una buena situación de balance, con crecimientos de los activos de calidad y descenso de los problemáticos, de la morosidad y del crédito promotor, de manera que tiene capacidad para asumir una compra. La duda es cual. DB no es su preferido, ya que, como el resto de grandes bancos, cree que aportaría poco a su negocio, tanto por volumen como por tipología de clientes.
Las antiguas cajas, en el aparador
Hay varias entidades que pueden estar en situación de ser absorbidas. Además de Deutsche Bank, que está en un proceso abierto de venta, Liberbank parece condenada a terminar siendo engullida por un gran grupo. Sus activos problemáticos y sus resultados arrojan dudas, y el ataque de los bajistas, que volverá en septiembre, la puede dejar en una situación muy delicada.
¿Hay más? Probablemente. Pese a que no tienen los problemas de Liberbank, ni están en una posición vendedora, toda la banca mediana que queda fruto de las fusiones de cajas está en el aparador. Unicaja, Ibercaja, Abanca… También escuchan la música y, aunque miren hacia otro lado, saben que el baile está empezando.