Bruselas desatasca los 3.000 millones de ayudas para la industria española del automóvil
La Comisión Europea ha dado luz verde al PERTE del automóvil, una pieza clave en en el Plan de Recuperación para impulsar el vehículo eléctrico tras la crisis del coronavirus
El sector del automóvil español está de enhorabuena. La Comisión Europea ha validado finalmente el plan de ayudas dotado con 3.000 millones de euros, que permitirá impulsar el desarrollo proyectos vinculados con el vehículo eléctrico para paliar los efectos que ha provocado la crisis económica del coronavirus en el tejido empresarial.
Bruselas ha dado luz verde al Plan de Recuperación y Transformación Económica (PERTE) dedicado a la automoción. Un punto clave para facilitar que las empresas puedan acceder a partir de finales de 2023 a las inyecciones económicas para acelerar la transformación del sector.
La financiación de este paquete de ayudas correrá en buena parte de los fondos europeos de recuperación que la Comisión Europea ha activado con motivo de la pandemia de Covid-19, pero hasta ahora no se había analizado todavía el proyecto estratégico dedicado a esta industria.
«Desempeñará un papel importante en la recuperación verde y digital de la economía española, garantizando al mismo tiempo que se minimizan las posibles distorsiones de la competencia”, ha explicado en un comunicado la vicepresidenta del Ejecutivo comunitario, Margrethe Vestager, que ha negociado directamente el plan con la ministra de Industria, Reyes Maroto.
El visto bueno de Bruselas llega en la misma semana en la que España ha recibido también luz verde para el desembolso del primer tramo de 10.000 millones de euros de los fondos europeos, lo que le ha situado como el país en cabeza en el viejo continente en conseguir la inyección. Hasta ahora solo se habían materializado las prefinanciaciones que se pusieron en marcha en verano.
La Comisión Europea se vuelva con las pymes en sus ayudas a la automoción
El PERTE del automóvil está diseñado específicamente para dar alas a la producción de vehículos eléctricos y conectados. Estará abierto a cualquier consorcio de empresas interesado, tanto dentro como fuera de España, aunque las bases beneficiarán a las pequeñas y medianas empresas.
Bruselas ha determinado que al menos el 40% de los socios de los consorcios deberán ser pymes. El proceso se resolverá mediante un proceso de selección y se traducirá tanto en subvenciones directas para las compañías como en préstamos a tipos de interés reducidos para mejorar la liquidez en los nuevos proyectos.
“Este esquema español de 3.000 millones de euros ayudará a habilitar una cadena de valor innovadora y sostenible para los vehículos eléctricos, en línea con las normas sobre ayudas estatales y los objetivos del Pacto Verde Europeo», ha relatado Vestager.
La Comisión Europea ha estimado que este fondo jugará un papel como incentivo para toda esa serie de proyectos que, de lo contrario, no se podrían materializar sin un apoyo público. Así, se financiarán las acciones de investigación, desarrollo e innovación dedicadas a la protección medioambiental o la eficiencia energética en la automoción.