Bruselas alerta a España de su alta deuda y paro
La Comisión Europea dejará suspendidas las reglas fiscales hasta 2023 por la incertidumbre, pero Bruselas avisa ya de que las reactivará en 2024
Nuevo y reiterado aviso de la Comisión Europea a España por sus desequilibrios. Bruselas ha reclamado una política fiscal «prudente» en 2023 pese a mantener la suspensión de las reglas fiscales un año más, y ha vuelto a advertir a España de su alto endeudamiento público en un contexto de «elevado desempleo».
Así se refleja en el documento de recomendaciones fiscales, conocido como paquete de primavera del semestre europeo que ha elaborado y publicado este lunes la Comisión Europea, en el que se hace eco del contexto actual de incertidumbre por la guerra de Ucrania tras dos años de impacto económico por la pandemia. SUs recomendaciones por país alerta de las «vulnerabilidades» fiscales latentes en España transcurridos más de dos años desde el inicio de la pandemia.
La Comisión Europea ha propuesto por ello prorrogar la cláusula general de escape del Pacto de Estabilidad y Crecimiento un año más, hasta 2023, de forma que las reglas que ponen límite al déficit y la deuda pública permanecerán suspendidas hasta finales del año que viene y se reactivarán ya en el ejercicio 2024.
De esta forma, los Estados miembros, incluida España, tendrá un ejercicio más para acometer una política fiscal expansiva que le permita dar respuesta al impacto de la guerra pese a su alto déficit y deuda sobre el que Bruselas ha vuelto a avisar, siendo 2023 el tercer año consecutivo con las reglas fiscales suspendidas, los dos primeros por la pandemia y este próximo también por la invasión de Ucrania por Rusia.
El comisario europeo de Economía, Paolo Gentiloni, ha explicado en rueda de prensa que la prórroga de la suspensión de las reglas fiscales reconoce la «alta incertidumbre y grandes riesgos» actuales, de forma que, como ha indicado el vicepresidente económico de la CE, Valdis Dombrovskis, se dé «espacio» para que la política fiscal de los Estados pueda reaccionar «rápido».
Pese a la prórroga de la suspensión de las reglas fiscales, Bruselas marca una directriz clara de prudencia en la política fiscal: “La política fiscal debería combinar un aumento de la inversión con el control del crecimiento del gasto corriente primario financiado por el Estado, permitiendo al mismo tiempo el funcionamiento de los estabilizadores automáticos y proporcionando medidas temporales y específicas para mitigar el impacto de la crisis energética y proporcionar ayuda humanitaria a las personas que huyen de la invasión rusa de Ucrania”, recomienda.
Nueva alerta sobre los desequilibrios en España
Las autoridades comunitarias avisan ya del fin de la manga ancha para el gasto al fijar el fin de la cláusula de salvaguarda en 2024, cuando volverán las sanciones a los países que superen los límites de déficit y deuda que se acuerden, ya que Bruselas también se encuentra en un proceso de revisión de estas reglas fiscales.
Con todo vuelve a alertar en sus recomendaciones macroeconómicas de los desequilibrios fiscales de España, junto a otros seis Estados miembros (Alemania, Francia, Países Bajos, Portugal, Rumanía y Suecia). En el caso español, mantiene la deuda de los hogares y las empresas por encima de los niveles previos a la pandemia y «los niveles de prudencia», al tiempo que la alta deuda pública también es «bastante superior» al nivel prepandemia.
España concluyó el año pasado con una reducción de 3,3 puntos del déficit, hasta el 6,76% del PIB, y para este año el Gobierno ha mantenido en el 5% del PIB su previsión de déficit público para este año, incluyendo el plan de choque de 16.000 millones, gracias a la mayor recaudación del año pasado, cuando subió un 15,1%, hasta el récord de 223.382 millones, y al calcular que los ingresos tributarios volverán a subir este año un 7,4%.
En cuanto a la ratio de deuda pública, el Gobierno proyecta que baje del 118,4% del PIB de 2021 al 115,2%, una décima más de lo que preveía, en tanto que proyecta que no disminuya del 110% del PIB hasta el año 2025, ya que augura unas ratios del 112,4% en 2023, el 110,9% en 2024 y el 109,7% en 2025.
En los últimos meses tanto el Banco de España como la Autoridad Fiscal han venido alertado sobre los altos niveles de déficit y deuda y ha reclamado el diseño de un plan de ajuste con criterios y medidas claras para volver a la senda del equilibrio presupuestario y contar con margen fiscal de actuación para futuras crisis. El FMI también alertó recientemente de que el déficit se enquistará en España en el entorno del 4% y una deuda del 114% del PIB hasta 2027.
El alto nivel de desempleo y la segmentación del mercado laboral
Desde Bruselas también vuelven a incidir en sus recomendaciones en el problema estructural del paro del que adolece España desde hace varias décadas al detectar que continúa la «segmentación» del mercado laboral entre los trabajadores temporales y los indefinidos. A ello se suma también el desmesurado nivel de paro juvenil, que roza el 40% pese a descender en los últimos meses.
Con todo, la Comisión Europea confía en que las reformas laborales anteriores a la última y la nueva del Gobierno de Pedro Sánchez, unido a la implementación del Plan de Recuperación, ayudará a atajar el resto de «vulnerabilidades» de España. Entre otros riesgos, cita también el nivel de préstamos dudosos, el impacto de la luz en los sectores con alto consumo energético o el turismo, especialmente golpeado por la pandemia.
Precisamente este lunes los ministros de Economía y Finanzas de la zona euro se reúnen para debatir sobre la evolución fiscal, las recomendaciones específicas por país de la Comisión y las previsiones macroeconómicas, después de que la semana pasada Bruselas rebajara su previsión de crecimiento de la Eurozona al 2,7% y el de España al 4%, 1,6 puntos menos por el impacto de la guerra.