Bronca en CEOE por la organización de las elecciones entre Garamendi y Guinda
Las elecciones en la CEOE entran en su proceso decisivo sin reglamento ni mesa electoral. El equipo de Garamendi rechaza articular un mecanismo independiente para velar por la imparcialidad de las elecciones, lo que causa enfado en la aspirante Guinda
No serán unas elecciones plácidas en CEOE. Pocos días después de que a Antonio Garamendi le aparezca una contrincante en los comicios a la presidencia de la patronal española, han surgido ya las primeras broncas entre el equipo del dirigente vasco y su rival, Virginia Guinda. El motivo de estos encontronazos ha sido la falta de preparación y garantías del proceso electoral que culmina con las urnas el próximo 23 de noviembre.
El control electoral del equipo de Garamendi
Existe un enfado considerable, según ha podido saber Economía Digital, porque la actual dirección de la patronal, que corresponde al equipo del presidente, Antonio Garamendi, no está garantizando un mecanismo de imparcialidad que vele por el correcto funcionamiento de los comicios. Estas quejas, que han sido elevadas por parte de la candidatura de Guinda, han sido despachadas sin mayor atención por parte de la institución, provocando un enojo importante.
Las mencionadas ‘irregularidades’ en el proceso son que, a 10 días de las elecciones, no existe un reglamento electoral en CEOE que establezca cómo deben llevarse a cabo estos comicios y, ante la falta del mismo, la dirección también rechaza establecer una ‘mesa electoral’ que vele por las posibles quejas, dudas, reclamaciones o impugnaciones que puedan alzarse por parte de los candidatos antes de la votación. Estos eventuales conflictos pretenden ser dirimidos directamente por la dirección de la patronal, es decir, el equipo del propio Garamendi en CEOE.
Todo esto lleva, denuncian fuentes vinculadas al proceso, a que en la actualidad no haya ningún documento donde se hayan proclamado los candidatos a presidir la CEOE para los próximos cuatro años. En el comunicado de la patronal sobre el proceso electoral se mencionan que hay 2, pero para conocer quiénes son debe «leerse en la prensa», lamentan las mismas fuentes. Es decir, esta especie de luz de gas sobre la identidad de los candidatos en las comunicaciones oficiales perjudica, lógicamente, a la candidata Guinda, que es la poco conocida.
Asamblea de la CEOE
Según la previsión de la patronal la mesa electoral se constituirá en el momento de apertura de la Asamblea de CEOE que debe proceder a la votación. Será entonces, minutos después cuando se proclamen oficialmente los candidatos. Otro motivo de gran enfado es que el orden del día no prevé que los candidatos se dirijan a la asamblea. La dirección de CEOE ha rechazado esta petición del equipo de Guinda, al entender que el orden del día previsto es invariable.
La candidatura de Virginia Guinda, empresaria papelera, está gestionada por la Asociación Española de Cogeneración (ACOGEN) a la que pertenece, e impulsada y avalada por la patronal catalana, Foment del Treball, presidida por Josep Sánchez Llibre, que ha alcanzado diferencias irreconciliables con Garamendi durante estos últimos años hasta el mundo de rivalizar en las próximas elecciones patronales de forma explícita. También han mostrado su apoyo a la candidata la patronal Faconauto y Fecic, entre otros.
Malestar con la presidencia de Garamendi
Entre los motivos que han provocado la presentación de un candidato alternativo a Garamendi, que dirige la CEOE desde 2018, se encuentran, por un lado, su falta de vehemencia con las políticas ‘antiempresa’ del Gobierno de PSOE y Podemos, como su apoyo a la restrictiva reforma laboral, y los intentos del dirigente vasco de moldear la institución a su placer, rompiendo los esquemas tradicionales de gobernanza colegiada entre las patronales afiliadas, y apuntando a una CEOE más presidencialista.
Muestra de ello es el intento de Garamendi de suprimir la limitación de mandato para poder perpetuar su presidencia, como adelantó Economía Digital, o su intención de desplazar a dirigentes patronales por un equipo afín, como el de la ‘externa’ Fátima Báñez, o incluso asignándose inéditamente un sueldo muy extravagante y rechazando dar explicaciones sobre cuánto cobra y cuál es su relación laboral con la CEOE.
También durante la coyuntura actual, un sector crítico dentro de CEOE lamenta que buena parte de las gestiones de la candidatura de Garamendi las esté llevando el secretario general de CEOE, un puesto que debería mantenerse neutral, así como su propio gabinete en la institución.
Cómo se vota en la CEOE
Estos son los elementos que se dirimirán en los comicios de CEOE, y en los que Antonio Garamendi parte por ahora como gran favorito a tenor de los apoyos expresados en público. Juega a favor de la aspirante Guinda el hecho de que muchas grandes organizaciones estén decidiendo no pedir disciplina de voto a sus afiliados, por lo que, siendo el voto secreto, podría provocar un resultado más ajustado del esperado.
Y es que convocadas a la Asamblea se encuentran 229 organizaciones, que suman entre ellas 789 vocalías o votos. Si la gran mayoría solo cuentan con un voto, hay grandes sectoriales y territoriales con una masa electoral importante. La patronal con más votos en toda la entidad es la de la pequeña y mediana empresa, Cepyme, cuyo presidente, Gerardo Cuerva, se ha mostrado crítico con Garamendi en distintas ocasiones.
Las dos siguientes organizaciones con más peso son Foment (45 votos) y la Confederación Empresarial de Madrid (CEIM; con también 45 votos). Aunque la madrileña ha sido crítica con Garamendi al igual que la patronal catalana, su presidente, Juan Pablo Lázaro, ha llegado a un acuerdo negociado para apoyar al vasco en las elecciones, un acuerdo que se mantiene por ahora.