Botín busca gangas para engordar el Santander
Ana Botín levantó la liebre al decir que el Santander irá de compras si surgen oportunidades, pero ¿dónde están las oportunidades?
Banco Santander está en modo compra. Tras una crisis discreta en cuanto a adquisiciones, Ana Botín ha cambiado el chip del banco y está a la caza de oportunidades. El Popular lo era, aseguró a Financial Times, y si se dan más como estas, las aprovechará. “Si surgen movimientos que cumplan con nuestros criterios estratégicos y financieros, las podremos considerar”, dijo.
La versión oficial, y así lo dijo también la presidenta del banco al rotativo británico, es que la entidad “no tiene en mente ninguna compra”. Pero al margen de si mira algún banco en concreto o no, lo cierto es que el Santander ya ha demostrado estar muy atento a las oportunidades. Dejó pasar la crisis, cuando más que oportunidades eran cargas, y salió al rescate del Popular casi por obligación, aunque Botín puso esta compra como “ejemplo de estrategia oportunista”, y los resultados lo demostraron. Pero está en un buen momento y va a aprovecharlo.
La gran banca española vuelve a crecer con fuerza tras haber superado los años de recesión económica y haber sabido encontrar alternativas a un entorno de tipos de interés bajos, que les perjudica. El Santander, por volumen, por haber acotado el riesgo inmobiliario y sobre todo por su internacionalización, ha sido el que mejor se ha recuperado.
Ana Botín puso el Popular como ejemplo de la “estrategia oportunista” que va a seguir el Santander
Hasta septiembre, ganó más de 5.000 millones, y fue, de los grandes bancos, el que menos notó la crisis catalana, tanto en términos de negocio como de golpe en bolsa. De hecho, tras el susto post referéndum en Cataluña, siguió al alza, para terminar el año con una mejora de más del 10% y rivalizando seriamente con Inditex por el trono del IBEX.
Este momento dulce que vive Botín la ha llevado a aprovechar oportunidades, como en Polonia: en diciembre, compró la filial de Deutsche Bank en el país por 305 millones. Una operación pequeña pero que le va acercando a su ambición de ser el primer banco en Polonia. Este es el tipo de oportunidades que busca, pero ¿dónde?
¿Dónde están las oportunidades del Santander?
España parece una plaza difícil, cuentan fuentes del sector. Por un lado, porque está en plena absorción del Popular, que es lenta y costosa por el volumen del banco comprado. Por el otro, porque solo una operación parece atractiva para la gran banca: Bankia. Pero parece algo pronto y además, mientras no cierre Popular, se entrevé una operación de demasiada envergadura. El resto de opciones –Liberbank, Unicaja, Ibercaja– son pequeñas y ganaría poco, por lo que no parecen muy probables.
Fuera de España puede buscar más opciones. No es descartable otra operación en Polonia, si surge, para seguir escalando posiciones. Tampoco lo es en el Reino Unido, donde pasado el primer susto del brexit, vuelve a ser un país interesante para crecer. De hecho, hasta septiembre, los beneficios del mayor banco español allí crecieron el 8%.
El Santander crece a doble dígito en toda Latinoamérica, pero es Brasil su gran mercado en la zona
Y no hay que olvidarse, claro está, de Latinoamérica. En la última presentación de resultados, los del tercer trimestre, el banco destacó el buen comportamiento de estos mercados. En varios de ellos –México, Argentina y Chile–, los beneficios del Santander subieron a doble dígito, aunque el que destacó fue Brasil: es el país donde más gana el banco, por delante de España y el Reino Unido. En concreto, 1.902 millones en los tres primeros trimestres de 2017, con un crecimiento del 34%. Santander Brasil es el banco que más remunera a sus accionistas en América, según la consultora brasileña Economática.
Hoy por hoy, estos son los mercados más rentables para el Santander, por lo que está atento a las opciones en todos ellos. Repetir la operación de Polonia, comprando el negocio de Deutche Bank, no es descabellado. El banco alemán ha tenido que desinvertir para resolver su última crisis y, aunque parece bastante superada, el golpe de la reforma fiscal de Trump –DB calcula que le costará 1.500 millones– puede obligarle a vender más negocios. Si es así, Botín estará atenta.